Policiales regionales
Se decomisaron más de 400 kilos de carne vacuna que provendría de los animales carneados al productor rural de Urdinarrain. El resto de la carne de los 6 vacunos carneados tendría destino de comercialización en Basavilbaso.
*La investigación iniciada a partir de la denuncia que el productor de apellido Mohr realizara en la Comisaría de Urdinarrain por la matanza de cuatros vacas y dos terneros de raza Abeerdeen Angus en su campo durante el fin de semana último, estaría comenzando a dar sus frutos con el decomiso de más de 400 kilos de carne encontrada en una carnicería de Gilbert.
El procedimiento lo efectuó personal de la Brigada de Abigeato de Gualeguaychú una vez finalizadas las tareas de inteligencia, para lo cual el oficial principal Marcelo Galarza, junto al oficial subinspector José Luís Juárez, el sargento ayudante Miguel Denis, el cabo 1º Francisco Tagniani, más efectivos de las distintas brigadas que operan en el departamento, se constituyeron en Gilbert, que se sospechaba estaría vendiendo carne de dudosa procedencia, ya que según los movimientos nocturnos observados habrían ingresado varios vacunos faenados ilegalmente, con la finalidad de su inmediato desposte para la venta y distribución, ya que sería el ‘centro’ proveedor de carne clandestina a negocios de Basavilbaso.
Frente al local los brigadistas observaron estacionadas una camionetas Toyota Hilux y otra Ford F 100, ambas con supuestas manchas de sangre.
Al inspeccionar la carnicería en cuestión, se constató la existencia de distintos cortes cárnicos vacunos en la exhibidora y heladera comercial, comprobándose que la carne no estaba amparada por documentación que avalara su procedencia. Así fue que se decomisaron 33,400 kilos de carne vacuna, 7 kilos de carne porcina, y 31 kilos de grasa, acorde a lo dispuesto por la Ley de Carnes Nº 7.292.
Al indagarse al supuesto infractor sobre si tenía otra cámara con carne vacuna, éste lo negó pero prontamente los policías encontraron a escasos 10 metros del negocio, la cámara buscada. Pese a que el ‘comerciante’ adujera que no era de su propiedad, se solicitó una orden judicial para ingresar a inspeccionarla, montándose una guardia en el lugar hasta obtener el mandamiento.
Pero poco después, al verse acorralado, el carnicero accedió al control de la cámara, donde se hallaron 5 cuartos, 3 costillares y una diversidad de cortes vacunos que obedecían a animales de buen porte como así también de terneros -coincidentes con los cuatrereados días atrás-, los cuales tal como se presumía no eran provenientes de una faena reglamentaria, al no contar con factura de su origen.
También se verificó que una de las cabezas tendría un impacto de proyectil, estando la carne con vestigios de tierra y pasto, con un mal desangrado, que son típicos de una faena a campo. Por esto se decomisaron más de 300 kilos de carne bovina. Una pequeña parte se apartó para ser peritada como elemento de prueba para la causa penal, mientras que el resto fue desnaturalizado mediante el incinerado, por no estar apta para el consumo humano.
Realizada la apertura de la cabeza del animal a los fines de localizar el plomo en el interior, se encontraron desintegrados restos de un proyectil de calibre chico, similar a un 22 mm. (diario El Argentino)