Soy Mario Horacio Escobar Furlong, llevo conmigo el orgullo de ser ex alumno de mi querida Escuela del Centenario, egresado 1973. En sus aulas, en su bellísima biblioteca, en sus notables patios y jardines, en su hermoso salón de actos maestras y directores forjaron mi educación. Recuerdo en detalle a muchos de aquellos gurises compañeros cómplices de cientos de correrías y juegos, las «especiales» en los bolsillos del guardapolvo, las bolillas y aquellos goles en la canchita del fondo y los dobles en los viejos tableros. Cuántos recuerdos, cuántas alegrías…
Escuela del Centenario de Paraná…
Pero nunca olvido aquel día que recibí la triste noticia de mis padres que nos íbamos a vivir a Córdoba… Esa tristeza de aquel ’73 nunca pude superarla -y tampoco se me pasaría con ayuda psicológica- fue un desgarro a mi corazón, como el exilio tan temido; mis padres eran grandes y tal vez para ellos el nene no sentía el desarraigo -no los culpo- pero vaya si sentía. Con todo lo que significaba no terminé aquel 7mo. grado fue duro para mí, el viaje a Cba. lo hice yo primero…
Con algunos de mis compañeros de primaria -años después-por suerte pudimos frecuentarnos en el Colegio en la época del secundario.
A partir de aquella historia rara vez volví a la escuela para no enfrentar o recordar aquella tristeza. Regresé a Paraná un año después y que paradoja después regresé a Cba. para continuar la universidad…
Como dice la vieja frase la Escuela es y será por siempre el segundo hogar y por todo el amor que maestras y directivos me brindaron es que a mi Escuela del Centenario la llevo como emblema pegadita a mi corazón.
FELIZ CENTENARIO!! Felicidades a todo el personal docente y directivo, padres y ex alumnos!! Comparto profundamente y brindo por vuestra alegría!!
