¿Por qué no Linux? Episodio 2 – Sistemas de archivos

Seguimos acercando lo prejuzgado como difícil al usuario común: Linux para el que quiera.

En nuestro artículo anterior hicimos una pequeña introducción sobre el los conceptos básicos de Linux y sus distribuciones. Hoy nos meteremos un poco más en algunos detalles, que tienen como objetivo perder el miedo al cambio, y considerar que estamos ante una alternativa positiva, que puede ayudarnos a hacer nuestra vida cibernética bastante más sencilla y estable.

Estabilidad

La última palabra del párrafo es estabilidad. No está allí al azar, sino que realmente es un punto sobre el que Linux está a la vanguardia. Los sistemas basados en Linux son estables, ya que su arquitectura es muy robusta. No es extraño tener una pc con una distribución Linux que se mantenga igual de estable por años de uso. Por ejemplo, la estructura interna de archivos es distinta a Windows, donde la fragmentación es un problema; Linux, en cambio, posee una asignación de espacio mucho más razonable, evitando huecos en el disco rígido. No entraremos en detalles, pero aquí hay un enlace a una explicación un poco más profunda, y existe mucha bibliografía al respecto, para los curiosos y estudiosos.

Ejemplos como estos abundan si comparamos paso a paso la construcción de uno y otro sistema operativo. Hay mucho material para investigar, aunque si no les gustan los detalles, para seguir este tour simplemente pueden confiar en mí y continuar.

Diferencias básicas

Comenzaremos a describir algunas diferencias, no sólo visuales, entre un entorno Windows y uno basado en Linux. Abordaremos hoy la distribución de carpetas. Por empezar, es distinta, como ya dijimos: Windows usa una tabla para alojarlas, y Linux usa una estructura jerárquica. Ahora ¿conocemos el concepto de distribución de archivos? Para entender el cambio, tenemos que estar seguros de que conocemos el status quo Microsoft, ya que no podemos pensar en cambiar si ni siquiera entendemos qué tenemos hoy.

Carpetas en Windows

La distribución que deberíamos conocer se presenta visualmente como unidades lógicas. Pensemos que nuestro disco rígido es una unidad física que usualmente está dividida en una o más particiones o unidades lógicas. Esto se suele hacer por razones de orden: tenemos un gran espacio para almacenar, y entonces lo separamos en compartimientos pequeños que hagan más agradable el uso.

En fin: todos deberíamos tener una partición llamada C: dentro de nuestra pc, normalmente acompañada de otros dispositivos nombrados a partir de D: en adelante. Como dato de color, ¿alguien añora las épocas del disco A:?, nuestro nunca bien amado diskette, con sus múltiples fallas y rabietas. Probablemente una de las peores tecnologías de almacenamiento jamás creadas.  Sólo queda su recuerdo si pensamos que nos robó la A (y su predecesor, el disco de 5’’ la letra B).

Seguimos: partiendo de la unidad lógica, tenemos una distribución de carpetas que varía de una versión Windows a la otra, pero normalmente se compone de Archivos de Programa, Documments and Settings, Windows, etcétera. Una de estas carpetas es la llamada Escritorio, que es precisamente la que se muestra al iniciar Windows.

Para acceder a nuestros archivos tenemos las llamadas rutas, que se componen de la concatenación del camino recorrido hasta llegar allí. Deberíamos comprenderlas al punto de mirarlas y saber exactamente qué nos dicen. Es sencillo: por ejemplo, si deseo llegar a mi carpeta personal, probablemente tenga que entrar a la unidad C:, luego a Documments and Settings, y por último a mi carpeta de usuario (por ejemplo: Marcos). Entonces, la ruta usada sería: C:Documents and SettingsMarcos. Si navegamos un poco Windows con el explorador de archivos, veremos que en la barra superior suele aparecer la ruta por la que avanzamos; como muchas veces la ruta es complicada, solemos crear accesos directos, que sería una forma de teletransportarnos al destino -herramienta muy útil si existiera en la vida real-.

 

Es por lo anterior que muchas  veces en el Escritorio vemos accesos a Mis Documentos, Imágenes, etcétera. Esto es simplemente una puerta abierta a la carpeta destino, que nos lleva directamente. Para aquellos que tengan dichos accesos en el Escritorio, y que sientan como algo nuevo lo que les digo: hagan la prueba, intenten entrar desde Mi PC a C:Documents and SettinsSu_UsuarioMis Docuementos, y verán que allí encontrarán lo mismo que se ve cuando se accede desde el atajo del escritorio.

Hasta aquí, la administración básica y complicada que hace Windows: ahora pasemos a Linux. La estructura de carpetas que mantiene es jerárquica. Esto quiere decir, que a partir de un origen, se van volcando las nuevas ramas de éstas. Algo parecido a la imagen siguiente.

 

Desde luego, allí vemos muchas carpetas que sólo al experto le interesan, pero básicamente podemos mencionar que dentro de /home/mi_usuario se alojan (o deberían alojarse) todos nuestros datos de importancia. Las rutas aquí se manejan de manera similar a Windows, aunque con la barra invertida: «/«. Entonces, si tenemos nuestro sistema basado en Linux andando, dentro de /home/mi_usuario deberíamos colocar nuestros archivos y carpetas.

¿Hay muchas diferencias visibles para el usuario? No, realmente pocas. Sí por dentro del sistema operativo hay variaciones que son transparentes para nosotros, y que hablan de la robustez.

¿Son compatibles Windows y Linux? Aquí algo que encontraremos a menudo: Linux comprende perfectamente el sistema que usa Windows, y permite usar sus carpetas sin inconvenientes. Windows, en cambio, no sabe qué hacer con una unidad lógica de Linux. Está, tal vez, demasiado ocupado tratando de hacer que su tabla de archivos funcione decentemente.

¿Para qué desarrollamos estos conceptos en el artículo? Primero, porque existe mucha gente que está usando Windows a ciegas, y no conoce lo  que conceptualmente es una carpeta, una ruta, y un acceso directo. No es lo mismo guardar un archivo en el escritorio de Windows, que en Mis Documentos, luego de acceder allí por un atajo que sí está en el escritorio. Recordemos que los atajos son vías rápidas para acceder a un destino, y el Escritorio es un destino en sí. En fin. Linux también permite crear atajos, y de formas mucho más inteligentes y robustas que Windows (links dinámicos, que no veremos aquí, al menos hoy).

Ahora que conocemos el concepto de administración de archivos, pasar de Windows a Linux está un escalón más cerca. En la próxima entrega: haremos una recorrida visual en el software básico de oficina, y veremos que no todo es Word y excel: existen alternativas muy buenas gratuitas.

Marcos Tonina para PortalLarroque.com.ar

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