*Andando por caminos de Córdoba en los ’80 amigos me invitaron a acompañarlos al Festival de Rock en La Falda que venía agigantándose en el contexto de los encuentros del país. Aquella cálida y mágica noche de luna llena desfilaron el Flaco Spinetta –que emocionó y todos cantamos su plegaria para un niño dormido y muchacha ojos de papel- el notable bandoneonista Dino Saluzzi con delicados sones de fusión rock – folklore, varias bandas y un jovencito flaquito, de pelo largo rosarino solo con su guitarra y su voz llamado Juan Carlos Baglietto, que cautivó con Mirta de regreso…a toda la popular. Fue una velada mágica, en un clima de emoción, de encendidos aplausos, vítores pero con un público respetuoso que solo rogaba por más música para seguir desandando la madrugada. Después el largo regreso a “la docta” por los curvilínesos caminos de las sierras, con felices comentarios, regocijadas nuestras almas, nuestro corazones de haber recibido poesías y bellas melodías de notables y prominentes músicos.
Tiempo después el festival creció notablemente y vaya a saber uno, por qué causas el espectáculo se trasladó al otro lado del lago San Roque, a la Plaza Próspero Molina, en Cosquín capital del folklore. La fiesta siguió concentrando multitudes, era ya una tradición, sin embargo el encuentro había perdido la magia que había capitalizado el bello escenario de La Falda.
A su vez algunos violentos en alguna edición malograron la actuación de notables bandas o figuras como Charly G. al dañar sectores de la histórica Plaza y enfrentarse con la policía que quería poner orden. Por esos delicados motivos organización y autoridades decidieron tiempo después trasladar el espectáculo a Santa María de Punilla –un pueblito lindero a Cosquín- a un campo rodeado de sierras donde miles de jóvenes -y muchos nostálgicos que peinan canas- hacen culto y todos los años religiosamente allí se reúnen.
Es notable ver a grupos de chicos, jóvenes, mochileros, familias, público en general al caer la tarde como se movilizan mientras otros miles colman las rutas con vehículos, otros las veredas y calles del hermoso pueblito para luego caminar en paz hasta el predio y confluir al pie de algunos de los tres notables escenarios que alllí se levantan.
A mediados de febrero (el día 14) se iniciará una nueva edición del Cosquín Rock y con expectativas por la presencia de referentes y excelentes bandas y un dejo de emoción por algunas ausencias como la del gran Flaco Spinetta.
Larrock n’ Roll, crece en calidad y convocatoria…
*El festival de Santa María de Punilla –Cosquín Rock’- es hoy un mega espectáculo que nació de la mano de un grupo de entusiastas entre músicos y amantes del rock, visionarios en aquellos momentos teniendo en cuenta la exitosa realidad. “Crece desde el pié…” frase que inmortalizó alguna vez Alfredo Zitarrosa y en ese sentido los eventos pueden compararse -¿por qué no? todos tuvieron un principio regular o bueno. Debe tomarse de ellos entonces los buenos ejemplos por parte de aquellos espectáculos que están haciendo caminos al andar.
Larrock n’ Roll, es uno de estos encuentros que en convocatoria y calidad artística sigue creciendo y es ya una tradición en los veranos de Larroque.
A fines de enero último (el día 24) con esfuerzo, voluntad y alegría se realizó con éxito la 9na. edición teniendo cómo escenario –por segundo año consecutivo- la antigua, cómoda y pintoresca cancha de básquet del Club Central Larroque.
Larrock n’ Roll, como reflejamos anteriormente se inició como todos los festivales del país, por el desafío, pasión, perseverancia e ilusión de un grupo de jóvenes que un día decidieron poner en marcha y cristalizar un espacio para que los jóvenes -y no tanto- disfruten de la música rock y que sientan que ese espacio les pertenece. Y con el correr de los años -entre bajas y altas pero con mucho esfuerzo y esperanzas- el objetivo fue logrado junto al encomiable aporte de los músicos locales y de la región sumado el aporte de artistas de otros géneros, protagonistas todos de una hermosa velada.
El festival creció en convocatoria y en calidad artística. En la previa durante varias semanas en diferentes barrios de la ciudad se escucharon los sones de encendidos ensayos de las bandas que toman muy en serio el desafío cada año para subir a escena y desplegar sus particulares repertorios. También vienen afianzándose unos y formándose otros grupos, que tienen en sus filas buenos cantantes e instrumentistas algunos de los cuáles ya no sorprenden, en todo caso se van consolidando.
En la última edición 2015 el público fue colmando desde temprano las tribunas, otros ocuparon sentados al frente del colorido escenario. En tanto papis que ayudan a los chicos de la organización y aquellos que hacen el “aguante” a los músicos, también dijeron presente, todo en un clima distendido, expectante y sin inconvenientes.
El espectáculo de Larrock n’ Roll, tiene sus particularidades es distinto suma otras alternativas, intenta ser original y sorprender a los asistentes y vaya si lo consigue. Hay ideas enriquecedoras elaboradas con creatividad algo que es parte de la identidad de nuestra comunidad. Hay géneros artísticos que en otros encuentros no se encuentran pero aquí los chicos se animan sorprendiendo al público que reconoce, agradece y aplaude.
Como sucedió en 2014 hubo plásticas que pintaron en tela brillantes escenas de Larrock n’ Roll; antes danzarinas con cintas que con sus movimientos junto a la música deleitaron a la concurrencia. En otro rincón un escritor joven de Urdinarrain (Andrés W.) presentó su libro y algunas frases se leyeron en el escenario. Luego desplegaron su música las primeras bandas y más tarde el decir, el sentir comprometido, reflexivo de la murga de C. del Uruguay –“Puntuales pa´la tardanza”- que vibraron y se comunicaron con la gente poco acostumbrada a este hecho cultural del río de la Plata.
Posteriormente la llegada al escenario de otras destacadas bandas y seguidamente música y danza expresión corporal a cargo de una talentosa bailarina local (Aldana N.) brindando otro condimento artístico al espectáculo. Más tarde prosiguió la actuación de las diferentes bandas o grupos, con sonido y estilos propios hasta el amanecer junto al entusiasmo, el canto mancomunado y el calor de la gente, en la cálida y estrellada noche.
La organización -crece junto al festival- estuvo a la altura de las circunstancias, con un espectáculo sólido, diferente, con otras alternativas artísticas recibidas con entusiasmo por el público. La puesta en escena con vuelo propio, con buena iluminación y sonido, dinámico, con momentos emotivos, sin fisuras y la excelente entrega de los artistas sobre el escenario y derramando su arte sobre las baldosas de la vieja cancha.
Como siempre habrá cosas que mejorar y analizar pero la Larrock n’ Roll está en movimiento con un futuro promisorio, recorre buenos caminos con el desafío de mantenerse y como pasó con otros encuentros, perdurar para las próximas generaciones. Y la posibilidad cierta que surja en el escenario larroquense un músico -cantante o instrumentista- que trascienda las cuchillas, nuestras fronteras…
Salud organización y músicos y artistas!! Y con estos augurios el verano 2016 recibirá la 10º edición del festival…
(Mario Escobar / www.portallarroque.com.ar)
(*Fotos – Nano Lonardi / Portallarroque)