*Ser periodista y hacer periodismo independiente en la provincia y en el país, es una materia difícil y para aprobarla no basta solo con tomar el oficio con pasión, como un sacerdocio, sino sumarle mucho coraje y sobre todo con la dignidad a flor de piel. Esto teniendo en cuenta los embates que viene sufriendo el periodismo independiente –desde una F.M. comunitaria hasta un canal o diario de pueblo- por no estar alineado, por no pensar igual, solo por pensar diferente desde su editorial se es enemigo e irreconciliable.
Desde hace años este tipo de maniobras de ninguneo permanente, de no valorar trayectorias, el desautorizar, de no distribuir equitativamente la publicidad oficial por no formar parte del “pensamiento único” es la forma de hacer sentir la política que lleva adelante el poder de turno en el país; así baja una línea vertical a los pueblos de su mismo color ideológico partidario.
El periodismo independiente es una raza única de gente que ama su oficio y que a pesar de las dificultades y los ataques directos -o indirectos- del poder, mantiene con vehemencia y convicción el compromiso por la realidad, la información y la verdad.
La prensa independiente es un bastión, parte y custodia de la democracia siempre debe ejercer su trabajo libremente sin presiones absolutamente de nadie; es quien puede meter muchas veces el dedo en la llaga en aquellos intereses que atentan y dañan a las comunidades. Los ejemplos se conocen a diario, con los supuestos hechos de corrupción pero lo lamentable es que hay parte de la sociedad que parece haberse ido acostumbrando y eso es lo más grave del asunto. “Roban pero hacen…”, es terrible escuchar con cierta naturalidad en estos días una de las tantas frases que mutilan la escala de valores (aquella que nos enseñaron nuestros viejos) por cierto tan resentida y el deber entre todos de revertirla.
Desde la gran urbe a la provincia la pluralidad de voces independientes está en jaque en esta primera partida, lo que se escucha en general es el mensaje del oficialismo, sin fisuras, ni errores y menos autocrítica. Y cuándo el pensamiento tiene la misma voz es y será grave. La mayoría de las radios, canales, diarios, tienen sintonía fina con el gobierno si no se está de acuerdo silencio, caso contrario corre riesgo la publicidad, el trabajo tuyo o de tus compañeros. No estamos revelando secretos, esto pasa con parte del periodismo, como imaginarse la incómoda situación que enfrentan otros significativos actores sociales como algunos responsables y dignos jueces o fiscales.
Existe prensa independiente en la Pcia. y el país (que nada tienen que ver con los grandes grupos) que hoy deben luchar y ser muy creativa para sobrevivir, para contra-restar las miserias del poder, ese poder que le confió el pueblo –equivocado o no- a sus funcionarios, algunos de los cuáles sueñan con seguir viviendo dentro de la función pública para siempre. Mariano Moreno dijo en el primer nro. de la Gaceta: «El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal».
Hay un antes y un después entre la relación gobierno-periodismo y ya nada será igual, nada volverá a los cauces naturales, nadie imagina un Watergate en estas épocas.
Cuándo el periodismo, cuándo el periodista por convicción pierde su libertad de pensamiento por no comprometerse, por comodidad o por temor habrá dejado para siempre de ser creíble y eso está marcado a fuego en aquellos dignos trabajadores de prensa ¿idealismo? No, dignidad no negociable y poder dormir tranquilos por las noches.
Este es el tiempo que le toca vivir al periodismo independiente -con periodistas que no están a favor, pero tampoco en contra- que solo intentan con respeto ejercer su profesión sin chicanas y con total libertad.
Salud! Y un fuerte abrazo a esos valerosos colegas entrerrianos y del país, integrantes de esa de raza única, que apuntala y fortalece la autoestima de otros experimentados o jóvenes para continuar con la frente bien alta, trabajando con honestidad y por la verdad. *Mario Escobar / Portallarroque * 07/06/2014.
