Durante esta semana -el 25 de noviembre pasado- se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, uno de los flagelos que se mantiene a pesar de las épocas o el paso del tiempo. A modo de reseña el día fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 17 de diciembre de- ’99 y propuesta para su conmemoración la presentó la República Dominicana, que contó con el apoyo de 80 países. Esto sustentado en un grave hecho que sucedió en República Dominicana con el asesinato de las tres hermanas Mirabal, aquel emblemático día de 1960, ordenado por el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. En 1981 en Bogotá, Colombia, se realizó el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se determinó -recordando el asesinato de las hermanas Mirabal- al día 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres. A su vez en 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la «violencia contra la mujer» como:
Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada. En tanto la Asamblea reconoció que eran necesarios «una clara declaración de los Derechos que se deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en todas sus formas, y un compromiso de los Estados y de la comunidad internacional en general para eliminar la violencia contra la Mujer”. Después se invitó a reflexionar y realizar actividades anuales a todos los países adheridos a la vez que en octubre de 2006 se presentó el Estudio a fondo sobre todas las formas de violencia contra la Mujer, que demuestra que existen obligaciones concretas de los Estados para prevenir esta violencia, para tratar sus causas -desigualdad histórica y la discriminación generalizada- así como para investigar, enjuiciar y castigar a los agresores.
En relación en la provincia y el país existen entidades oficiales y especialmente ONg que trabajan en silencio con sacrifico y amor en defensa de la calidad Vida de muchas Mujer que son violentadas. En Gualeguaychú hace 22 años nació el Centro de Estudios e Investigaciones de la Mujer (CEIM) que trabaja incansablemente en la contención, atención y defensa de las Mujeres maltratadas como así también contra todo tipo de violencia. El CEIM está conformado por un equipo de profesionales cuya titular es
*Mevia “Meti” Carraza dialogó con Portallarroque donde recordó el origen de la ONg. el trabajo diario que realizan los pro y los contra de la significativa tarea que llevan adelante objetivos y proyectos futuros. Cabe destacar que el último viernes en la Facultad de Bromatología la entidad realizó una importante charla sobre el delicado tema y al final se entregaron reconocimientos a profesionales que trabajan ad-honorem atendiendo a pacientes que sufren las consecuencias de la violencia física y psicológica. Esto señaló:
