Como si el cielo llorara, aquel julio de 2003 la llovizna presente en Larroque recibió los restos de la célebre escritora María Esther De Miguel. La tristeza y el desgarrador silencio colmaron y conmovieron La Cuchilla, acceso a nuestra ciudad- a la llegada del coche fúnebre y la extensa caravana que condujo sus restos a su última morada, luego comenzó a descender hacia el pueblo. Después a la hora de la siesta en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro una callada multitud acompañó la ceremonia el responso de cuerpo presente mientras persistía una intensa llovizna. Al final de la ceremonia religiosa en un clima de conmovedora y profunda emoción, brotó un espontáneo, sostenido y desgarrador aplauso de todos los presentes a modo de despedida.
María Esther De Miguel, es y será por siempre una embajadora cultural de Larroque, aquí nació y a la que jamás olvidó y en cada ocasión que tuvo en su vida nombró con el corazón. Aquí disfrutó profundamente de su familia, de sus amigos, de la calma y de la tranquilidad pueblerina en su amada finca “La Tera” allí encontró la musa inspiradora de varias de sus notables obras literarias. Ese su lugar en el mundo la cuál donó a la comunidad junto a su notable biblioteca.
Con la humildad de los grandes Quienes con ella se relacionaron la recuerdan con mucho respeto y cariño, simplemente como una vecina más, puesto que la escritora aún en la cresta del efímero éxito y reconocimiento nunca se mareó por las luminarias, conservando siempre su sencillez, solidaridad y la humildad que solo conservan los grandes.
Responsabilidades y Premios
María Esther, además de recibir el importante premio Planeta en 1996 por su obra literaria El General el pintor y la dama, fue directora del Fondo Nacional de las Artes y miembro del Consejo de Administración de la Fundación El Libro. También entre otras actividades fue crítica literaria y colaboraciones periodísticas en diario La Nación de Buenos Aires a la vez que en su juventud fue maestra rural, contrajo los hábitos religiosos de monja donde estudió filosofía y letras y viajó a Italia luego de ganar una beca para estudiar literatura. Obras y reconocimiento Por sus talento, inspiración y notable creación bibliográfica el reconocimiento no tardó el llegar logrando en 1996 el importantísimo premio Planeta con su libro El General, el Pintor y la Dama, que seleccionó un Jurado de excepción integrado por Mario Benedetti, Bioy Casares. Sin embargo su prolífera obra está sustentada con títulos como «La hora undécima» su primer libro (1961) Los que comimos a Solís, «Pueblamérica», «Espejos y Daguerrotipos», Jaque a Paysandú, «Dos para arriba, uno para abajo» (1986), «Norah Lange» (1991) «En el otro lado del tablero»; «Violentos jardines de América», «Un dandy en la corte del Rey Alfonso», La amante del Restaurador o «Las batallas secretas de Belgrano» de 1995. Con el paso del tiempo fue afianzándose decididamente en el género de novela histórica y convirtiéndose en la década de los ‘90 prácticamente en la escritora más leída del país. Recibió cabe destacar entre otros premios, el premio Nacional de Literatura, Emecé, Municipal (1965) y Fondo Nacional de la Artes, Premio Municipal y el Premio de Cultura de la Provincia de Entre Ríos (1980) premio Feria del Libro (1994) premio Silvina Bullrich (1995) Palma de Plata, del Pen Club; Konex de Platino -para cuento- y el Premio Dupuytrén.
Es preciso recordar que años atrás en un acto homenaje autoridades junto a su Pueblo distinguieron a María Esther De Miguel, declarándola Ciudadana Ilustre de Larroque.
Por propia voluntad sus restos descansan en Larroque su pueblo natal, muy cerca de residencia «La Tera», propiedad que en 1998 la escritora donó a la comunidad larroquense y en cuyo interior tantas veces buscó y encontró inspiración para escribir algunos de sus galardonados Libros. (*Mario Escobar)