
Un nuevo cedro azul en homenaje a la profesora Mara Carnevalle de González…
La Comisión de ex-alumnos del ex- Colegio Nacional Villa Larroque -hoy Escuela secundaria Pcial. «José B. Virué- eligió un particular Día para realizar el homenaje a Mara Carnevale de González. Como es de público conocimiento el 29 de agosto es el Día del árbol por lo cuál este grupo decidió plantar el significativo Cedro azul en el interior del Colegio, sobre el frente que da a calle Osvaldo Magnasco.
Un nutrido público entre familiares, alumnos, profesores, ex alumnos y vecinos se reunieron en torno al Árbol que fue plantado por Alfredo (su compañero de vida) sus hijas e hijos políticos, ex alumnos, profesores dejando perpetuado el homenaje en una placa artesanal realizada por una artesana local (Fernanda Croce).
La conducción del homenaje estuvo a cargo de la prof. Daniela Churruarrin, dirigió la palabra el médico Veterinario Ignacio De Zan y la bendición a cargo del Padre Luciano Lonardi, ex alumno de la institución.
“Nacho” (De Zan) el precursor de la exposición de Mascotas en homenaje a Mara (Carnevale) en el año 2001 y que a raíz del atropello que realizó la gestión anterior ordenando que extrajeran el Cedro azul de la Plaza San Martín volvió a soñar con otra Expo y redobló los esfuerzos junto a otros ex -alumnos que la llevaron a cabo en Mayo de 2016 con un éxito rotundo.
En dicha exposición se obtuvieron algunos fondos (alrededor de 10 mil pesos) los cuales fueron entregados a la Rectora de la Institución -prof. Marta Fiorotto- quien decidió destinarlos a la instalación de gas natural.
La historia del Cedro azul…
Para los que no la conocen, la historia de este árbol comenzó cuando Magdalena Fiorotto ex- profesora del establecimiento educativo junto a un grupo de alumnos (9no. año) decidieron homenajear a la desaparecida profesora de Biología plantando en la Plaza principal esta especie para lo cual los alumnos llenaron una alcancía con sus ahorros. Árbol y placa se colocaron en la esquina de Plaza San Martín, junto al sendero que la recordada «Mara» recorría todos los días rumbo al ex- Colegio Nacional.
Allí en ese lugarcito de luz respaldado por los añosos fresnos que se vestían de amarillos en otoño, el cedro comenzó a tomar fuerzas y a hacer notar su presencia y su perenne verde al punto tal que lucía saludable y generoso entre la flora del paseo público.
Un buen día, una funcionaria dio la orden de sacarlo, desconociendo el homenaje, haciendo de su autoridad el abuso y el atropello que generó la angustia de muchos copoblanos, la molestia e indignación de gran parte de la población que vio vulnerada la memoria de la profesora desaparecida y ofendida la acción loable de aquella profesora que con sus alumnos plantaron el árbol e inscribieron la placa que nunca apareció.
Las explicaciones fueron ridículas y no pudieron justificar el arrebato de ninguna forma. Antes de irse plantaron otro ejemplar a metros del que sacaron pero en pocos días se secó.
Merecido homenaje…
Hoy, los actuales alumnos del Colegio Virué tuvieron la mejor lección al aire libre. Cargada de valores como es plantar un árbol, un cedro azul significativo con una de sus ramas señalando hacia la casa de Mara. Mantener viva la memoria de una docente que impartió clases y amor, defensora de la naturaleza, amorosa y atenta. Resistir al olvido y a la soberbia, al autoritarismo de quienes desconocieron la historia de nuestro lugar y de su gente. Reivindicar los valores de Mara recordándola en una especie vegetal que simboliza su alma presente en los patios de un colegio.
*Portal Larroque*
portallarroque.com.ar
(Colaboración C.T.)