Marcos Tonina para PortalLarroque.com.ar
Si algún conocido se sentara a intentar descifrar tu contraseña ¿le costaría mucho trabajo? ¿Y si es algún hacker malintencionado? Muchos estudios serios revelan que la gran mayoría de los cibernautas usan passwords terriblemente débiles, muy fáciles de adivinar.
Hoy en día el 90% de los servicios en la web que utilizamos están regidos por contraseñas. El hecho de que tengamos que recordarlas hace que normalmente tendamos a utilizar passwords de muy baja calidad, repetidos y adivinables.
¿Cuál es el password más usado? El brillante «1234», seguido de combinaciones como «0000» «1111» «password», «jesus», etcétera. Además, son muy populares los números que van de 1980-2000, lo que sugiere que mucha gente usa su año de nacimiento (estadísticamente, los jóvenes nos dan esta pista). Todo esto para no caer en la cuenta de fecha de aniversario, número de documento, o cosas por el estilo.
Para no tentar a los malintencionados, es necesario tomar ciertas medidas que nos van a resultar útiles. Aquí un breve listado de recomendaciones:
- Tratar de que las claves sean siempre de, al menos, 7 u 8 dígitos: esto es una cuestión de combinatoria básica, que nos dice que es más difícil «adivinar» passwords más largos.
- Combinar letras minúsculas, mayúsculas y números es buena idea. Esto hace que nuestras contraseñas sean más difíciles de recordar, aunque podemos tener ayuda mnemotécnica de esta forma: reemplazando letras por valores numéricos parecidos. Ejemplo: c0n7r4s3ñ4 (reemplazamos la t por un 7, las 0 por un cero, las e por un 3 y las A por 4). Si aplicamos esto a palabras que recordemos, tal vez podemos robustecer nuestra seguridad de forma sencilla.
- No usar una misma contraseña para todo. Esto es especialmente recomendable para nuestro home banking y nuestros correos principales.
Si todo esto nos provoca un dolor de cabeza, y no somos obsesivos pero nos sentimos incómodos con el nivel de seguridad actual, les recomiendo una herramienta web que sirve para almacenar de forma segura nuestros passwords, además de generar contraseñas seguras ante nuestra necesidad: lastpass.
s una herramienta que se agrega a nuestro navegador web (por ejemplo: firefox) en forma de complemento que se encarga de almacenar todos nuestros passwords, accesibles vía una contraseña maestra (la última que deberemos recordar), y las llenará automáticamente en todos nuestros sitios, cuando queramos entrar. Es realmente muy sencillo de utilizar, y muy cómodo.
Tal vez los obsesivos de la seguridad creerán que no es tan buena idea tener todos nuestros passwords guardados en un servidor alojado en EEUU, pero lo que sí les puedo asegurar es que será mil veces más precavido que usar el nombre de nuestro perro como password en nuestro home banking.