Rousseff advirtió que no tolerará manifestaciones violentas durante el Mundial

Brasil 4/06/2014 – La presidenta brasileña aseguró que van «a garantizar completamente la seguridad de las personas» durante el Mundial cuando las 12 ciudades sede reciban a 3,6 millones de turistas, entre ellos 600 mil extranjeros.

«No voy a admitir que haya ningún tipo de desmanes con la intención de impedir que la gente tenga acceso a la Copa. No es democrático destruir la propiedad privada y pública, y mucho menos que las manifestaciones tengan costos humanos», sentenció Rousseff durante una entrevista transmitida este miércoles por la cadena Bandeirantes.
La mandataria brasileña además minimizó el descontento de la población con el Mundial, que ascendió al 42 por ciento, según una encuesta de la consultora IBOPE publicada el martes. Afirmó que las protestas son «el costo de la democracia» y la consecuencia de tener movimientos sociales «activos» que se manifiestan libremente.
Además manifestó su convicción de que durante el certamen deportivo la gran mayoría de los brasileños «saldrá a la calle a festejar y no a protestar».
Rousseff también concedió un reportaje al diario The New York Times y conversó informalmente con periodistas durante un encuentro realizado el martes a la noche en Brasilia.
«Vamos a garantizar completamente la seguridad de las personas» durante el Mundial, cuando las 12 ciudades sede reciban a 3,6 millones de turistas, entre ellos 600 mil extranjeros, aseguró.
Admitió, además, que las «manifestaciones son legítimas», aunque consideró que «hay mucha cosa política por detrás» de las protestas que se realizan regularmente en las principales sedes del Mundial como Río de Janeiro, San Pablo y Brasilia.
Rousseff insinuó que los partidos de la oposición sacan ventaja de esos actos de protesta, ya que dentro de 4 meses, el 5 de octubre, se realizarán las elecciones presidenciales, en las que aspirará a un segundo mandato de cuatro años.
Sin embargo, aseguró que en Brasil existe «una autonomía del fútbol respecto a los procesos políticos», y puso en duda que lo que ocurra en el Mundial pueda afectar el ánimo de los electores.
A modo de ejemplo, recordó que el Mundial de 1970 (que se celebró en México y que ganó la selección brasileña con Pelé como figura) lo pasó en la cárcel como presa política de la dictadura militar que gobernaba entonces y que ni aún así dejó de hinchar por Brasil.
Según trascendió la semana pasada, el gobierno brasileño invirtió en: 270 mil granadas y municiones lacrimógenas y 263 mil cartuchos anti-disturbios, además de la participación de 57 mil efectivos de las Fuerzas Armadas que custodiarán las ciudades y 21 mil más quedarán en alerta para una eventual emergencia.
Además de eso, que era lo pautado inicialmente, Brasil incorporó apoyo extra de los soldados. La medida fue decidida en una reunión de la que participaron el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, el coordinador de acciones de defensa de la Copa del Mundo, general José Carlos De Nari, y el secretario estadual de Seguridad Pública José Mariano Beltrame, según informó el diario brasileño O Globo.
El ejército será el responsable de la seguridad de los aeropuertos y hoteles brasileños donde se hospedarán las 32 selecciones durante la Copa del Mundo de fútbol, que comenzará dentro de 14 días en San Pablo.
La decisión de convocar a más militares fue adoptada luego de que Rousseff tomó conocimiento de que un grupo de manifestantes rodeó el ómnibus del seleccionado local en el hotel contiguo al Aeropuerto Internacional Tom Jobim.
Mientras tanto otro grupo de militares hizo simulacros en puntos estratégicos de Brasilia, donde el martes pasado hubo violentos choques entre la policía y manifestantes.
Un dato no menor es que después del Mundial, Brasil tendrá otro desafío por delante, las Olimpíadas, por lo que las medidas continuarán seguramente en el país durante casi todo el 2014.

Rousseff, Pta. de Brasi, advirtió...
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