Rosario – “Pretenden matar al que investiga porque no pueden matar a la investigación”, afirmó el Juez Vienna.

Investiga a la banda narco «Los Monos»

Planteó como una gran deuda el ir tras la ruta del dinero.
Planteó como una gran deuda el ir tras la ruta del dinero.

23/11/2014 – El juez de Rosario Juan Carlos Vienna vive con custodia, se muda periódicamente por su seguridad, y por eso, dice, vive “de prestado” en distintos lugares. No es para menos: es el magistrado que investigó y procesó a 36 integrantes de la banda narco “Los Monos”, la más poderosa de la ciudad del sur santfesino. “Pretenden matar al investigador porque no pueden matar a la investigación”, sentenció. Vienna, ya presentó dos denuncias para que se investiguen planes para matarlo. En junio del año pasado le dijeron que se cuidara, que su vida valía 500 mil pesos. Ese era el precio que estaban dispuestos a pagar para eliminarlo, de acuerdo a los datos que le hicieron llegar. En marzo último, una escucha telefónica hecha a dos detenidos –uno de ellos, policía– reveló otro intento para asesinarlos a él y al fiscal Guillermo Camporini. El juez comenta que ya recibe amenazas que no denuncia. Ni siquiera lo hizo cuando, a bordo de una moto, un par de hombres armados lo atacaron a él y a sus hijas en la puerta de su casa. El magistrado cuenta que cambió su número telefónico porque lo escuchaban y que la custodia que le asignó el Estado santafesino advirtió que distintos automóviles lo siguen y que le toman fotos. “Desde el día que empecé con esta causa mi familia me pide que me aparte. Pero no me arrepiento. No tengo temor. Pero sí por los que me rodean”, explica a Clarín.

El juez describe a “Los Monos” como una banda que, detrás de la venta de drogas, se dedica “a vender protección, a sembrar el pánico, el terror, provocando homicidios, lesiones y apretadas”. La investigación que él conduce determinó que entre sus integrantes había personal de distintas fuerzas de seguridad: 11 de la Policía provincial, uno de la Federal y un integrante de Prefectura.

Vienna inició la causa en septiembre de 2012, tras el crimen de Martín Paz, un hombre con nexos directos con “Los Monos” que fue asesinado por orden de la familia Cantero, la que lidera la organización narco. Estima que antes de fin de año debería llegar a juicio.

“Desarmar una banda no es la solución al problema del narcotráfico”, anticipa. “El delito siempre va adelante nuestro”, apunta. Y señala que en este expediente emblemático, que tiene 19 mil fojas, la Justicia Federal, la Administración Provincial de Impuestos (API) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) aún tienen “una gran deuda”: ir tras la ruta del dinero.

“No vivo bien. Vivo todo el día custodiado. He tenido infinidad de amenazas. Solamente le he dado entidad a una que otra que ha sido de importancia y que fue incluso canalizada por juzgados federales, como las escuchas de dos detenidos que planeaban la muerte mía y la de un fiscal de Cámara. Tuve que cambiar el teléfono hace poco por temor. Todo el mundo me decía: ‘Mirá que te escuchan’. Si bien no tengo nada que ocultar, tampoco quiero que sepan todo de mí”, señaló.

Inquirido respecto a si sufrió algún ataque directo, contó: “Hubo episodios que ni siquiera los quise denunciar porque ya habían empezado los ataques de algunos sectores que intentan destruir mi imagen. Viví episodios en la puerta de mi domicilio donde personas armadas y en moto venían en contramano por la vereda, lo que se puede interpretar de varias maneras: o venían tratando de robar la cartera de mi hija o de atacarnos. Terminamos en el piso, tirados atrás de una puerta, lastimados. Eso me determinó a tener un poco más de cuidado”.

“Mi custodia advirtió que me seguían autos, que me sacan fotos. De hecho hemos llegado a mi domicilio y en varias oportunidades seguimos de largo porque había vehículos que nos seguían”, reveló.

Sobre sus mudanzas, añadió: “Tampoco es que me mudo cada semana. Pero sí es cierto que vivo de prestado. Estoy un tiempo en lo de un familiar, un tiempo en lo de un amigo, un tiempo vuelvo a mi casa… Y la verdad que extraño hacer lo que puede hacer cualquier ciudadano común: ir a la cancha (es hincha de Newell’s) adonde ya no voy más, disfrutar de un café con mis amigos en el bar…”.

Consultado si teme que la realidad argentina pueda parecerse en algún tiempo a la de Italia o a la Colombia, donde atentaron contra la vida de jueces, dijo: “Si no se toma una política de Estado tanto a nivel municipal, provincial y nacional, tendiente a perdurar en el tiempo y con acciones desplegadas y coordinadas, sí. Pero si no, esto se puede manejar”.  (Clarín)