«Lo esencial, es invisible a los ojos… Esta frase es, pues, una reflexión sobre el Verdadero Valor de las Cosas, su verdadera Esencia. Los ojos pueden engañarnos, no así el corazón. El corazón es capaz de diferenciar una rosa entre mil. En este sentido, la frase nos invita a entender que debemos mirar más allá de las apariencias, a valorar las cosas por aquello que en realidad son. Esto nos lleva a las emociones, sentimientos ocultos, reprimidos que terminan en enfermedades.
Con la decodificación bioemocinal logramos encontrar esa emoción oculta, no resuelta, ese resentir y reprogramamos el inconsciente con un recurso que revierta la situación vivida en el pasado y que provocó la enfermedad o síntoma.