Desastres naturales. Hay más de 5.000 evacuados en el centro del país por las inundaciones. En la Patagonia, las llamas siguen fuera de control. Temor por la erupción de un volcán.
La ciudad de Santa Fe quedó paralizada por las tormentas. Más de 200 personas fueron evacuadas. Suspendieron el transporte, el comercio y la actividad pública. JOSE ALMEIDA
Por el agua, por el fuego y por la ceniza. Los desastres naturales pusieron en alerta a ocho provincias y hasta anoche había más de 5.000 evacuados en todo el país. En Córdoba la situación es desesperante: ayer volvió a llover y la provincia está bajo alerta máxima. Jesús María quedó aislada y otras ciudades, como Balnearia e Idiazábal, están muy complicadas. Más de 2.000 personas debieron dejar sus casas y hay cortes en 10 rutas. El gobernador De la Sota definió la situación de la provincia como “la mayor catástrofe climática de los últimos 50 años” y prometió ayuda para las zonas afectadas.Hace dos semanas, las lluvias en las Sierras Chicas, al norte de la capital provincial, dejaron las cuencas saturadas y en la zona se esperan precipitaciones hasta el viernes. Al sur de Villa María, los campos, los tambos y las fábricas están bajo el agua, lo que pone en jaque la producción de leche en la zona. Además, el temporal de Córdoba provocó serios problemas de comunicación por un corte en dos líneas de fibra óptica. Amplias zonas de Catamarca, Salta y Tucumán quedaron sin teléfono e Internet casi todo el día.También la lluvia hizo colapsar a la ciudad de Santa Fe. En pocas horas cayeron más de 100 milímetros que provocaron la inundación de viviendas, anegamientos de calles y avenidas troncales, como así también la autopista Santa Fe-Rosario, a la altura de Coronda, cortada al tránsito. En la última semana cayeron 400 milímetros y por eso unas 200 personas permanecen en los centros de evacuación. Ante esta situación, ayer la ciudad vivió un feriado obligado: por orden de la Municipalidad no hubo transporte urbano y se desligó a los empleados públicos concurrir a trabajar. El gobernador Antonio Bonfatti creó un comité de Contingencia pero señaló que “no es necesario declarar la emergencia hídrica”. Y agregó que la situación “no es de extrema gravedad, pero estamos alertas”. Además hubo intento de saqueos tres supermercados. Los vecinos de los barrios más perjudicados –en especial los del cordón noroeste de la ciudad–, le dijeron a Clarín que esto ya es habitual. “Caen dos gotas y pasa siempre lo mismo. Tuve que mandar a mi mujer y a mi hija a la casa de una hermana porque yo me quedo acá por miedo a que me roben”, contó Luis, del barrio Don Bosco, uno de los más afectados.Además de las ciudades, los campos de la región están sufriendo los avatares de la lluvia. Este fenómeno climático tiene a maltraer a más de un millón de hectáreas y peligran las producciones tamberas, ganaderas, hortícolas y a los cultivos de soja y maíz.La lluvia en los departamentos del este de Catamarca (El Alto, Santa Rosa y La Paz) se extendió desde el lunes a la mañana hasta ayer. Las autoridades estiman que cayeron unos 300 milímetros, cuando la media anual para el Valle Central de Catamarca es de 450 milímetros, es decir que allí llovió en un día casi lo que un año en la capital provincial. Crecieron 5 cursos de agua en la zona, caracterizada por el desmonte para la plantación de soja. Sin posibilidad de escurrir, el agua anegó las riberas y después fue avanzando sobre el terreno, que se quedó sin capacidad de absorber. Bañado de Ovanta es la población más afectada, con un metro de agua dentro de las viviendas. Está aislada porque se cortó el cruce por el río El Abra, que la comunica por la Ruta Nacional Nº 64. Alijilán y Manantiales son otras dos localidades qeu se quedaron sin que la gente pueda ni ingresar a dar asistencia ni salir. En total hay 1.000 evacuados.La situación en Santiago del Estero es similar: hay unas 900 personas evacuadas por la tormenta que duró más de 5 horas. A las 8.30 de la mañana de ayer, el gobierno debió decretar el asueto administrativo y escolar en toda la provincia. Se estima que en 3 horas cayeron 200 milímetros. Mientras, la Subsecretaría de Defensa Civil informó que ya hay más de 900 familias con problemas, especialmente en zonas del interior como en Los Juríes, Bandera, Tomás Young, Icaño (al sur), San Pedro de Guasayán, Lavalle, Frías, Tapso (oeste), El Aspirante, Campo Toledo, Mailín, Real Sayana, entre otras.En San Luis, ya hay mil afectados, entre evacuados y autoevacuados. Omar Terc, jefe del programa San Luis Solidario evaluó: “Lo más complicado hasta el momento es Lafinur. Los evacuados están en la escuela de Los Cajones. Hay 30 centímetros de agua que cubren el pueblo. Estuvieron con la intendenta Gladis Cornejo se les llevó asistencia para la atención primaria, también a Santa Rosa”.El fuego, en tanto, mantiene en vilo a la Patagonia, donde la gran sequía complica la situación en varias localidades de Río Negro y Chubut. Los incendios siguen fuera de control en Cholila, donde ya quemó más de 34 mil hectáreas. A eso se sumó ayer la erupción del volcán Villarrica, en Chile, que despidió un kilómetro de lava y tres de humo, y puso en alerta a todas las poblaciones del lado argentino, en especial a Bariloche, San Martín de los Andes (ver página 32).Informes: Erico Vega (Santa Fe), Ariel Arrieta (Catamarca), Oscar Flores (San Luis) y Julio Rodríguez (Santiago del Estero).