*Según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 cerraron casi 30 empresas por día y se destruyeron 276.000 puestos de trabajo registrados.
(*30/nov./ 2025)
La crisis industrial se profundizó en Argentina bajo la gestión de Javier Milei: entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 cerraron casi 30 empresas por día y se destruyeron 276.000 puestos de trabajo registrados. La combinación de caída del consumo, apertura importadora y derrumbe de la demanda interna está reconfigurando el mercado laboral con efectos estructurales.
Según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo analizados por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desaparecieron 19.164 unidades productivas en menos de dos años. El ritmo equivale a 432 empleos formales menos por día. El relevamiento del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA indicó que en agosto de 2025 se perdieron 33.000 puestos respecto del mismo mes de 2024, con Buenos Aires y CABA como las jurisdicciones más afectadas.
Las pymes orientadas al mercado interno son las más golpeadas. El economista Nicolás Taiariol explicó que la reducción del poder de compra y la falta de políticas de estímulo impiden la recuperación. Aunque el desempleo no refleja de inmediato la magnitud del cierre de empresas, crecen las changas y el empleo informal. La consultora Synopsis detectó que casi el 30% de los argentinos considera al desempleo como el principal problema del país.
El deterioro se refleja en casos emblemáticos
Whirlpool cerró su planta de Pilar y despidió a 220 trabajadores; Electrolux suspendió a 400 empleados en Rosario; Mabe clausuró su fábrica en Córdoba; y Magnera bajó la persiana en Pilar. El sector textil perdió 333 empresas y 14.000 empleos, con cierres en Corrientes, Lanús, La Rioja y suspensiones en Mar del Plata. La industria metalúrgica redujo 60.000 puestos, con Essen, Dana y SKF entre las firmas que recortaron personal.
El comercio también sufre: Yaguar cerró en Bahía Blanca, Cencosud clausuró locales en varias provincias y Frávega despidió en Temperley. La quiebra de La Suipachense dejó a 140 familias sin ingreso y ARSA sumó 400 despidos. En Santa Fe, DBT-Cramaco se reconvirtió en distribuidora de productos importados, mientras Newsan en Ushuaia no renovó 150 contratos.
Especialistas advierten que la recuperación será lenta, dependerá de reformas laborales y de la expansión de sectores como minería, hidrocarburos y servicios digitales. Sin embargo, las pymes y la industria vinculada al mercado interno continúan en retroceso, con un horizonte incierto para el empleo formal. (*APFDigital)
