«La afectación en los servicios de transporte va a ser muy fuerte», afirmaron los gemios.
Frente al paro que concretarán gremios opositores este 9 de junio, desde el gobierno nacional salieron a cuestionar la medida. Así, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, la calificó como «un despropósito» y afirmó que «si hay un gobierno que ha trabajado para mejorar el transporte público es éste». En tanto, el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, denunció que la huelga que afectará a trenes, colectivos, el sector portuario y el aéreo está vinculada «con un proceso electoral».
Desde el sector gremial, el jefe de la Confederación Argentina del Transporte (CAT), Juan Carlos Schmid, adelantó que «la afectación en los servicios públicos» como trenes y colectivos del paro nacional del martes «va a ser muy fuerte».Para Schmid, «es una muestra de la incapacidad del gobierno para ofrecer una alternativa que no sea la voz única de la presidenta» Cristina Kirchner.
En diálogo con radio Mitre, Schmid, quien además es el titular del gremio de Dragado y Balizamiento, afirmó que por la medida de fuerza «parará el sector portuario y marítimo, como así también el aéreo, ferroviario y demás actividad del transporte». «La afectación en los servicios de transporte va a ser muy fuerte», reiteró Schmid.
Por su parte, Pablo Moyano, secretario adjunto del gremio de Camioneros, enfatizó que la huelga es consecuencia de que «el gobierno tiene la incapacidad de reconocer los problemas que existen en la economía».
«Acá hay que decirlo: si la paritaria queda atrás de la inflación, no es otra cosa que un ajuste», remarcó Moyano también en diálogo con la misma radio. El legislador del sector sindical insistió que «el año pasado hubo una pérdida de poder adquisitivo muy grande por parte de los trabajadores».
En tanto, el diputado y jefe del gremio de los empleados de peaje, Facundo Moyano, advirtió que desde el «gobierno están intentando por todo los medios bajar a la Unión Tranviario Automotor (UTA) del paro, para decir después que la huelga no fue contundente». De todos modos, el jefe la UTA, Roberto Fernández, ratificó ayer la medida, al decir que con la «salud y el estómago no se jode».
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, consideró que la huelga «es un despropósito». El funcionario argumentó que «los motorman tienen en promedio un salario de 30 mil pesos por mes y transportan a muchísimos argentinos que ganan mucho menos de eso». El precandidato presidencial agregó: «Si hay un gobierno que ha trabajado para mejorar el transporte público es éste», consignó Infobae.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó que la medida de fuerza es «casi contra las paritarias» y está vinculada «con un proceso electoral», en referencia a los comicios presidenciales de este año.
Tomada sostuvo que si bien «no comparte» los motivos de la medida de fuerza que realizarán las CGT opositoras Azopardo y Azul y Blanca, la CTA Autónoma y la Confederación Argentina del Transporte (CATT), la medida de fuerza tiene además «un fuerte contenido partidario».
El funcionario planteó que la protesta en reclamo de la modificación de la escala del Impuesto a las Ganancias, entre otros puntos, está «vinculada claramente con un proceso electoral, lo cual le quita cierta impronta de paro sostenido en reclamos sindicales consolidados». «Es evidente plantear que este paro es casi contra las paritarias, porque se está hablando de algo que ni siquiera ha empezado a ocurrir con relación a los propios gremios que convocan», indicó.