«La violencia en Irak nos hace llorar y nos deja sin palabras», afirmó el Papa Francisco. El Papa Francisco criticó los «actos de violencia contra musulmanes y cristianos» que se viven en Irak, en particular en Mosul, que «nos hacen llorar y nos dejan sin palabras»
«En estas horas dramáticas estoy cercano a todo el pueblo de Irak, en especial la de la ciudad de Mosul. Nuestras mentes están sacudidas por los viles actos de violencia que hace demasiado tiempo que se están cometiendo contra ciudadanos inocentes,sean musulmanes o cristianos, sean pertenecientes a otras etnias o religiones», criticó el pontífice durante el Ángelus de este domingo en Plaza San Pedro.
Francisco: «La violencia en Irak nos hace llorar y nos deja sin palabras»
«Estoy dolorido por las noticias que llegan del asesinato a sangre fría de numerosos hijos de esa amada tierra, entre ellos también tantos niños. Esta crueldad hace llorar, dejándonos sin palabras», denunció.
«A nuestra palabra de solidaridad la acompaña el testimonio de mi recuerdo en la oración para que Irak, duramente golpeado, sea fuerte y firme en avanzar hacia un futuro de seguridad, de reconciliación y de paz», agregó Francisco antes de pedir a los 50.000 fieles presentes que se unieran en la oración por el país.
En las últimas horas, tropas iraquíes y kurdas avanzan en el país asiático para tratar de liberar a Mosul del control al que está sometida en buena parte por los yihadistas del grupo islamista radical Estado Islámico (EI).
Ayer, las fuerzas de seguridad iraquíes liberaron completamente la estratégica ciudad de Bartala, situada a unos nueve kilómetros de Mosul e irrumpieron en Al Hamadaniya, a unos 27 kilómetros de la capital de Nínive y principal feudo del EI en Irak.
En los últimos días, incluso la ONU denunció que el EI obliga a residentes de la periferia de Mosul a trasladarse a esta ciudad para utilizarlos como escudos humanos, frente al avance de las fuerzas iraquíes.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU indicó Ginebra que ha verificado informaciones relacionadas con el traslado de más de 500 familias desde dos áreas periféricas, forzados por los yihadistas.
Según se denunció esta semana por el organismo internacional, una vez en Mosul, los civiles son ubicados «cerca de las oficinas del EI y de los lugares donde operan para que les sirvan como escudos humanos», mientras a los que están en la ciudad se les impide salir de ella, agregó.