Noticias Agropecuarias, varias…

Agroclave (La Capital)
*La producción porcina, eje de un plan de desarrollo territorial.

Una estrategia que involucra organismos públicos y referentes privados apunta a fortalecer las redes de pequeños y medianos productores.

Producción Porcina en crecimiento...
Producción Porcina en crecimiento…

 La producción porcina es una actividad central para preservar la agricultura familiar y la tradicional chacra mixta de la región pampeana, con todo lo que eso representa: diversificación, valor agregado, empleo y desarrollo local de pequeños y medianos productores. Pero una historia de crisis cíclicas lo llevó a una situación de estancamiento.«En los años 60, Chañar Ladeado era reconocida en Europa como un polo importantísimo de producción porcina; los brasileños venían a llevarse nuestro material genético, cuarenta años después ellos tienen 50 millones de cabezas y nosotros no pasamos de 3,5 millones». Así lo cuenta Raúl Oddino, veterinario de esa localidad del sur santafesino.

Hijo de productores, productor, investigador y profesional, es un referente histórico de la actividad. Fue en los años 70 uno de los promotores de la creación del Instituto de Porcinotecnia de Chañar Ladeado, un centro de características únicas dedicado a prevenir, investigar y combatir enfermedades que, básicamente, afectan a la producción porcina, aunque también se extiende a otras especies.
Inaugurado con inversión del gobierno provincial en 1981, el instituto recorrió el tortuoso camino de la actividad porcina y del país en general. Pasó alternativamente de la gloria a Devoto hasta que hace dos años se instrumentó desde el Ministerio de Producción de Santa Fe una agresiva propuesta para devolverlo a sus épocas de oro.
Uno de los primeros pasos fue reconstituir la asociación de apoyo al instituto, que reúne a veterinarios, productores, entidades de la producción y autoridades comunales, entre otros. Juan Lombardi, presidente de la asociación, recordó que «el instituto estuvo a media máquina hasta 2011, cuando comenzó a implementarse un proceso de recuperación que incluyó una fuerte inversión pública en aparatología, la jerarquización profesional y la recreación de la red de instituciones que lo apoyan».
Melisa Fossaroli, veterinaria representante de la Sociedad Rural de Chañar ladeado, y Eliana Murray, microbióloga, están en la línea de batalla de los análisis, ensayos, tratamientos e investigaciones que se realizan en el instituto. Con la incorporación de material de laboratorio sofisticado, confían en «ganar eficiencia y rapidez» en el diagnóstico y tratamiento de problemas sanitarios sensibles, como la enfermedad de Aujeszky, la brucelosis porcina y la anemia infecciosa equina.
Centro de referencia. La meta, aseguran, es convertirlo en un centro de referencia en sanidad, no sólo en el terreno del diagnóstico sino también en el de la investigación. «Contamos con el apoyo de la facultad de Veterinaria de Casilda y somos auditados por el Senasa», recuerda Fossaroli. Murray describe que el instituto cuenta con una sala de necropsia y laboratorios de serología, triquinelosis, bacteriología y serología Aujeszky.
Jorge Goizuetta, director del Senasa en el departamento Caseros, destacó el reposicionamiento del instituto de porcinotecnia en la red de laboratorios del organismo sanitario, «un status que se había caído». Recordó que la actuación del instituto no se circunscribió al combate de problemas sanitarios porcinos. En 2001, fue una de las bases de operaciones para combatir el brote de aftosa. Ahora mismo, es parte de la red que lleva adelante el plan de erradicación de la brucelosis bovina.
Territorios. Pero la recuperación de las capacidades del instituto en el control sanitario es el punto de partida de un plan más ambicioso. La idea del Ministerio de la Producción, y más específicamente de la Secretaría de Agricultura, que conduce Luis Contigiani, es que este emprendimiento sea la cabeza de un proyecto de desarrollo regional.
Adrián Sbodio, director de Regiones del Ministerio de Producción, explicó que para el gobierno de la provincia, el desarrollo de la ganadería menor es «la primera versión del desarrollo en los territorios». En el caso de Chañar Ladeado, subrayó, se trata de «recuperar su historia productiva, sus productores y su pueblo». La recuperación del instituto fue el primer paso porque «ahí aparece la trama de actores que fortalece la red de trabajo».
El segundo paso, añade Raúl Steffanazzi, asesor técnico del Ministerio de Producción, es avanzar en la comercialización. El modelo, en este sentido, es el que ya se comenzó a implementar con las pequeñas y medianas industrias lácteas nucleadas en Apymil. El asociativismo y la comercialización directa, con anclaje en los mercados regionales.
En las distorsiones del circuito de comercialización de la producción porcina anidan buena parte de las responsabilidades por la errática historia de este negocio. «Soy la tercera generación de criadores de cerdos, la comercialización nos tiene como pelotita de tenis, los que estuvimos con cerdos toda la vida enfrentamos problemas de mercado y de cobranza», se quejó el productor Juan Cataldi, representante de a Federación Agraria en el instituto.
El veterinario Carlos Jones, tesorero de la Asociación de Apoyo, consideró una barbaridad que «un chancho se venda a 9 pesos el kilo y en góndola cueste 70 pesos». Y describió que «mientras de Chañar salen 10 mil cerdos por mes, sólo hay dos frigoríficos en la provincia para faenarlos».
Venta directa. Lombardi, de la asociación de apoyo, enfatizó que el asociativismo del productor para la venta directa y la apertura de carnicerías de cerdo en los pueblos y ciudades del interior. «La carnicería propia de cerdo en el pueblo desprende al precio de este producto del de la carne vacuna», subrayó.
Oddino recordó que «en el mundo se consumen 45 kilos por habitante por año, mientras que en Argentina ese nivel es de 10 kilos». Eso marca un déficit pero también un potencial de mercado, que según el referente de los veterinarios, sólo podrá convertirse en desarrollo local en la medida en que los porcinicultores sigan el camino de sus colegas polleros: «Los avicultores salieron de sus crisis cíclicas cuando empezaron a vender el pollo muerto, mientras nosotros no vendamos el chancho muerto no vamos a salir».
Sbodio, del Ministerio de Producción, comprometió el apoyo de la provincia en financiamiento y en la promoción de instalaciones de faena. De hecho, ya se puso en marcha un fondo rotatorio, que va por la segunda etapa. Son más de un millón de pesos destinados a la compra de reproductores, infraestructura, reserva de forrajes, blanceados y sanidad por parte de los pequeños y medianos productores porcinos.
También se destinan recursos a la capacitación y promoción de la actividad. En una primera etapa, los recursos llegaron a unos 19 productores.
Testaje. La próxima gran apuesta es la creación de un centro de testaje de reproductores porcinos puros de pedigree. Una iniciativa que implica un diálogo con los cerca de 40 cabañeros que hay en el país. «Los países que progresaron en esta materia lo hicieron por tener centros de testaje, que permiten evaluar a los mejores reproductores y usar su genética para avanzar en la producción de carne», explicó Oddino, quien está convencido de que la recuperación del cerdo criollo requiere dar el salto de la selección fenotípica al control de otros aspectos como la conversión, el crecimiento, el peso diario y la calidad de la carcaza. La puesta en marcha de un centro de testaje demanda una inversión de 4 millones de pesos. También un trabajo de sensibilización. «El tema es que hay un control mayor sobre los reproductores, se ve qué hay debajo del cuero, pero no hay otra alternativa que seguir el avance genético», completó Goizuetta, del Senasa.
Ya se están realizando gestiones oficiales para que se permita la importación de semen de reproductores de Estados Unidos y Australia, en busca de superar el estancamiento genético que se produjo por los altos niveles de cosanguinidad en las existencias del país.
La visión del desarrollo territorial orienta esta y otras iniciativas relacionadas con la recuperación de producciones que fueron tradicionales antes de que el agronegocio a escala uniformara el paisaje de la región pampeana. Oddino recuerda que cuando se creó el instituto de porcinotecnia, en la zona de Chañara Ladeado había 250 criadores. «Hoy queda un 15 por ciento», se lamentó.

 

Los nuevos vientos que se vienen en el mercado global de granos.

Los biocombustibles, el crecimiento de los países emergentes y la inversión financiera traccionó el ciclo de altos precios. Ahora, se avizoran cambios.

Puertos argentinos...
Puertos argentinos

 Los precios de los granos a valores nominales, tanto en maíz como en soja, están estancados, pero cuando ajustamos por inflación en términos reales, venimos teniendo una tendencia decreciente». Así describió la situación del mercado de granos el director de Austral Agroperspectivas, Dante Romano, quien puntualizó que «de 2002 hasta acá hubieron ciclos alcistas, de los más largos de la historia, pero evidentemente algo está cambiando, ya que tuvimos un techo en 2012/2013 y esos picos siempre llegan al final y retoman la tendencia negativa, razón por la cual estamos atentos».
A la hora de contextualizar este nuevo «estatus de precios», como eligió definirlo, el especialista de mercados granarios de la Universidad Austral hizo referencia a tres factores que inciden de manera directa en el comportamiento de la demanda. Estos son los biocombustibles, los agroalimentos y los fondos de inversión como actores del negocio global.
La conjunción de estos tres elementos marcan la dinámica del mercado actual. «De las tres patas de la demanda, una sigue muy firme, los biocombustibles; otra crece a tasas más tranquilas, los agroalimentos; y la tercera, que son los fondos financieros, está decayendo», dijo y agregó que, de todos modos, «el mercado logra absorber este movimiento». Esto porque «ya no hay una crisis financiera como sucedió en 2008 y no estamos en ese escenario», tranquilizó Romano.
Así todo, «la oferta necesita una señal de precios todos los años», agregó.
La pregunta del millón es si el mercado continuará con este nuevo estatus de cotizaciones y cuáles fueron las causas de la reversión de esta tendencia que venía en rangos altos de precios. Según indicó Romano, la cuestión se explica porque «hay una mayor demanda y éste no es un tema menor, ya que en el mercado de alimentos las sorpresas suelen venir por el lado de la oferta». «La oferta oscila en función de cómo se viene dando el año productivo», señaló. En cuanto a la demanda, opinó que «influyen las tres patas» de biocombustible, alimentos y fondos de inversión.
Romano disertó en la presentación del Programa de Agronegocios (PDA) de la Facultad de Ciencias Empresariales, Centro de Agronegocios y Alimentos, de la Universidad Austral.
En relación al mercado demandante de los granos locales, el analista recordó los cambios de los últimos años.
La primera de las transformaciones llegó por el lado del desarrollo de los biocombustibles, que generaron un mayor consumo de maíz y soja. Su crecimiento venía siendo muy exiguo, lento y paulatino. A mediados de los 90 empezaron a aparecer las primeras fábricas de biocombustibles en Europa. «Con costos mucho más altos que el petróleo, esto tenía que ver con los niveles de ingresos y las preocupaciones ambientales», rememoró. A partir de 2001, hubo un cambio fundamental. Después de las Torres Gemelas, la tensión geopolítica se aposentó en los territorios productores de petróleo. En la búsqueda de reducir la dependencia energética se le dio aire a los biocombustibles. «Pero muchos de estos desarrollos todavía no estaban técnicamente disponibles», dijo Romano.
Señaló que la gran ventaja vino con el biodiesel, ya que los combustibles líquidos se pueden mezclar con otras fuentes de energía.
Sobre el presente, el disertante dijo que «el crecimiento inicial está estabilizándose, la industria maduró y crece a tasas reducidas».
En tanto, los biocombustibles de segunda generación se están trabajando principalmente para usar otro tipo de materias primas.
LOS AGROALIMENTOS. Otro de los factores influyentes es la mayor demanda de alimentos en cantidad y calidad que se vincula al denominado bloque Bric (por Brasil, Rusia, India y China).
El mismo generó grandes cambios, fruto de su gran expansión. «La mayor demanda de granos implica que la presión sobre el recurso suelo es mucho mayor. Y todavía hay lugares del mundo donde los niveles de alimentación son bajísimos. Ese es el gran desafío», advirtió Romano.
Los fondos. Por otra parte, el especialista ubicó a la tercera pata de la demanda en los fondos financieros en el mercado de granos.
Las compras de commodities como refugio ante emisión de dólares traen la última clave en el aumento de la demanda. «Los inversores han colocado parte de sus dineros comprando granos y, entre 2012 y 2013, esto implicó un gran cambio en la tendencia de precios».
Estos fondos compraron 110 millones de toneladas de maíz, trigo y soja en 2008. Pero fue cuestión de tiempo, y los capitales comenzaron a retirarse de los mercados.
«En 2009 vendieron sus carteras, repuntó un poco en 2011 y desde entonces los negocios vienen desarmándose», mostró Romano.
La oferta. Qué ocurre con la oferta. ¿Tenemos espacio para un mayor aprovechamiento de la tierra? Romano señaló algunas posibles regiones para crecer: «América latina y el Caribe, considerando altos costo de producción; el frica subsahariana, aunque hablamos de países muy inestables. En los países industriales también se cuenta con algo de superficie, pero nos encontramos con el problema adicional de la degradación de los suelos por presión de la agricultura», indicó.
«Lo que empieza a suceder en el mundo es que los incrementos de producción se empiezan a dar por mejoras en el rendimiento. Gran parte por la apuesta a la tecnología. Pero es muy cara y hay que financiarla con precios más altos», agregó.
A futuro, Romano mostró una maduración del ciclo de inversión y desarrollo. «En el polo tecnológico de Rosario se está haciendo una inversión muy grande, a través de Bioceres», dijo. Mientras tanto, los precios siguen altos.
«Tendríamos un buen nivel de ingresos, no por cuestión de precios sino por cuestión de volumen. La demanda no se está retirando», describió y auguró que «una nueva revolución productiva hará que los rendimientos sean otros, los precios se moderen y sigamos aportando valor agregado mayor».
«Este proceso se está produciendo, va a cambiar la forma de hacer agricultura», dijo.
Para finalizar, se refirió al «viento de cola que estuvo empujando a los países que generan agroalimentos». Sigue estando vigente pero hay que entender esta dinámica y ver cómo es posible aprovecharla.

 

Los productores retienen soja y esperan los precios de Chicago.

Los especialistas advierten que hasta el momento sólo se lleva vendido entre un 20 y 25 por ciento de la soja, un porcentaje muy inferior a otros años.

Campos y producción...
Campos y producción…

Certezas, retenciones, precios, devaluación. El vocabulario del productor agropecuario para la campaña nueva que debutará en pocas semanas con el arranque de la siembra del trigo se repite desde hace varios años, aunque con cada nueva temporada la configuración de prioridades cambia y se acomoda según las necesidades y las obligaciones de la coyuntura.
Tras un primer semestre que arrancó con devaluación y termina con tarifazos, el grueso de los productores agropecuarios nacionales optó mas que nunca por guardar la soja a la espera de que los precios en Chicago toquen su techo, y sobre todo de que la segunda parte del año venga con otra vuelta de depreciación del peso, lo que se traduciría en nueva licuación de sus costos.Con la retención (de mercadería) como dato saliente, la campaña 14/15 debutará con una mayor superficie destinada al trigo gracias a las excelentes reservas de agua en los suelos, precios que sin descollar acompañan y una necesidad creciente por parte de los productores de la zona de agregarle mayor rentabilidad al campo.
Con una buena cosecha adentro, precios altos para las posiciones cortas y renovadas expectativas de devaluación, el grueso de los productores espera todavía señales políticas tranquilizadoras para afinar decisiones: «lo mas importante es darle seguridad al productor, certezas, venimos de meses muy movidos con devaluación y movimientos del dolar y esas son cosas que juegan sobre la expectativa del productor y no ayudan. Necesitamos períodos de tranquilidad donde se pueda proyectar a largo plazo, venimos de tiempos de mirar el hoy y cuesta mirar mas adelante», sintetizó Andrés Ponte, de Zeni.
La vuelta del trigo. Una de las características mas salientes de la nueva campaña es la vuelta al ruedo del cultivo de trigo, que según la mayoría de los pronósticos mejorará su superficie sembrada entre un 10 y un 20 por ciento según las zonas.
Según explicaron diferentes referentes del sector, este incremento esperado de la producción triguera encuentra sus razones en un combo que incluye las buenas lluvias previas a la implantación; precios que sin ser récord tampoco son malos; y por último la necesidad de agregar algo mas de rentabilidad al campo.
«Creo que la campaña triguera va a ser muy buena, las expectativas de siembra son superiores a las del año pasado y las buenas lluvias de los últimos meses fueron vitales», señaló Ponte, quien agregó que a pesar de que los valores no son «espectaculares» como los de los dos últimos años, de todas maneras «se empieza a notar una fuerte inquietud por tratar de tomar coberturas».
Del mismo modo Fernando Botta, de Agrobrokers, confirmó que la intención de siembra es bastante alta, por lo menos para esta zona. «Todavía no tenemos información del sudoeste de Buenos Aires que es el que define la campaña, pero vemos que en algunas zonas hay una intención interesante de aumento de siembra respecto al año pasado».
Los indicadores mas ciertos en ese sentido son los de los Crea, que hablan de 17 por ciento, con informaciones que estiman un incremento superior al 20 o 25 por ciento, incluso al 30.
Según el consultor, esta mejora se explica por al menos dos razones: por una parte, algunos productores evaluaron que con soja de primera solamente no llegaban a cubrir los alquileres de entre 17 y 18 quintales que se están pagando, y que la única forma de hacer rendir el campo era yendo al doble cultivo.
Además, para muchos en Santa Fe la campaña sojera no fue extremadamente buena y buscan sumar productividad con el trigo, «que muestra precios bastante interesantes». «Mucha gente guiándose a partir de los precios viejos esta armando la campaña nueva».
Botta señaló que los primeros precios nuevos que se ven «también son buenos», lo que suma interés.
Desde una mirada política, el secretario de Agricultura de la provincia, Luis Contigiani, informó que la semana pasada los ministros de la Producción de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe llevaron una propuesta al Consejo Federal agropecuario para una reducción de las retenciones al trigo. «Entendemos que estamos en el momento justo de dar una señal al productor porque el mismo gobierno reconoció que la situación en términos de superficie y producción está en el peor momento de su historia», dijo.
Respecto a lo que se espera para el ciclo 14/15, subrayó que la mayor intención de siembra es un dato casi inevitable al venir de la peor temporada en décadas. «Habrá una mayor intención de siembra por recomposición de precios, y porque sólo podía ser mejor que el año pasado porque cualquier cosa iba a ser mejor».
Precios y retenciones.
En un año que comenzó muy movido con la devaluación del peso y que siguió con toda una serie de medidas de corte ortodoxo, los productores agropecuarios aportaron lo suyo con la decisión masiva de no vender mercadería a la espera de mejores precios externos, y también ante la posibilidad de que el segundo semestre venga otra devaluación.
Todos los especialistas consultados coincidieron en señalar que, a la fecha, apenas se lleva vendido entre el 20 y el 25 por ciento de la campaña sojera, un porcentaje muy inferior a los de otros años.
«Si comparamos con los últimos cuatro o cinco años el nivel de retención de mercadería es violento, se lleva vendido apenas un 20 por ciento de la cosecha, con muy poco mas comprometido y sin precio», dijo Ponte, para quien este es un dato que marca una vez más «lo poderoso que es el productor y como puede defender sus precios si no cree que son los justos o lo que ellos esperan».
Señaló que mas allá de lo que muestran los mercados internacionales, hay que tener muy claro que «hoy hay 40 millones de toneladas de soja en mano de los productores, y si saben defender el precio van a hacer probablemente que los precios internacionales tengan que subir».
Por su parte, Botta se mostró optimista al remarcar que si los precios están estables es por las ventas externas: «Es la campaña de stock final de soja mas ajustada de la historia americana, si no hay cancelaciones tendrán que seguir bajando los stocks, en principio hasta junio tenemos que tener un mercado firme».
Respecto a la retención de mercadería, opinó que aunque haya buenos precios internacionales ésto no significa que sean muy buenos para el productor, que retiene porque hay una alta inflación interna de costos de los bienes no transables que levantó el costo de producción.
«Hay productores a quienes no les cierra la ecuación, no venden soja porque no les cierra el número. Esperan además a ver que pueda pasar en el mercado cambiario, para el productor esto no es un dato menor porque la modificación del tipo de cambio licua los costos internos, que es el que los está matando hoy».
Julio Calzada, de la Bolsa de Comercio de Rosario, se mostró menos convencido de que retener soja sea una buena opción para el productor local. «Se lleva vendido un 25 por ciento de la cosecha y esa es una cifra baja porque otros años los productores han llegado a vender para esta época entre el 37 y el 45 por ciento», dijo, para agregar que los precios en Chicago son muy altos para la posición mayo, pero que en cambio la posición de octubre —cuando ingresa la soja estadounidense— es mucho más baja.
«Esto siembra dudas respecto a la decisión del productor de retener, tal vez lo haga porque piensa que pueda haber un retoque en la política cambiaria en el segundo semestre», dijo Calzada.

Barbecho: una herramienta más para darle batalla a las malezas

Los especialistas aseguran que de este modo se pueden atacar las tolerancias y resistencias, un problema que hoy jaquea al productor.

Berbechos...
Berbechos…

 El barbecho fue desde siempre una oportunidad para acumular recursos y modificar propiedades del suelo para beneficio del cultivo por venir. Hoy su manejo contempla otro aspecto inevitable: las malezas resistentes y tolerantes.
En un reciente informe publicado por Agroconsultas Online y «Cultivar Conocimiento Agropecuario», los especialistas Emilio Satorre y Federico Bert plantearon conceptos renovados en relación al manejo del barbecho. Según describieron, la aparición de malezas de difícil control cambió el propósito que originalmente tenía el barbecho. «Al planificarlo se solía decidir sobre las malezas en relación a su impacto en la reducción de recursos. Las decisiones se apoyaban en preguntas como: ¿cuán infestado está el lote?, ¿cuánto podrían crecer las malezas?, ¿cuántos recursos capturarían? Y en función de ello se definía la estrategia de control: el cómo y el cuándo», dijeron.
Al presente, la proactividad es el valor que prima y la idea del manejo de barbechos se integró a la necesidad de prevenir la instalación y evolución de las malezas de difícil control. «¿Qué especie tengo? ¿En qué estado están? Son las nuevas preguntas que alimentan nuestras decisiones. Es decir, con presencia de malezas de difícil control, el manejo del barbecho es una oportunidad no sólo para evitar el consumo de recursos, sino para evitar o reducir la presencia de esas malezas que en el siguiente cultivo dificultarán y encarecerán el control, además de reducir pérdidas por competencia, reduciendo el resultado», afirmaron los especialistas.
EL MOMENTO INDICADO.
En cuanto al estado de crecimiento de las malezas, el barbecho es una excelente oportunidad para evitar su establecimiento y progreso a estados de mayor dificultad de control.«Una parte importante del problema de malezas de difícil control se resuelve entonces actuando a tiempo», advirtieron Satorre y Bert en su informe, al tiempo que aportan algunos conceptos clave en el manejo del barbecho de la agricultura actual.
En primer lugar, se trata de planificarel barbecho desde muy temprano, incluso desde antes de cosechar el cultivo anterior. En segundo lugar, de diagnosticarla situación del barbecho con su monitoreo temprano y continuo, atendiendo a la presencia de malezas desde el mismo momento en que se cosecha el cultivo predecesor. Por último, actuar con las herramientas planificadas disponibles para un resultado eficaz y eficiente.
Tratándose del otoño (abril – mayo), Satorre y Bert afirman que «el primer momento clave es luego de la cosecha del cultivo anterior ya que es la primera oportunidad de iniciar el control. Independientemente del nivel, si en este momento el lote tiene malezas, éstas deben controlarse», dijeron.
«Este otoño en particular viene bien provisto de humedad», manifestó el gerente del Sistema Chacras Juan Caporicci, lo cual hace presuponer la aparición de nuevas camadas de malezas previas al invierno.
«Como la mayoría de las malezas hoy son de difícil control, lo recomendable es que no prosperen dentro de los lotes, porque puede ser un problema que a futuro sea mucho más costoso de solucionar. De manera que la recomendación es controlar con la mayor eficiencia posible, y dependiendo de las malezas presentes, generar acciones que ayuden a mantener el lote limpio durante el invierno», dijo.
«Hay que pasar el invierno», parafraseó Martín Marzetti, gerente de la REM de Aapresid. Para lograrlo, cita dos grandes opciones: «La primera es el barbecho químico, haciendo las aplicaciones que sean necesarias. Aunque normalmente se trate de una en el otoño y otra en primavera, ésto dependerá de la zona, el año y las malezas presentes». La segunda opción es incluir un cultivo de invierno, para cosecha o de cobertura. En cualquiera de los casos, buscando que el cultivo compita con las malezas que intentan nacer en esta etapa del año.
«Sea cual sea la opción adoptada, lo importante es no dejarle libre la cancha a las malezas», subrayó Marzetti. «Es fundamental sembrar sobre un lote limpio. Y limpio, es limpio. Aunque parece algo sencillo de comprender, el no cumplimiento de esta premisa es la principal causa de lotes sucios con rama negra. Asegurarnos de que el lote esté limpio puede requerir, en determinadas situaciones, atrasar algunos días la siembra. Pero esto es siempre preferible a lidiar con un lote sucio hasta la cosecha», concluyó.
EL LUGAR DEL HERBICIDA.
«La estrategia de barbecho más adecuada para cada lote dependerá de varios factores: cultivo a sembrar, genética a sembrar (por ejemplo RR, STS, CL), tipo y estado de malezas, productos disponibles y precios. Claramente, el producto herbicida es uno más de varios factores», dijeron Bert y Satorre.
Pero otra de las distancias que surgen respecto del viejo manejo, es que el hecho de planificar los barbechos desde temprano, da la posibilidad de incorporar algunos herbicidas residuales. En palabras de los especialistas, se describen como «una herramienta indispensable para lograr buenos controles de algunas malezas difíciles, evitar el establecimiento de las mismas (anticiparse al problema) y disminuir número de aplicaciones reduciendo los costos», indicaron.
«La recomendación de buscar de controlar malezas difíciles cuando están en su estado de semilla con herbicidas residuales, puede resultar la opción más segura porque no le estamos dando chances a las malezas a que prosperen y en su estado adulto generen mecanismos para sortear aplicacionespost emergentes», dijo Caporicci.
Por otro lado, Caporicci reafirmó que en malezas como Raigrás anual, que son de ciclo invernal, son recomendables aplicaciones tempranas (abril/mayo) de herbicidas residuales que cubran las distintas camadas de esta malezas.
Estrategias de manejo. ¿Cómo abordar el manejo? El otro nuevo concepto que impone el manejo de barbecho es que cada lote es una situación singular (dependiendo de su historia, cultivos, manejos, etc.) que merece un análisis particular.
«Siempre nos referimos a una concepción más amplia que la simple elección del herbicida para controlar a las malezas: se trata de implementarlo bajo un enfoque de sistemas. Y considerar que no sólo del barbecho depende el destino de las malezas; otras múltiples decisiones asociadas al diseño del sistema productivo como las rotaciones, intensidad de uso de la tierra, proceso de cosecha, etc., también condicionan su presencia», advirtieron Bert y Satorre en su informe.
En el lote, se refuerza la necesidad de comenzar a pensar el barbecho desde temprano y en base a un constante monitoreo. Las estrategias, los productos y los momentos de intervención son importantes, pero funcionarán integralmente si responden a una planificación temprana y a decisiones apoyadas en un diagnósticoconstante. «De otro modo, es posible que incrementen nuestros costos, con resultados variables y, por qué no, se conviertan en parte del problema que pretendemos resolver, o en el germen de otros nuevos problemas», agregaron.
«Monitoreo, monitoreo, monitoreo», recomendó Marzetti. Ninguna decisión puede tomarse sin un adecuado monitoreo. Esto implica ir periódicamente el lote, recorrerlo y anotar lo que se observa.