7 febrero, 2016
A los 2 minutos del segundo tiempo, Nazareno Solis puso de tiro libre en ventaja a los cordobesas; sobre el final, Wilfredo Olivera metió la mano en el área, vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con uno menos. Además, le dio un penal al Decano, que Fabricio Lenci cambió por gol.
Lo perdía desde los 2 minutos del segundo tiempo, por el gol de Nazareno Solís de tiro libre. Pero sobre el final, Fabricio Lenci cambió penal por gol y puso el definitivo 1 a 1. En la “T” vio la roja Wilfredo Olivera.
Después del primer partido en Tandil, en el que Juventud no jugó bien, el equipo de Norberto Acosta tenía la posibilidad de mostrar otra cara ante su gente, que llenó la tribuna de cemento estrenada ayer. Pero enfrente estuvo Talleres de Córdoba, un equipo que, pese a no poder contar aún con figuras como Pablo Giñazú y Hernán Encina, mostró tener grandes jugadores, como el volante Rodrigo Burgos y el delantero Nazareno Solis. Lo que complicó demasiado al Decano durante casi todo el partido.
Los primeros minutos fueron luchados en la mitad de la cancha. Ni Lucas De León ni Mauricio Caranta tuvieron mucho trabajo. La pelota la dominaba Talleres, aunque lejos del área local. En tanto que Juventud abusaba demasiado del pelotazo para Mauricio Lenci y Martín Prosta, que nunca pudieron con las torres del fondo cordobés: Carlos Quintana y Wilfredo Olivera.
A los 22 minutos llegó la primera polémica. Tras algunos rebotes, empujaron la pelota al gol para que Lucas De León vuele espectacularmente y saque una pelota imposible. Todo Talleres gritó el gol y se lo reclamó al árbitro Ramiro López, que no vio lo mismo.
El partido no era bueno, aunque era el visitante el que dominaba la pelota. Rodrigo Burgos se comió la mitad de la cancha y anuló a Diego Barrado, que nunca pudo juntarse con claridad con los de arriba y Juventud lo extrañó. Augusto Max, Exequiel Narese y Nicolás Gauna tampoco estuvieron a tono, por lo que el equipo de Kudelka ganó la pulseada del medio.
Con más pena que gloria –al menos dentro de la cancha-, se fue el primer tiempo. El espectáculo estuvo en las tribunas. Los hinchas decanos colmaros la nueva tribuna de cemento, con capacidad para 3500 personas, y los cordobeses, que llegaron en muy buen número, aportaron el calor de una hinchada que prácticamente no dejó de cantar en todo el encuentro.
A los 2 minutos del complemento, Nazareno Solís sorprendió con un tiro libre, desde no menos de 35 metros, que sorprendió a Lucas De León y puso el primer gol del partido. Talleres, sin mostrar demasiado, se ponía en ventaja.
Tras el gol, Juventud buscó jugar en el campo visitante, pero sus líneas seguían demasiado separadas y el centro al área se convertía en un repetido recurso que chocaba, todas las veces, con la buena defensa cordobesa.
La primera clara para Lenci la tuvo tras un centro al área que bajó Marchesini, corrigió Villalba y el delantero improvisó una media-tijera que se fue demasiado arriba del travesaño.
Sobre los 27’ lo tuvo Daian Vocos, pero el remate desde media distancia del lateral derecho se fue besando el lateral derecho del arco defendido por Caranta. Fue el propio Vocos –uno de los pocos puntos altos en Juventud- el que llegó hasta el fondo, tiró el centro, la pelota rozó el travesaño y salió.
Juventud la tenía muy complicada. Pero a los 43’, Wilfredo Olivera, dentro del área, le puso la mano al disparó de Ricardo Villalba, vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez. Fabricio Lenci cambió el penal por gol y de esta manera, aunque no jugó bien y se nota que le falta madurar al equipo, Juventud rescató un empate ante un candidato y sumó el primer punto del torneo.
(El Día / Gchú.)