En tanto el arzobispo local, Mons. Jorge Scheinig, invitó a su auxiliar a «embarrarnos para llevar esperanza, animar y tener con nuestro pueblo fatigado palabras y gestos de cercanía»
*El obispo auxiliar de Mercedes-Luján, monseñor Mauricio Landra, recibió su ordenación episcopal el último sábado 14 de octubre en el santuario de Nuestra Señora de Luján , por imposición de manos del arzobispo local, monseñor Jorge Scheinig. Fueron coconsagrantes, el obispo de Gualeguaychú, Héctor Zordán M.Ss.Cc; el obispo emérito de Goya, monseñor Ricardo Faifer, y el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano.
Concelebraron la Eucaristía, el arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre; el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari; el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi; el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera; el obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry SJ; el obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera; el obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa; el obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Montini; el obispo de Concordia, monseñor Gustavo Zurbriggen; los obispo auxiliares de San Iidro, monseñor Raúl Pizzaro y monseñor Guillermo Caride; los obispos auxiliares de La Plata, monseñor Jorge González, monseñor Alberto Bochatey OSA y monseñor Federico Wechsung; el obispo auxiliar de Merlo-Moreno, monseñor Oscar Miñarro; el obispo auxiliar de Quilmes, monseñor Eduardo Redondo; el arzobispo emérito de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan; el obispo emérito de Concordia, monseñor Luis Collazuol, junto con el clero local y sacerdotes de la diócesis de Gualeguaychú. También partició, monseñor Daniele Liesse, consejero de la Nunciatura.
En las palabras dirigidas al nuevo obispo, monseñor Scheinig destacó: “Le agradezco al Papa Francisco, a quien le pedí un obispo auxiliar y él, con mucha generosidad y prontitud, te designó a vos para esta tarea”.
El arzobispo recordó que “conservar el depósito de la fe es parte de nuestra misión apostólica y esto se ha convertido hoy en la Iglesia en un punto de tensión, que debemos saber transitar con serenidad”. “Necesitamos saber vivir de la fuerza vital que tienen las raíces de nuestra fe, pero no de manera nostálgica y yendo para atrás, sino impulsados hacia el futuro, futuro que esas raíces alimentan”, agregó.
Monseñor Scheinig subrayó que “los obispos necesitamos obedecer al espíritu que nos impulsa a la misión en la realidad concreta, no abstracta, porque en esa realidad están contenidas las llamadas que el mismo Dios nos hace y que debemos discernir eclesialmente, nunca en soledad”.
“Jesús tiene sobre sus pequeños esa mirada contemplativa que estamos invitados alcanzar todos, especialmente nosotros, obispos de la Iglesia, porque es una mirada que sana, eleva al otro, lo anima y le devuelve la dignidad perdida. Tenemos que saber repetir ese modo que Jesús tenía de mirar y hablar a las personas”, agregó.
El arzobispo dijo a monseñor Landra que “tu lema episcopal, ‘Todas las obras del Señor son buenas’, me dice que tu corazón es un corazón de pastor bueno y noble, que está en sintonía con el corazón de Jesús y de la Iglesia; me dice que sos un hombre que sabe ver de otra manera, que sos contemplativo de la vida y la realidad, podés ver la bondad; sos un hombre que sabe escuchar y también vos sos sal y luz y Jesús te hace su testigo”.
En referencia a la realidad social que atraviesa la Argentina, monseñor Scheinig afirmó que la Patria “necesita obispos que levantemos la vida y nuestro único poder es el servicio”.
“Necesitamos ser servidores y animadores de esperanza para nuestro pueblo herido. Te pido humildemente que me ayudes y también te invito a que juntos nos embarremos todo lo que sea necesario para llevar esperanza, para animar, levantar, y tener con nuestro pueblo fatigado palabras y gestos de cercanía, compasión, misericordia y ternura”, manifestó.
Por su parte, monseñor Landra recordó que eligió como lema episcopal «un texto del libro del Eclesiástico. Esta gran verdad es un reconocimiento que solo Dios puede hacer eso. Todo lo hace bien, porque es amor, es bondad, es misericordia y es confianza”. “Cada palabra, gesto y regalo del Señor expresan el amor que nos tiene. Su bondad todo lo puede y hace buenas todas las cosas, incluso las que no logramos entender y traducir. Yo doy fe de esto”, continuó.
“La mirada y el soplo de Dios es vida, es amor. El mismo vio que era todo bueno desde la Creación del mundo y del hombre”, aseguró.
“Si lo que nos toca vivir es de Dios, siempre es bueno y nos hace buenos. Por eso nos invita a ver como él nos mira. A vernos como él nos mira. Siempre he rezado por ver y experimentar esa bondad en cada etapa y decisión de mi vida y ministerio. Y ahora lo estoy haciendo delante de ustedes y de María”, agregó.
Finalmente monseñor Landra señaló que “en esta acción de gracias veo, una vez más, la bondad y la oración de la Iglesia. Gracias a toda la diócesis de Gualeguaychú, con su pastores y fieles. Esta peregrinación diocesana es un signo de esto. Gracias a Mercedes-Luján por recibirme con tanto cariño y con la que me comprometo a amar y servir junto a monseñor Jorge Eduardo”.
(Fuente: aica)