Luis Scola, el abanderado olímpico – «Mi vida es una montaña rusa que no para»

Luis Scola, el abanderado olímpico
El argentino que llevará la bandera en la ceremonia de apertura dijo que cuando recibió la noticia recordó los inicios de su carrera y sus tres desfiles anteriores. «Esto es totalmente diferente a todo los que me pasó», agregó
«No fue muy glamorosa la situación, porque estaba en el pasillo de una escuela viviendo ese momento emocionante. Pero me costaba caer», reveló el ala pivot de Toronto Raptors en una entrevista con el diario Clarín.
Luis Scola será el abanderado argentino en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2016. «Seré el responsable de llevar la bandera de la delegación de mí país en el escenario más grande e importante posible para un deportista», sostuvo.
El máximo goleador histórico de la Selección, estará por cuarta vez en una cita olímpica, con dos medallas en su haber: el Oro en Atenas y el bronce de Beijing. «Cuando me enteré, se me pasó la vida por delante. Me agarró una etapa de repaso, ganas de volver a pensar en mis inicios, en el camino recorrido. Recordé los primeros momentos, cómo empezó todo y aquellas esperanzas y los objetivos más humildes que los que terminaron llegando», dijo.
«Mi vida es una montaña rusa que no para, siempre pasa algo nuevo después de un logro. Pero esto es totalmente diferente», indicó Scola y añadió: «Tendré que caminar 400 metros con la bandera, solo, delante del resto. Serán 400 metros para pensar».
Sus tres desfiles anteriores
Luifa recordó cómo fueron sus anteriores experiencias en este tipo de eventos y dijo: «Es un momento increíble que dura una vuelta a la cancha. Luego hay que sentarse en el piso, esperar durante horas que pasen todas las delegaciones»
De Atenas 2004 recordó que antes de salir tuvieron una larga espera en un pasillo del estadio. «Empezamos a cantar y saltar, y terminamos desfilando todos transpirados, muertos, sin que nos importara nada de la alegría que teníamos», sostuvo.
«De Beijing recuerdo la espectacularidad y a Li Ning volando hasta encender el pebetero. Y en Londres tuve una premonición y mientras la gente estaba en otro costado de la cancha viendo algo, me di cuenta de que en el medio iba a pasar algo y fui hasta allí. Por eso cuando se encendió el fuego me saqué una foto bárbara porque estaba primero en la baranda y me calentaba», concluyó.
(Fuente – Infobae)