Los costos de los alquileres y la caída de precios de granos afectarán el nuevo año agrícola.

Los números no cierran y caen las previsiones de siembra extensiva de maíz, trigo y soja, en especial lejos de los puertos y por parte de pequeños chacareros. Inquieta la pérdida de competitividad cambiaria.

Los altos costos del alquiler de los campos en un escenario de baja de precios internacionales de los granos entre 18% para la soja y 12% para el trigo y maíz, en dólares, amenazan con minar el negocio agrícola en la próxima campaña, lo que pone entre la espada y la pared a los chacareros que producen en predios ajenos en un país en el que el 70 por ciento de las tierras productivas son arrendadas.

Siguen los reclamos del campo.
Siguen los reclamos del campo.


La situación ha obligado a algunos dueños de campos a reducir levemente los precios iniciales de alquiler para la temporada 2014/15, aunque en zonas marginales la ecuación sigue siendo demasiado riesgosa. Por eso, luego de una cosecha récord de soja y maíz en el ciclo 2013/14, muchos agricultores dicen que, para que cierren las cuentas, podrían verse forzados a recortar su área de siembra o reducir su inversión, lo que impactaría en la productividad de la nueva campaña, que está a punto de comenzar.

«Hay que empezar a hacerles tomar conciencia a los dueños de los campos de que hay que bajar los arrendamientos o vamos a tener que empezar a devolver la tierra, porque los números no cierran más», dijo Daniel Christiansen, que alquila 2.200 hectáreas para producir soja, trigo y maíz en la provincia de Santa Fe.

DANIEL CHRISTIANSEN: «HAY QUE HACERLES TOMAR CONCIENCIA A LOS DUEÑOS DE LOS CAMPOS DE QUE HAY QUE BAJAR EL ALQUILER, O LE DEVOLVEREMOS LAS TIERRAS»

En medio de una inflación galopante –estimada en cerca de 40 por ciento anual– y tras unadevaluación a principios de año que hizo despegar los costos de insumos importados, los agricultores que cultivan en campos ajenos deben pagar casi la mitad de su cosecha por usar esas tierras.

La Compañía Argentina de Tierras calcula que el alquiler de un campo de soja para el ciclo 2014/15 en la zona agrícola central del país cuesta entre 470 y 530 dólares por hectárea,dependiendo de la calidad del terreno, desde un nivel de entre 420 y 520 dólares en la temporada pasada. Con esos valores surge que un agricultor que siembre soja en campos ajenos este año deberá pagar en concepto de alquiler entre 1,6 y 1,8 toneladas del grano por cada hectárea producida, más de la mitad del rendimiento promedio de la soja 2013/14 en la mayor región agrícola del país, que fue de entre 3 y 3,3 toneladas por hectárea, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

«Hay lugares donde hoy se está dejando sin sembrar. O, si se siembran, se hacen con muy poca tecnología, con menos inversión», dijo a Reuters Omar Barchetta, diputado del Partido Socialista y director de la Federación Agraria Argentina.

ESTIMAN QUE ESTE AÑO EL COSTO DE ALQUILAR UN CAMPO SOJERO ES ESQUIVALENTE A LA MITAD DEL RENDIMIENTO PRODUCTIVO.

Los más chicos y alejados, los más afectados

En las zonas agrícolas de menores rendimientos, los costos son obviamente más bajos en términos absolutos, pero la inversión sigue siendo muy incierta para los chacareros. «Yo estoy viendo campos que eran agrícolas y que pasaron a ser para ganadería porque ya nadie los quiere sembrar, al perder competitividad», señaló Bernard Courreges, un chacarero que alquila 1.500 hectáreas productivas en General Villegas, en la provincia de Buenos Aires.

Según un informe elaborado por la Comisión de Enlace -que agrupa a las cuatro principales entidades que representan a los agricultores- y otras asociaciones del sector, los altos costos e impuestos a la exportación de maíz, sumados a la caída de su precio internacional, harán que en muchas zonas no sea rentable sembrar el segundo cultivo más importante del país.

Asuntos del campo.
Asuntos del campo.

En esa línea, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dijo el miércoles que el área destinada en Argentina al maíz 2014/15 caería un 10 por ciento, a apenas 3,2 millones de hectáreas, debido a los bajos precios internacionales del cereal y a los altos costos de siembra.

Hace años que los productores se quejan de los elevados precios de alquiler, pero el negocio sigue su marcha y la campaña 2013/14 registró cosechas enormes, con 53 millones de toneladas de soja y expectativas de 33 millones de toneladas de maíz. «La culpa la tenemos todos los que arrendamos, nadie se quiere retirar de la mesa. Es una cuestión de oferta y demanda. Es raro, pero es así», dijo Courreges.