Fue una experiencia inédita. Cuál fue la palabra que consiguieron hacer «viajar» más de 7.000 kilómetros de la India a Francia.
Ubicados a miles de kilómetros de distancia, por primera vez, dos personas se saludaron telepáticamente. La palabra «Hola» viajó desde el cerebro de un científico ubicado en su laboratorio de India, al del otro investigador que estaba en Estrasburgo. El pensamiento recorrió 7.700 kilómetros de distancia.
Pero la simple fuerza del pensamiento no bastó para que el «mensaje mental», desde el cerebro del investigador español Giulio Ruffini al de su colega, el ingeniero francés Romuald Ginhoux.
«Hemos hecho telepatía en el sentido de que se ha transmitido un mensaje de cerebro a cerebro, pero ha sido asistida por una serie de aparatos», explicó Ginhoux, de la compañía francesaAxilum Robotics, cuyo robot permitió transmitir el mensaje al cerebro del «receptor».
El empleado de Starlab en India, que llevaba un casco con electródos, no pensó directamente en enviar el mensaje «Hola». «Podía elegir entre dos pensamientos, mover las manos o mover los pies, que producen una onda cerebral diferente», explicaó Ginhoux. El ordenador conectado a su casco inalámbrico tradujo una de ellas por 0 y la otra por 1.
A varios kilómetros del científico español, sentado en la oscuridad, y concentrado, el empleado de Axilum pudo ver aparecer en su cerebro flashes luminosos, que se traducía en 1, o ningún flash, que reflejaba por 0. Así llegó, al cabo de una hora y 140 estimulaciones, la palabra «Hola», que pudo descifrar como un mensaje en código Morse.
Repitiendo la operación más de 100 veces, el «emisor» ha transmitido a la máquina una larga secuencia de 0 y de 1, que corresponden a un código de la palabra «Hola».
Los sorprendentes resultados de esta experiencia de neurociencia fue publicada en la revista estadounidense
PLOS one. Se trata de una iniciativa de los investigadores de la facultad de medicina de Harvard y de la Universidad de Barcelona, con el apoyo de la empresa española Starlab.
Para uno de los coautores, Álvaro Pascual-Leone, profesor de neurología en la facultad de medicina de Harvard, se trata de una «etapa importante» para explorar las posibilidades de «completar o esquivar» las formas tradicionales de comunicación.
Los autores de la investigación sugieren la posibilidad de comunicar con personas paralíticas, incapaces de hablar. La electroencefalia (EEG), que ha permitido al emisor comunicar con un ordenador, es ya conocida. Lo más complicado es transmitir después el mensaje a un segundo cerebro.
«Hemos utilizado la estimulación magnética transcraneana, la TMS (en inglés) gracias al robot concebido por nuestra sociedad que permite ganar en precisión con relación a una puesta en marcha manual» de esta técnica. Pero nuestra misión no es en absoluto hacer telepatía, sino centrarnos en las aplicaciones terapéuticas», aseguró Ginhoux.
Esta técnica podría ser utilizada para curar a depresivos severos, para quienes no funcionan los medicamentos, o para los dolores neuropáticos. «Por el momento, la TMS sólo se utiliza en el marco experimental en Francia, pese a que está reconocida en Estados Unidos para tratar la depresión», explicó el científíco. (Clarin.com)