Literarias – La leyenda del Palmar…

Foto de Gustavo Surt.«La Leyenda del Palmar»

Se cuenta que cuando todo era campo raso, vivía en un rancho cerca del río un fiero leñador junto a su morena hija, de ojos y trenzas renegridas, quien ayudaba a su padre en los quehaceres del campo.
El padre no perdía de vista los pasos de su hija ya que era muy celoso y hasta no quería que alguien le dirigiera la palabra.

Una tarde que la joven se encontraba descansando en laquebrecho-gr puerta del rancho, pasó un forastero a caballo y miróintensamente a la joven, aunque siguió su camino.
Pocas noches más tarde, la moza escuchó una canción e intuyó que era para ella. Abrió la ventana y vio a su padre con un facón en la mano, buscando al cantor. Pero el galope de un caballo tranquilizó a la joven, convencida que quien cantaba había huido.

La joven sufría con el trato que le daba su padre y la situación empeoró el día que le dijo que debía casarse con un vecino, bastante entrado en años pero muy rico, a quien ella despreciaba.
Pasaba el día pensando en liberarse, y cada vez que lo Palmar2hacía volvía a su mente la figura del forastero.
Fue entonces que caminó hasta la gruta de Santa Inés a fin de rogarle se produzca un milagro que mejore su existencia.

Le dejó a la virgencita un caro regalo: la cadena de oro que le había regalado aquél que su padre había elegido para que sea su esposo.
Mientras esto sucedía, el forastero galopaba sobre su blanco caballo, llevando una bolsa con cocos y dos flores para las trenzas de su amada. Llegó hasta su ventana e hizo señas, tras lo cual la moza salió del rancho y ambos salieron del lugar en el caballo del muchacho.

El padre logró ver que huían, así que montó su brioso alazán. Lleno de rabia y facón en mano salió a buscar a la pareja.
El caballo blanco de la pareja poco menos que volaba, y en esa carrera los cocos iban cayendo y los cascos del caballo que los perseguía los iba enterrando en la tierra.


Llegó el alba y el perseguidor quedó mascullando su rabia ya que perdió a su hija.

Cuenta la Leyenda que de cada coco nació una palmera y así por los años de los años se fueron multiplicando hasta llegar el día de hoy, donde un maravilloso bosque de palmeras se presenta al mundo con su belleza y misterio.

(*Gustavo Surt – Chajarí E.R.)