Este último fin de semana el corazón latió con más frecuencia, el alma se estremeció y las lágrimas fueron la expresión genuina de las emociones.
El viernes el encuentro con las raíces desde las canciones añejas en el idioma de los abuelos floreció en la voz de la Nona Malena (Fiorotto) que nos dejó el legado a los descendientes de aquellos inmigrantes que “vinieron desde lejos cantando bajito”. Muy bien acompañada por su familia y amigos músicos pasaron por el escenario Padre “Alberto Paoli” Juan Pablo e Ignacio Sartori, Ricardo Pototo Fiorotto, el Dúo Celia y Mario –acompañados por su hijo Alejo- y la emblemática Orquesta “9 de Julio”. Emerice Lonardi y Susana Viviani –dos mujeres de la cultura le dieron el marco especial a la presentación del trabajo discográfico “De Italia al Litoral”.
El sábado a la mañana sentimos el vacío de “Cielos de Provincia” espacio en el que abrevábamos cultura y en una correspondencia recíproca con la selecta audiencia, recorrimos 22 años los caminos de la tierra profunda, de la música nuestra, del 2 por 4 tempranito emocionando a nuestros mayores y de tantas historias, hechos y personajes amalgamados por la música folclórica Argentina. También se me escapa un lagrimón cuándo recuerdo los primeros programas con mi hijo en brazos y micrófono en mano…
La noche del sábado fue mágica y a la vez nos impregnó de una nostalgia poética, pictórica y musical, envuelta con la energía de Olguita (Lonardi) que sobrevoló el hermoso momento en la Casa de la Cultura de Guayleguaychù. Miguel y Victoria con una fortaleza increíble, fueron los gestores de este merecido homenaje a una larroquense de lujo, a una Mujer Cultura que se convirtió en funcionaria para servir a los demás, sobre todo a los trabajadores de la Cultura. La recordamos serena, sonriente, dispuesta, con mucha luz y con las manos tendidas para hacer Arte y para dejarnos hacer a los que le pedíamos un espacio. Escuchar a sus amigos leyendo sus poesías, sus textos, cantando el repertorio que ella hubiera elegido –Silvio Rodríguez, Pablo Milanès, Sui Generis) a su sobrino poniéndole el sentimiento más íntimo y exquisito a un tema que ella misma musicalizó y escuchar su vocecita suave, tímida, leyendo textos propios donde reflejaba el amor profundo por su familia y su Pueblo natal, nos llenó el alma.
Un fin de semana a pleno con sensaciones encontradas, las ausencias y las presencias, los finales y comienzos, los legados de los que sembraron buena semilla y florecerán en el momento o en el lugar oportuno.