*Se partió desde la reorganización del subsistema perinatal.
*La provincia, a través del Ministerio de Salud, se encuentra en proceso de regionalizar la atención sanitaria en todo el territorio provincial. Esta estrategia, en la que intervienen los distintos niveles del sistema de salud coordinados sobre la base de las necesidades de la población, facilitará el acceso oportuno a una atención acorde a la complejidad requerida en cada caso. En ese contexto, se están dando los primeros pasos con la regionalización de los servicios de atención perinatal.
“Hemos empezado a recategorizar los servicios en la provincia con las normas CONE, que son la Condiciones Obstétricas Neonatales Esenciales”, explicó el ministro de Salud, Ariel de la Rosa.
En ese marco, la provincia está llevando a cabo el establecimiento de cuatro regiones perinatales con cuatro hospitales de referencia regional, con la intención concentrar el riesgo. Las instituciones de referencia son: el hospital San Roque en Paraná y Masvernat en Concordia, los dos de mayor complejidad, mientras que las dos cabeceras restantes son Concepción del Uruguay con el hospital Justo José de Urquiza y Gualeguaychú con el hospital Centenario.
La definición de estos hospitales como cabeceras tiene como objeto que cuando se requiera realizar una derivación, desde los equipos locales de salud tengan en claro hacia dónde derivar y, mediante la implementación de un sistema integrado, puedan conocer en tiempo real la disponibilidad de unidades de neonatología, sobre todo en la alta complejidad.
“Esto no es una medida caprichosa que se nos ocurrió para organizar las derivaciones, sino que apunta a disminuir los índices de mortalidad perinatal, tanto materna como neonatal precoz”, precisó el ministro.
Desde el Ministerio de Salud se trabaja sobre la idea de concentrar el riesgo en las maternidades y servicios de neonatología que garanticen la atención más adecuada porque aquellos servicios que están mejores dotados de recursos humanos y de tecnología pueden brindar mejores servicios sanitarios por su capacidad instalada y por la capacidad de brindar otro tipo de respuesta frente al mismo riesgo.
De la Rosa indicó que bajar los índices de morbimortalidad requiere de todo este trabajo, así como transmitir el mensaje en forma correcta, “porque lo primero que te dice la gente que no conoce técnicamente esto es que ellos nacían en sus casas, lo cual es cierto, pero nadie te dice cuántas mamás y cuántos bebés recién nacidos morían antes y cuántos se mueren ahora”.
Estrategia de regionalización perinatal
Por la forma en que se ha configurado históricamente el sistema de salud en nuestro país, y de la que no escapa la provincia, no son raras las situaciones en las que los efectores que cuentan con mejores recursos se ven sobrecargados con partos normales mientras que los casos complicados, en ocasiones, ni siquiera llegan el primer nivel de atención.
Como respuesta a esta situación, y a fin de mejorar los resultados en morbimortalidad materno infantil, se propuso desarrollar la estrategia de la regionalización de la atención perinatal en las 24 jurisdicciones argentinas. Dicha estrategia implica el desarrollo de un sistema de salud materno y neonatal coordinado, sobre la base de las necesidades de la población: se identifica el grado de complejidad que cada institución es capaz de ofrecer, para que cada madre y su bebé sean atendidos en el lugar más adecuado, con utilización apropiada tanto de la tecnología requerida como del personal perinatal entrenado.
En este sentido, la coordinadora General de la Unidad de Gestión de Programas de Salud, Sonia Velázquez, indicó: “Sabemos que tanto la organización adecuada de los sistemas y servicios de salud como la alta competencia técnica de los proveedores son fundamentales para reducir la mortalidad y morbilidad materna y neonatal, por lo que estamos muy comprometidos en lograr este cambio cualitativo en la atención”.
Actualmente la provincia trabaja en la articulación de los distintos niveles de atención y en el desarrollo de redes perinatales, con lo que se optimizan tanto las derivaciones a establecimientos de mayor complejidad –o referencia– como el retorno al primer nivel de atención –o contrarreferencia– para el seguimiento posterior para que cada mujer y niño reciban los cuidados que necesitan.
Por su parte el responsable del área de Infancia de la Dirección de Salud Materno Infanto Juvenil, Guillermo Zanuttini, señaló: “De acuerdo a las posibilidades técnicas que tiene el Ministerio, buscamos sostener el proceso de cambio, que se produce de forma heterogénea y todavía se tiene que dar en muchas instituciones de salud ya que no tenemos capacidad operativa para hacerlo en todos los servicios”.
El proceso implica organizar los recursos existentes: considerar las adecuaciones que son necesarias para tomar la decisión donde haga falta sumar nuevos recursos y reordenar, readecuar o redistribuir el recurso humano que puede estar disperso en otros lugares, mejorando la organización y provisión de la atención sobre una base regional.
Pero además, la estrategia de regionalizar la atención perinatal tiene que ver también con fortalecer el primer nivel de atención. “Eso es principalmente lograr mejoras en la captación temprana del embarazo, porque todavía tenemos un margen para mejorar los controles prenatales y la accesibilidad de las mujeres embarazadas a las distintas prestaciones que implica un control prenatal”, dijo Zanutti. Así se busca determinar el riesgo previamente, en el primer nivel, para que al identificar un embarazo de riesgo esa mujer pueda ser referenciada a las maternidades que cumplen con las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales.