La Iglesia advirtió acerca del aumento del hambre y la pobreza

10/09/2014 – Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, hizo propia una frase del doctor Abel Albino, de la fundación CONIN: «Lo que nos falta no es comida, lo que nos falta es vergüenza».

En el último tiempo la Iglesia mostró su preocupación por diversos problemas como la inseguridad, el desempleo, la pobreza y el hambre. El obispo de 
Gualeguaychúmonseñor Jorge Lozano, se refirió a los últimos dos y describió un panorama desalentador: «Realmente deberíamos sentirnos humillados como sociedad ante la inequidad y el hambre», sentenció.

«Hay muchos lugares del país donde los niños son desnutridos: una de las pobrezas más hondas y dolorosas, y que generan daños irreversibles. Ante estas situaciones debemos ser solidarios y promover una sociedad más justa», reclamó el obispo, quien recordó una frase del doctor Abel Albino, incansable luchador contra la desnutrición infantil: «Lo que nos falta no es comida, lo que nos falta es vergüenza».

Momseñor Jorge Lozano...
Momseñor Jorge Lozano…


Al respecto, exhortó a las personas a trabajar y citó al papa Francisco: «Con la queja sola no se construye. Francisco varias veces denuncia la globalización de la indiferencia. Hacernos cargo implica pisar el barro, poner manos a la obra», subrayó.

Lozano consideró que la sociedad debe cambiar sus formas de comportarse para generar un mejor clima de convivencia: «Ser agradecido significa reconocer que alguien hizo algo bueno por nosotros. Se puede expresar verbalmente, con la mirada, una sonrisa, un abrazo. Algunos gestos son producto de la cortesía momentánea: dar el asiento con el colectivo, ayudar a cruzar la calle, ceder el paso, etc. Otros implican respuesta a un esfuerzo más sostenido: atender un enfermo, cuidar a los más débiles», explicó.

Al referirse a la colecta anual Más por Menos, que se realizará el próximo fin de semana, valoró que el lema de este año sea «Gracias por tu ayuda», y exclamó: «¡Qué bueno escuchar esto en labios de alguien que se siente abandonado y desplazado!»

«Para vivir esta enseñanza hace falta parar un poco, mirar alrededor y potenciar dos actitudes: darnos cuenta y hacernos cargo», concluyó el prelado.  (Infobae / Baires)