Se realizó una reunión de delegados en Villaguay.
En la reunión de delegados de la Federación Agraria Argentina (FAA), que se realizó este jueves en Villaguay, la organización se declaró en estado de alerta ante la grave situación que atraviesa el sector, informó el asesor técnico de la entidad, Alfredo Bel. La próxima semana se realizará el Congreso Anual nacional, donde se podrían resolver acciones gremiales. En el encuentro que se concretó en el centro de la provincia, los delegados federados del Tercer Distrito analizaron la situación del sector: “Se evaluó la cosecha fina, el tema del trigo y se repasaron las actividades de las economías regionales (la citricultura, el arroz y la lechería), que pasan un momento muy delicado”, indicó Bel.Luego explicó que “hay bastante preocupación por la falta de rentabilidad, es decir, por los problemas de comercialización y por el aumento de costos”, por lo que la organización se declaró “en estado de alerta”, para seguir trabajando para exigir respuestas concretas al gobierno.
En ese marco, Bel apuntó que el 2 y 3 de diciembre se hará en el Patio de la Madera, en Rosario, el Congreso Anual de la FAA “y a partir de ahí si se resolverán acciones nacionales por lo que las entidades locales trabajarán en cada una de las medidas que se hagan desde el punto de vista gremial”.
Una política de Estado que tendrá consecuencias que serán muy lamentables para el sector productivo
Respecto al diagnóstico al que se arribó, el representante técnico comentó que “el tema del trigo realmente es una historia repetida de muchas campañas ya que se está en la misma situación de siempre, es decir, con las exportaciones cerradas y el mercado interno sobre abastecido, donde la realidad muestra que el precio bajó sustancialmente en el mercado internacional y mucho más en el local por lo que la harina también bajó y en contraposición a ello el pan le cuesta al consumidor mucho más caro de lo que pagaba antes, por lo que se cae el argumento de ‘la mesa de los argentinos’”, por lo que el productor cosecha y no puede vender la producción y si logra algún negocio lo tiene que hacer con alguna disminución del valor que le corresponde cobrar.
En ese sentido, Bel remarcó que por lo menos en años anteriores el gobierno montaba una escena pero ahora “nadie se preocupa” ni siquiera en fingir un escenario. En el encuentro hasta se insinuó irónicamente que se extrañaba al ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, “que era una cuestión hasta ridícula, pero por lo menos en las anteriores campañas alguien se ocupaba de mentir, porque se sacaban las listas, se intentó hacer un crédito a tasa cero y el año pasado inventaron el Certificado de Estímulo a la Producción Agropecuaria Argentina (Cepaga) que no se pagó, pero este año no hay nada, nadie se ocupa, hay una situación de quebranto de los productores y hay una caída en cuanto a la cantidad y calidad de la producción y parece que en el gobierno a nadie le importa”.
Ante esta lamentable cartografía, el gobierno “sostiene una línea que tiene que ver con lo que ellos tomaron como base de su esquema de administración del comercio y de las cuestiones que hacen a la política de presión fiscal y la administración financiera del Banco Nación (que restringió los créditos a la soja y en general), es decir, mantienen una política de Estado que tendrá consecuencias que serán muy lamentables para el sector productivo”. (Fuente- AIM)