*Invitó a una peña debate. La Junta Abya Yala, firmó un documento de apoyo a Pueblos originarios y contra los latifundios.*Sus integrantes reniegan, en el documento conocido hoy, “de toda ley impuesta que permita la acumulación de tierras por unos pocos».
01/09/2017 – El centro de estudios Junta Abya yala por los Pueblos Libres publicó este viernes una declaración en favor del reclamo de los mapuches, y contra la represión a las manifestaciones de los pueblos originarios.
El documento contiene expresiones de repudio a la concentración de la propiedad de la tierra en Argentina. “Los latifundios matan, por eso deben ser aniquilados”, se lee. Los manifestantes invitan a recordar el Reglamento de Tierras de José Artigas, bajo la consigna Tierra y libertad, el domingo 10 de septiembre, con una peña-debate en la sede de ATE en Paraná, informaron en un comunicado.
La organización, integrada por docentes, estudiantes, cooperativistas, ecologistas, historiadores, periodistas y artistas del litoral, celebra que los pueblos de la Patagonia “no naturalicen las sucesivas campañas sangrientas contra sus hogares, ejecutadas bajo el lema racista y genocida ‘civilización y barbarie’ durante el siglo XIX, ni la continuidad de las persecuciones en pleno siglo XXI”.
Luego enumera ejemplos de esa “continuidad” con los nombres de una decena de víctimas de persecución y crímenes desde 2010 hasta la actualidad, y la desaparición de Santiago Maldonado hace un mes.
Bajo el título “Tierra y libertad. Claves para escuchar reclamos territoriales”, los manifestantes enumeran doce puntos en un extenso análisis centrado en los problemas derivados de la concentración de la propiedad de la tierra, el predominio de poderosos grupos económicos, el menosprecio de las culturas antiguas y la continuidad de la colonia.
Respecto de los mapuches se lee: “son comunidades que resistieron y resisten a los atropellos y eso nos llena de sano orgullo. Sus cosmovisiones y travesías no dependen de las fronteras estatales actuales, y resulta un absurdo y una provocación llamar extranjeros a estos pueblos hermanos. La misma Constitución argentina los declara preexistentes”.
Un meduloso párrafo dedican a “la concepción del vivir bien y bello, armonía del humano en la naturaleza, en la que confluyen los pueblos del sur, el noroeste o el nordeste de la Argentina (kume felen, kume mongen, tekó porá, tekó kaví, sumak kawsay, suma qamaña, etc)”.
Dicen que la humanidad “no logra frenar nuestra marcha hacia el abismo provocada por el saqueo de las riquezas, el consumismo y la contaminación; entonces el vivir bien – buen convivir cobra un sentido superior porque da respuestas maravillosas a la humanidad en pleno siglo XXI”.
La Junta es presidida por el historiador y docente de Paraná Juan Antonio Vilar y el periodista y artista de Gualeguaychú Alberto Dorati. Tiene como insignia la cabeza de loro, un símbolo milenario entre los alfareros orilleros. Sus integrantes reniegan, en el documento conocido hoy, “de toda ley impuesta que permita la acumulación de tierras por unos pocos.
Los latifundios matan, por eso deben ser aniquilados. Los partidos mayoritarios que se alternan en el gobierno no han hecho una autocrítica sobre sus vínculos y sociedades con los que acaparan la tierra sea mediante la corrupción o por vías legales pero siempre en forma ilegítima”.
No faltan críticas a la prensa, en clara alusión a la entrevista que realizó el periodista Jorge Lanata al lonko Facundo Jones Huala. “Observamos –se lee- un dejo de arrogancia, ligereza y menosprecio que convendría tratar”.
Los estudiosos del litoral sostienen que los pueblos de la Patagonia han sido víctimas de un genocidio, y nombran entre sus responsables a Juan Manuel de Rosas, Nicolás Avellaneda y Julio Argentino Roca. Al mismo tiempo, apoyan las manifestaciones para la recuperación de autonomía “lo que en términos de la revolución federal artiguista llamamos soberanía particular de los pueblos”.
El domingo 10 de septiembre desde las 19 se realizará en la sede de ATE (Colón 59) en Paraná la Peña Tierra y Libertad, en homenaje al Reglamento de Tierras firmado en 1815 que dio estancias a negros, zambos, indios, gauchos pobres y viudas con hijos, y tomó propiedades de “los malos europeos y peores americanos”, es decir, los que no adherían a la revolución.
*El documento fue firmado por la Comisión Directiva y otros miembros del centro de estudios con Sede en Paraná. (*JAPL)