Es en el Parque Nacional Calilegua, donde guardaparques y trabajadores autoconvocados advierten del impacto ambiental por la explotación. (Amalia Eizayaga /Para La Nación)
11/14- CALILEGUA, Jujuy.- Guillermo Nicolossi viene del sur. Hace casi dos décadas se instaló aquí, en el norte del país y abrazó las luchas de esta región como propias. Es guardaparques. Su casa está en las Yungas, un lugar mágico, nuboso, selvático, cuya alta biodiversidad corre peligro.
El Parque Nacional Calilegua (PNC), donde trabaja, tiene 76.306 hectáreas y es el único de su tipo en la provincia de Jujuy . Nicolossi y unos veinte trabajadores autoconvocados de aquí y de otras zonas del país vienen denunciando desde hace varios años la creciente contaminación de un área de la reserva y sus consecuencias sobre la flora, fauna, cursos de agua y los pobladores del área. Diputados de la oposición, ambientalistas, comunidades guaraníes y Greenpeace , entre otros, se han sumado a las críticas.
Motivos para inquietarse tienen de sobra. Aquí, en plena zona protegida por ley, hay unos 24 pozos petroleros abandonados o mal sellados. Se trata de cañerías y equipos arrumbados u oxidados, en algunos casos con pérdidas de petróleo, aguas y minerales. A muchos de esos pozos se los ha «tragado» el bosque y nadie los controla: se llega sólo a machetazos. Hay otros diez en producción, aunque funcionando a media máquina.
«La paradoja es que en lugar de proteger y de preservar, como parque nacional estamos entregando contaminación», se lamentó Nicolossi, en diálogo con LA NACION.
En el marco de un acuerdo con el gobierno de Jujuy y la compañía Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE), la petrolera fue autorizada a explorar y explotar petróleo por el gobierno del kirchnerista Eduardo Fellner , por un período de 24 años. La inversión de la empresa, según anunció el mandatario provincial, llegaría a 60 millones de dólares.
En plena zona protegida por ley, hay unos 24 pozos petroleros abandonados o mal sellados. Se trata de cañerías y equipos arrumbados u oxidados, en algunos casos con pérdidas de petróleo, aguas y minerales
Mientras tanto, el propio jefe de Gabinete, Jorge Capitanich , informó a la Cámara de Diputados en junio último que existe riesgo de contaminación de los pozos abandonados sin el debido sellado en el parque. También afirmó que entre los riesgos de la explotación de petróleo en la zona se encuentra «la posible contaminación por derrames (…) por rotura de ductos, piletas o árboles de producción, la probabilidad de incendios, entre otros».