La antorcha olímpica, símbolo del espíritu deportivo de los Juegos, llegó a Río de Janeiro ayer, a dos días del inicio de la principal cita deportiva del mundo.
La llama fue trasladada a Río por la mañana en un bote desde la vecina ciudad de Niteroi y a través de la Bahía de Guanabara, donde tendrán lugar las competiciones de vela. “Éste es un momento muy especial para nuestra ciudad y nuestro país”, dijo el alcalde de Río, Eduardo Paes, durante un acto de recepción del fuego olímpico en la Escuela Naval, a orillas de la bahía.