
*Una noticia inesperada como la muerte colmó de tristeza los rincones de la Comarca que tantas veces lo vieron transitar con su acordeón hacia su Escuela «Horizontes», acontecimiento, festival, la serenata móvil o simple juntada de amigos. Los domingos radio a transitor en mano, escribiendo apuntes para una nota del partido en «el fortín», mientras alentaba al «Rojo» de Central uno de sus amores.
*A micrófono abierto reflejó la vida de personajes, vecinos y jóvenes deportistas, que recibieron su aliento para su carrera y sus sueños. Como músico integró grupos, dúos y siempre predispuesto a acompañar, con su acordeón a jóvenes talentos larroquenses y a reconocidos artistas, cosechando el respeto, el cariño de muchos cumpas amigos del camino. En todo momento como amante del teatro y la música proyectó ideas creativas y varias de ellas con emoción se cristalizaron sobre un escenario. Creó y dirigió con entrega y amor durante Veinticinco años, el Coro municipal de Adultos Comunidad, bello espacio del canto compartido que no debería colmarse de silencios.
Maestro en la aulas enseñando durante años hasta su jubilación, en los talleres a sus alumnos y compartiendo sueños con sus colegas, pensando siempre en el crecimiento de la escuela.
Breves palabras, en este escrito para significar solo párrafos de una vida enriquecedora no solo para Él, sino para lo colectivo.
Quedan en el tintero cientos de episodios, anécdotas e historia que Ricardo con envidiable memoria describía en distintos encuentros.
Con su eterna sonrisa este sábado -28 de junio 2025- a los 74 años dijo adiós Ricardo Elena «el Gordo» para todos, músico popular larroquense, trabajador del arte y la cultura, ejemplo y legado que deben por siempre reflejarse y valorarse. Duele la tristeza porque hoy el músico y su acordeón decidieron dibujar alas a las notas para luego echarse a volar. *Portal Larroque /M.E.