Historia de la Radio Argentina – Pionera en el mundo, este 27 de agosto celebra 100 años…

*Magia, creatividad, imaginación, cultura, misterio, fenómeno…
Este 27 de agosto la Radio Argentina cumple sus primeros 100 Años en el Aire con una singular historia de locutores, conductores, sonidistas, técnicos, actores, voces, ciclos y programas inolvidables. Cuándo apareció la Televisión se pensó que el sistema iba a desaparecer y en su centenario está más vigente que nunca. El Pionero junto a sus amigos y en LOCUTAR en un micrófono fue ENRIQUE TELÉMACO SUSINI, Entrerriano nacido el 31 de enero de 1891 en GUALEGUAY -un dato que pocos conocen-
*Las AM. y FM. siguen deleitando con su magia a millones de oyentes en todo el territorio nacional. A continuación publicamos, compartimos un reporter sobre La radio de la agencia nac. Télam

*ENRIQUE T. SUSINI, fue el Primero en tomar el micrófono y locutar la primera transmisión de Radio en Argentina en 1920*.

*La RADIO Argentina, Pionera en el mundo, cumple sus primeros 100 años: 1920 – 2020*.

*La historia de un amor por la radio que nos acompaña a los argentinos desde hace 100 años. Desde sus comienzos con la radio a galena hasta los tiempos actuales de la era digital. Sus principales voces, los programas más recordados. Un homenaje de Télam a un medio que pese a todos los pronósticos sobrevive y se renueva mientras haya un oyente del otro lado.

Quienes conocieron a *Enrique Telémaco Susini, fallecido en 1970, dicen recordar su físico voluminoso y su expresión de ímpetu, como si siempre estuviera esperando algo con optimismo; de hecho fue médico a los 22 años, periodista, melómano y varias otras cosas, aunque ninguna tan importante como haber realizado hace un siglo -el 27 de agosto de 1920- la primera transmisión de radio recreativa en la Argentina.

Con la ayuda de su sobrino Miguel Mugica y sus amigos César Guerrico y Luis Romero Carranza, formó un grupo que terminó por ser bautizado como «Los Locos de la Azotea», con el que concretó la hazaña con la tecnología de la época y no pocas dotes de acrobacia para instalar una antena horizontal, como las de los radioaficionados, en la terraza del teatro Coliseo porteño, que conectaba con un primitivo aparato de transmisión y llegaba a través de un cable a un micrófono disimulado en la sala.

La historia es muy conocida y agrega otro galardón de «pionero» a un país que gusta de vanagloriarse de inventos como el colectivo, el dulce de leche y el bolígrafo, aunque aquel teatro Coliseo de Marcelo T. de Alvear 1125, frente a la Plaza Libertad, no era el mismo de la actualidad, cuyo edificio data de 1971 e incluye el consulado de Italia y el Instituto Italiano de Cultura, sino que fue fundado durante el siglo XIX, modificado varias veces y finalmente demolido en 1938.

La aventura de aquellos «Locos», que transmitieron la ópera «Parsifal» de Richard Wagner -hay un registro grabado con la voz de Susini previo a la función que se puede oír en algunas recopilaciones- no solo deleitó a un puñado de poseedores de receptores «a galena», que obligaban al escucha al uso de auriculares, sino que inició el fin del silencio en la vida cotidiana de los porteños y luego de los argentinos en su totalidad.

En esos tiempos en Buenos Aires se editaban los diarios La Prensa, La Vanguardia, Crítica, La Nación, El Cronista, Comercial, además del decano La Capital (Rosario), La Gaceta (Tucumán) y El Diario (Paraná), que eran la única forma cotidiana de información masiva.

Antes de la aparición de la TV, de la que también Susini participó, y hasta fines de la década de 1950, escuchar la radio fue una de las ceremonias favoritas de la población, que aun en grupos familiares se reunía frente a aquellos receptores que con solo sonidos, música y palabras les permitían imaginar rostros, escenarios y lugares exóticos que de otro modo no iban a conocer.

Con el correr de los años la travesura quedó atrás y con el incentivo de la publicidad paga desaparecieron las espontáneas transmisiones con cantantes líricos, recitadores gauchescos, pianistas y otras variantes, y de la experiencia de 1920 surgió la pionera de habla hispana Radio Argentina, seguida por Radio Prieto, Radio Cultura, Radio Fénix, Radio Porteña, Radio Municipal, Radio La Voz del Aire, Radio Splendid, Radio Stentor.

Pero también hubo otras como Radio El Abuelito, Radio La Abuelita, Radio Muebles Díaz -que emitía desde la mueblería famosa por su chalet construido en una terraza de Cerrito y Sarmiento-, Radio Cine París, Radio Mayo, Radio La Razón y Radio Centro Espiritista, que luego se llamó Sarmiento.

En 1935 apareció Radio El Mundo, que pronto fue líder y funcionaba en Maipú 555, donde ahora está Radio Nacional, en cuyo suntuoso auditorio los oyentes se agolpaban para ver a sus ídolos en carne y hueso en programas que generalmente no duraban más de 15 o 30 minutos (el formato de una hora fue impuesto luego por la TV).

Allí, locutores e intérpretes actuaban de pie frente a los micrófonos y se vestían de etiqueta, mientras esa y otras emisoras tenían sus propias orquestas típicas y populares estables, además de recibir la visita de artistas y agrupaciones que reunían los nombres de Niní Marshall, Luis Sandrini, Olinda Bozán, Aníbal Troilo, Francisco Canaro, el locutor Julio César Barton, Alberto Castillo, en una larga lista.

Un fenómeno particular fue el del radioteatro: entre otros, el caso muy especial de «Chispazos de tradición», definido como «un churrasco criollo chorreando sangre gaucha», escrito y dirigido por el inmigrante español José Andrés González Pulido, que era denostado por los intelectuales pero lograba detener la ciudad a la hora de su transmisión, al punto de que muchos comerciantes del centro porteño instalaban receptores en sus tiendas para no perder clientes.

Hacia 1933, los elencos se multiplican y buscan su «target»: había romanticismo, unitarios y federales, bandidos rurales, nativismo, infantiles, misterio, aventuras en lugares remotos. Las compañías respondían a los nombres de Francisco Mastandrea, Héctor Bates, Manuel Domínguez y Manuel Ferradás Campos, quien en 1937 contrata a una desconocida llamada Eva Duarte para trabajar en «Oro blanco».

Entre los años 40 y 50 competían los emprendimientos populares de Juan Carlos Chiappe («El gorrión de Buenos Aires», «Lito, el diariero de la esquina», «Nazareno Cruz y el lobo», «Fachenzo el maldito») con los intentos formativos de Armando Discépolo, que vertía su experiencia teatral con el elenco Radio El Mundo y sus versiones de la literatura universal y películas famosas. En el «Teatro Palmolive del Aire», por La Voz del Aire, el galán Oscar Casco calificaba de «mamarrachito mío» a Hilda Bernard.

En paralelo con el peronismo y la cuestión del voto femenino aparecían autoras como Celia Alcántara («De mujer a mujer») y Nené Cascallar («Hogar de mujeres», «La chica de al lado», «Nosotras las mujeres»).

En la radio hubo de todo: libretos de hierro, publicidades en vivo, humor, fútbol, y desde que apareció la TV se la dio por muerta en numerosas oportunidades; desde las primeras transmisiones cuando nadie sabía que eran en AM, pasó por la FM, la onda corta y llegó a las plataformas digitales. Por el momento nadie puede aducir que no está viva. (*Télam)


¿Por qué se celebra este 27 de agosto cien 100 Años de la RADIO en Argentina??

*Cuenta la historia que con un micrófono en la Terraza del Teatro Coliseo de Buenos Aires, «Los Locos de la Azotea», cuatro amigos aficionados, emitieron por primera vez una ópera para el público argentino.

Desde la terraza del Teatro Coliseo

*Desde la terraza del Teatro Coliseo, cuatro jóvenes conocidos como «los locos de la azotea» realizaron la primera transmisión de radio en Argentina. *Por AIRE Digital-

El 27 de agosto se cumplen 100 años desde que se escuchó por primera vez una voz proveniente de una señal de RADIO en Argentina. Era un viernes de 1920 cuando ENRIQUE TELÉMACO SUSINI, pronunció las siguientes palabras: «Señoras y señores: la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de Richard Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, (el barítono Aldo Rossi Morelli) y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma, todos bajo la dirección de Félix von Weingarten».

Una Ópera fue la PRIMERA tRANSMISIÓN RADIAL en Argentina. Pero SUSINI No estaba solo, lo acompañaron en la primera transmisión sus amigos César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, conocidos como «Los locos de la azotea».

Los pioneros de la radio en la Argentina: Enrique Telémaco Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica.
*Los pioneros de la radio en la Argentina: Enrique Telémaco Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica.

Se los llamó así porque para la transmisión habían agregado un aparato receptor para personas con sordera a un micrófono junto a un transmisor de 5 vatios, casi atado con alambres, en la terraza del Teatro Coliseo, ubicado en Retiro (Buenos Aires), frente a la Plaza Libertad. El histórico teatro lleva más de un siglo ubicado en la calle Marcelo T. de Alvear 1125.

El espectáculo fue escuchado por apenas unas 50 personas, los radioaficionados, que tenían el aparato receptor. La transmisión fue posible gracias a que los «locos de la azotea» habían conectado los equipos de la terraza del teatro a una pequeña antena ubicada en la cúpula de un edificio cercano, ubicado en las calles Cerrito y Charcas. La transmisión continuó por aproximadamente tres horas.

Durante los siguientes 19 días, el grupo continuó transmitiendo desde el teatro, principalmente operas italianas como Aída y Rigoletto de Verdi.

Este era uno de los típicos modelos de radio en las primeras décadas del medio.
*Este era uno de los típicos modelos de radio en las primeras décadas del medio.

La idea de generar una comunicación radial en el país fue de Susini, que anteriormente había vivido en Francia y que había indagado sobre los equipos transmisores utilizados por el ejército francés para las comunicaciones entre los frentes durante la Primera Guerra Mundial.

Enrique Susini fue el primero en tomar el micrófono y locutar la primera transmisión de radio en Argentina en 1920.

*ENRIQUE T. SUSINI, fue el Primero en tomar el micrófono y locutar la primera transmisión de radio en Argentina en 1920.

Las primeras comunicaciones eran de una señal muy baja, de alcance comunal, por lo que las regulaciones estaban a cargo de la Municipalidad de Buenos Aires, que otorgaba los permisos. Luego, comenzaría a intervenir el Ministerio del Interior a través de la Dirección General de Correos y Telégrafos.

¿Qué pasó después?

En diciembre de ese mismo año se instaló en Argentina otra radio, Radio Cultura, que transmitió desde el Hotel Plaza. Fue en esta radio donde se incorporó la publicidad como un apoyo al sostenimiento económico del medio. Luego le siguieron la instalación de otras radios como LOZ Radio Sud América y TCR Radio Brusa.

A sólo tres años de la primera gran transmisión, había en el país cuatro radios. Recién en 1924 se sancionó la primera regulación del medio, que incorporó a la radiodifusión dentro de los servicios radioeléctricos de la época. Las licencias eran personales y caducaban el 31 de diciembre de cada año. El control se concentraba en el Poder Ejecutivo y por la corta duración de la licencia, los medios sentían inestabilidad.

Las primeras radios sufrieron momentos de crisis por la falta de recursos para su sostenimiento. Pero todo cambió cuando el empresario Jaime Yankelevich le dio su toque a las transmisoras con programas de entretenimiento y show, lo que generó que la publicidad comenzara a abundar en las radios y mejoró las perspectivas económicas del medio.

Desde 1928, la regulación de la radio como tal se consolidó y tuvo mejoras. En 1937 inició sus transmisiones Radio del Estado (hoy Radio Nacional) desde el entrepiso del Palacio de Correos y Telégrafos (actualmente el Centro Cultural Kirchner). No emitían publicidad comercial.

Otras radios que ya convivían en Argentina eran Radio Libertad (de Alejandro Romay), Radio Casa América y Radio Splendid.

La década esplendor de la radio en Argentina

A partir de 1940, comenzó el esplendor de la radio argentina. Se produjo un aumento en la publicidad gracias a los altos niveles de audiencia del radioteatro y de los programas de fútbol y tango.

Los «Pérez García» y el «Glostora Tango Club» eran emisiones ineludibles para las audiencias. «Usted está hablando con la casa de los Pérez García», decía la voz del inicio del programa y explotaba el dial. Los adultos hoy en Argentina recuerdan a esta familia llena de problemas y la frase «más problemas que los Pérez García» es parte de la cultura del país.

Pero había más contenidos. «Gran pensión El Campeonato» satirizaba el fanatismo por el fútbol y Niní Marshall deslumbraba con su galería de personajes junto a Juan Carlos Thorry. Además, fueron épocas en donde Buenos Aires se enorgullecía de su tango.

«Los Cinco Grandes del Buen Humor» y Luis Sandrini con su personaje Felipe se ganaban la aprobación popular.

La histórica Eva Duarte era otra de las actrices convocadas frecuentemente por un medio que privilegiaba la ficción. Tita Merello o Libertad Lamarque hacían delirar a los oyentes de Radio Capilla. Lolita Torres, una joven celebridad, alborotaba el dial en el horario nocturno. Hilda Bernard y Oscar Casco hacían suspirar a las mujeres, sobre todo cuando él le decía a ella «Mamarrachito mío». El «Radioteatro» de Nené Cascallar por Radio Splendid era un suceso.

Las estrellas de la época, Eva Duarte y Libertad Lamarque juntas en 1945.
*Las estrellas de la época, Eva Duarte y Libertad Lamarque juntas en 1945.

La radio ya era una industria. El 3 de julio de 1943 las voces más reconocidas de la radiodifusión nacional decidieron sindicalizarse en la Sociedad Argentina de Locutores (SAL), con el fin de agrupar a todos los locutores del país.

En 1956 llegaron a Argentina las primeras radios portátiles a transistores. Esto les permitió a los oyentes que pudieran escuchar a sus programas y locutores favoritos en distintos lugares a los que llegaba la señal.

Los aparatos transmisores de radio se fueron modernizando con el tiempo.
*Los aparatos transmisores de radio se fueron modernizando con el tiempo*.

La radio subsiste y se reinventa

Fue desde 1930 y hasta 1946 cuando la radio Argentina sufrió de la influencia del Estado, siendo que en 1920 había sido impulsada por privados.

En 1972, a partir de la promulgación de la Ley Nacional de Telecomunicaciones, se creó el Comité Federal de Radiodifusión (Comfer). Y a principios de los años ’80 aparecieron las primeras FM.

Desde finales del siglo XX, los gobiernos han aprovechado la emisión radial para llegar a las audiencias, conviviendo la radio con la publicidad privada y estatal y peleando por la subsistencia de un medio que estuvo más complicado aún desde la llegada de la televisión en la década de 1950, pero que busca reinventarse en la actualidad, aprovechando el desarrollo de las tecnologías y las plataformas del siglo XXI.

Gracias a esto, la radio tiene hoy mucho más alcance. Lejos está de la primera audiencia, tan escasa. Llega a todos lados, no solamente a los hogares. Se escucha desde cualquier dispositivo tecnológico y en cualquier lugar. Además, los contenidos pueden quedar almacenados por grabación, algo que no podía hacerse en 1920. Es por esto que el famoso audio de Susini sobre la primera transmisión de radio en Argentina no es real. Se trata de una grabación realizada por él cuando la radio cumplió 40 años.

Sus palabras, tan sencillas, despertaron a un gigante de la comunicación que acabó en el desarrollo de los medios masivos de comunicación y la incorporación de múltiples voces sobre lo que le sucede a los argentinos.

En conmemoración a aquella noche de los «locos de la azotea», el Primer Congreso Internacional de Radio celebrado en Buenos Aires en 1934 decretó al 27 de agosto como el Día de la Radio.
(*Aire Digital)


*PORTAL Larroque*
Larroque – E.R.