15/02/2015
“No seré ni política ni personalmente indiferente ni neutral a la hora de las grandes instancias que definan el futuro de la provincia”, deslizó Urribarri en su último mensaje a la Asamblea Legislativa: “Siento que no he defraudado y que dejo mucho más de lo que recibí hace ocho años”
Sin realizar anuncios en materia electoral ni adelantar proyectos para remitir a la Legislatura, luego de dos períodos consecutivos frente al Ejecutivo provincial el gobernador Sergio Urribarri dio este domingo su último mensaje anual ante la Asamblea Legislativa, que tuvo como escenario la Cámara Baja. De esta forma, tras un discurso de casi una hora dejó inaugurado el 136º período de sesiones ordinarias. En su última alocución en ese ámbito institucional expuso lo que consideró los principales logros de su gestión y aseguró que “en estos ochos años se hizo más que en 50”, recalcó el trabajo en sintonía con el gobierno nacional, agradeció a su equipo y el «cerrado acompañamiento de la Legislatura» a su gestión, que en estos últimos cuatro años tuvo la totalidad de senadores del Frente para la Victoria y la mayoría en Diputados; y destacó obras en educación, en un contexto en que los docentes aún esperan aumento salarial. “Voy a cumplir con el mandato constitucional y la ley pero aclaro públicamente que no seré ni política ni personalmente indiferente ni neutral a la hora de las grandes instancias que definan el futuro de la provincia”, deslizó. Y añadió: “Siento que no he defraudado, que he cumplido con mi deber y responsabilidad, y que dejo mucho más de lo que recibí hace ocho años”.
Lejos de anunciar la reforma política nuevamente, como sucedió en años anteriores, no hubo novedades en materia electoral. También se había especulado en las últimas semanas que el mandatario diera certezas respecto a la fecha de sufragio, algo que es reclamado desde el arco opositor. Sí, en cambio, abundó en números y detalles sobre obras y políticas llevadas adelante en estos ocho años, y trazó comparaciones con los índices nacionales y de las demás jurisdicciones que integran la Región Centro, para certificar así que Entre Ríos “es una provincia de vanguardia”, y asegurar que “en estos ocho años se hizo más que en 50 o 100”. También volvió a realzar las figuras del expresidente Néstor Kirchner y de la jefa de Estado Cristina Fernández, y volvió a recordar, como en anteriores alocuciones, la decisión que tomó a mediados de 2008 de mantenerse leal al gobierno nacional, en pleno conflicto con el campo.
“Nada en la vida me vino regalado ni me fue fácil, pero esa vivencia me dio la energía y el convencimiento que podíamos romper paradigmas y dejar atrás una provincia que miraba cómo crecían las demás y convertirnos en modelo de vanguardia, inclusión y modelo sustentable”, aseguró Urribarri al iniciar su mensaje. Y añadió: “Era una consecuencia lógica del potencial y talento de los entrerrianos; nos intentaron hacer creer que éramos pequeños, y así durante años, como unos se encargaban de bajar la autoestima de nuestra gente y aprovecharse de ella quise ser el que cambie eso; y Entre Ríos me cambió a mí”.
“No soy funcionario de escritorio y de aire acondicionado; he viajado mucho por la provincia, pero mucho más como gestor que como candidato, llevando soluciones y no a pedir el voto”, apuntó luego. Y soltó. “Uno se preocupa por pelear, por hacer política o ver cómo generamos trabajo, atraemos inversiones, y atender reclamos históricos. Fui funcionario y aprendí que la pelea, arrogancia y falta de pensamiento colectivo no solucionaron ninguno de los problemas de los entrerrianos, al contrario, los agravaban”.
Tras detallar que en casi ocho años se invirtió en 2630 kilómetros, entre rutas nuevas y reparadas “y dándole a ciudades y pueblos significación e importancia que antes no tenían”, el gobernador afirmó: “Lamentablemente hubo y habrá tentación en algunos políticos por querer dejar su nombre en alguna placa, o que su nombre esté con grandes letras en cada obra; eso es efímero, la gran obra que pueden hacer los gobernantes es haber creado las condiciones para que, cuando se termine su mandato, dejen beneficios y oportunidades para los ciudadanos de hoy y de los hijos de sus hijos”.
Volvió a señalar que la provincia pasó “de un perfil pastoril a agroindustrial, con una base tecnológica”, y marcó: “Queda mucho por hacer y seguro hemos cometido errores; hubo criticas pero quienes criticaron fueron solo eso, críticos y se incomodaron por el progreso de la mayoría que promovimos en todos estos años”. Seguidamente, aseguró: “En estos ocho años se hizo objetivamente mucho más de lo que se hizo en 50 años, y nos permite soñar en otra provincia. Acá se apoderaron los intendentes, las asociaciones, los barrios, los pueblos, y hoy hemos puesto a Entre Ríos en un escalón superior”.
Luego de agradecer el “apoyo cerrado de esta Legislatura”, detalló las obras en educación, salud, materia ferroviaria, Televisión Digital; la política de seguridad (momento en que se dirigió al ministro de Gobierno, Adán Bahl, para que “se ponga un poco más ancho en su butaca”, según expresó Urribarri), en cuanto a dotación de personal y equipamiento, operativos de control en conjunto con os municipios. Aseguró además que se “han cerrado todos los prostíbulos en la provincia, en una decisión sin dobleces”, según apuntó. También mencionó al ministro de Educación, Eduardo Lauritto, al resaltar que la provincia fue declarada “técnicamente libre de analfabetismo. Esto no sucede en muchas provincias”, dijo. Marcó los avances en la Justicia en relación al financiamiento y a la implementación del nuevo sistema Procesal Penal, y afirmó que bajó la mortalidad infantil.
Ya al finalizar su alocución, apuntó: “Siempre dije que aspiraba a que quien me sucediera como gobernador superara la gestión que hicimos. Desde la acción política hare todo lo que esté a mi alcance para que esto ocurra”. Así, describió: “Esta provincia de ahora en más merece buenos gobernantes, capaces, sensibles, eficaces, y con mentes abiertas. Quizá hoy no se observe en otras provincias lo que ha evolucionado aquí la dirigencia política”.
Luego, deslizó: “Voy a cumplir a rajatabla para que quien me suceda pueda superar esta gestión, también voy a cumplir con el mandato constitucional y la ley, pero aclaro públicamente que no seré ni política ni personalmente indiferente ni neutral a la hora de las grandes instancias que definan el futuro de la provincia”, tras lo cual agradeció a su equipo de trabajo, legisladores, intendentes y a su familia.
“Que las obras, proyectos, y políticas a largo plazo hablen por mí; siento que no he defraudado, que he cumplido con mi deber y responsabilidad, siento que lo hice con dignidad e integridad, que dejo mucho más de lo que recibí hace ocho años; que he abierto las puertas que estaban cerradas, y que he ayudado a que el país vuelva a notar nuestra presencia entrerriana, que he contribuido a que volviéramos de nuestro propio olvido y que recordásemos que estamos para más”, aseveró.
Y avizoró: “Podemos ser mucho más, y para eso la dirigencia debe saber bien adonde se pone la energía, si en el futuro o en el pasado, si vamos para adelante y seguimos confiando en las nuevas generaciones o volvemos al revival de los viejos vicios conocidos de los políticos entrerrianos. Confío en las nuevas generaciones, con jóvenes diputados, ministros y secretarios”.
«Me despido sólo institucionalmente de la provincia, esto es solo una despedida formal», dijo al cerrar su discurso.
Acto en la explanada de Casa de Gobierno
Ante la militancia reunida afuera de la Casa Gris, Urribarri volvió a repasar detalles del mensaje dado a los legisladores y funcionarios. Como dato saliente dio indicios de su posible sucesor: “No tengo la más mínima duda de que el gobernador que me sucederá está detrás de mí porque sabe cómo hacer las cosas”, sugirió. Allí estaban sentados varios de los que buscan seguir los pasos de Urribarri: Gustavo Bordet, Juan José Bahillo, José Cáceres, Adán Bahl , Eduardo Lauritto y Marcelo Bisgoni; algunos de los cuales ya recorren la provincia para instalar su precandidatura.
Por último, en referencia a la situación política nacional, el mandatario aseguró que el gobierno de Cristina Fernández sufre “intentos destituyentes, y era lógico que eso ocurriera”, según su análisis, ya que: “No nos perdonan las decisiones históricas tomadas por Néstor y Cristina”.
“Esta movilización multitudinaria y popular debe tener como principal objetivo mandarle un mensaje muy fuerte a los millones de argentinos que resurgieron, y que hoy son visibles, y un mensaje a nuestra Presidenta: decirle que a lo ancho y largo del país sabemos muy bien que no pudieron destituirla con las corridas cambiaras ni bancarias; ni con los intentos de sedición policial de diciembre de 2013; ni los fondos buitres, porque nuestra Presidenta se plantó y demostró al mundo que se puede resistir a la extorsión, y resistimos y seguimos de pie”, dijo; y cerró: “Después de Perón es el proyecto que más le dio a la Argentina”.
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