Los carteles «Je suis Charlie» («Yo soy Charlie»), con letra blanca sobre fondo negro, era una constante entre los presentes. También se leía «Charb mort libre» («Charb muere libre»), en homenaje a Charb, el dibujante y director del semanario.
Tras la difusión de la noticia las marchas se replicaron en distintos puntos de Francia como Lion y Nantes y otras ciudades europeas como Londres y Barcelona.