Estela Lemes, maestra fumigada – “Con la ganancia de pocos se perjudica la salud de muchos”, enfatizó la docente

Maestra fumigada – La docente tiene insecticida y glifosato en la sangre… 
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“Hace 16 años que trabajo en esa escuela y fui víctima de los agrotóxicos”, recalcó.
05/04/2016 La directora de la Escuela N° 66 “Bartolito Mitre” de Costa Uruguay Sur, Estela Lemes, estuvo expuesta a las fumigaciones en varias oportunidades y por las toxinas incorporadas a su organismo le provocó daños neuronales y fuertes dolores musculares.
El lunes que viene se tendrá que internar por 15 días en un centro neurológico en Galarza, Gualeguay, para hacerse un tratamiento intensivo con el fin de evitar atrofia muscular. Dice tener el acompañamiento de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), del ex vocal del Consejo General de Educación (CGE), Héctor De la Fuente, y Supervisión Departamental de Escuelas de Gualeguaychú.
Pero se sintió abandonada por el Instituto del Seguro que es su ART quien no le reconoció los reiterados episodios de fumigación como accidente de trabajo. “No puede ser que por unos pocos que quieren engordar sus bolsillos tengamos que dejar ese paraíso y tengamos que permitir que se perjudiquen muchos, porque con la ganancia de pocos se perjudica la salud de muchos”, dijo la docente.
La maestra rural Estela Lemes, trabaja hace 16 años en la Escuela rural N° 66 “Bartolito Mitre” ubicada en Costa Uruguay Sur a 15 Km de la ciudad de Gualeguaychú.
Actualmente se desempeña como directora titular del establecimiento y tiene varias razones para probar que fue envenenada por los agrotóxicos empleados por una avioneta en un campo lindero a la escuela.
i10464-insert-estela-lemes“Hace 16 años que trabajo en esa escuela y fui víctima de los agrotóxicos”, dijo en el programa Fuera de Juego (Canal 4 Somos Gualeguaychú).
En febrero de 2015 volvieron a fumigar cerca de la misma escuela de Costa Uruguay Sur, “Bartolito Mitre”, pero en ese momento no había alumnos, solo estaban los docentes que se habían incorporado a sus lugares de trabajo luego del receso estival, pero tras ese hecho la docente comenzó a detectar que algunas dolencias que acarreaba desde hace tiempo comenzaron a profundizarse.
“Comencé con las denuncias en 2010 cuando un avioneta pasó por la escuela esparciendo el veneno. Siempre viví en la zona de Ceibas, donde nací y en Paranacito donde hay ganadería, pero es imposible que esto me haya pasado en esos lugares”, contó.
Y describió: “Tras ese episodio comencé a tener síntomas, dolores musculares, problemas para respirar, picazón y ardor en los ojos, en la nariz y en la garganta, pero principalmente sentía dolores musculares, luego de un tiempo de esta primera aplicación de la que soy01fui víctima en 2010. En ese momento hice una denuncia en Medioambiente de la Municipalidad de Gualeguaychú.
Yo tomo contacto con la realidad a fines del 2014 cuando fui invitada a un encuentro en el Congreso de la Nación donde dimos nuestros testimonios, docentes rurales de todo el país y en ese momento me ofrecieron hacerme un análisis de forma voluntaria en Mar del Plata y el resultado de ese análisis me da que tengo clorpirifós etil en sangre”.
A partir de ahí, la docente tuvo que de ambular por los médicos y especialistas en Paraná, en Buenos Aires en el Hospital Fernández y todo coincidían que los síntomas era por alguna tóxina en el organismo pero no encontraban un tratamiento para poder contrarrestar los efectos.
“Hoy tengo muchos dolores musculares, me duelen mucho las extremidades de la parte izquierda y la parte derecha está también afectada, pero todavía estoy trabajando”, confió.
La directora de la escuela aseguró que la ART, que es el Instituto del Seguro de la provincia, no le reconoció ese episodio como accidente laboral.MAESTRA FUMIGADA 920
“Cuando tuve los análisis, los presenté en el Instituto y me contestaron que no lo toman como una enfermedad de riesgo de trabajo a pesar que la doctora que me atendió en el Hospital Fernández, que es una toxicóloga ambiental puso en su informe final que esta enfermedad debería ser tomada como un accidente laboral”, manifestó.
Lemes está preocupada por sus alumnos, porque en la escuela de Costa Uruguay Sur se hacen muchas actividades en el patio al aire libre y su lema es “educar con amor” para cuidar a los demás y el entorno natural en donde está la Escuela.
El próximo lunes la maestra tendrá que internarse por 15 días en el CENER (Centro de Neurología y Recuperación Psicofísica) de la ciudad de Galarza departamento Gualeguay: “Que implica tener que pedir una licencia e internarme para hacer una rehabilitación kinesiológica intensiva, con el fin de lograr una mejor calidad de vida”, explicó.
“Me estoy haciendo kinesiología diariamente, pero en este lugar lo vamos a hacer de manera intensiva”, remarcó.10-22-fumiga.jpg_88717827
Al ser consultada por si el presidente del CGE, Luis Panozzo, con trayectoria docente en escuelas rurales, la llamó para solidarizarse con ella, Estela dijo: “No me llamó. Yo tengo el apoyo desde el primer momento del profesor Héctor De la Fuente (ex vocal del CGE y autor de un proyecto de ley que limita el uso de agroquímicos en la provincia) como también tengo el acompañamiento de la directora Departamental de Escuelas (Gualeguaychú) Marta Irazabal de Landó, que está comprometida con este caso, pero desde el CGE no tuve ayuda ni acompañamiento salvo el ministro de Educación de la anterior gestión José Lauritto que una vez habló conmigo sobre lo que me sucedía”.
Fue consultada además sobre si el senador nacional Alfredo De Ángeli alguna vez se comunicó con ella, a lo que afirmó: “No, nunca me llamó o se acercó a la escuela, y me llama la atención porque es alguien comprometido con el medioambiente, antes él estaba junto a la Asamblea Ambiental Ciudadana, tuvo en los cortes de ruta, pero no lo conozco personalmente”.
“Además tengo otra cuestión, en enero del 2015 me hago otro análisis y además de tener insecticida, tengo glifosato en la sangre. Este análisis me lo hice yo porque en el momento en que me hice el estudio que me detectó clorpirifós, el otro estudio para detectar glifosato no se hacía y por medio de una persona que se comunicó conmigo por correo electrónico que me va orientando en la parte médica, me hice este análisis en enero del año pasado, el gremio AGMER me cubrió la mitad de los Estela-Lemes-ADENTRO.jpg-WEBgastos y yo cubrí la otra parte para poder viajar a Mar del Plata para hacerme el análisis que me terminó dando positivo en glifosato. Nuevamente mandamos todos los estudios a la ART y de nuevo me dijeron que no le correspondía”, relató la docente.
Lemes se mostró preocupada por la salud de sus alumnos que en 2010 estaban con ella cuando el avión fumigador pasó por arriba de la escuela “ellos no se han hecho ningún tipo de estudios, el análisis solo cuesta 350 pesos, lo caro es el traslado a Mar del Plata”.
En cuanto a la demanda realizada al dueño del campo de Costa Uruguay Sur y al aplicador, dijo que “está en proceso de mediación” y el tema legal se lo dejará a sus abogados porque: “Yo tengo que estar entera y ser fuerte porque los tratamientos que me aguardan no serán fáciles sin dejar de pensar en mi vida personal y mi vida profesional, porque yo voy a pedir la licencia para hacerme el tratamiento pero luego quiero volver a mi escuela porque quiero terminar mi carrera en el establecimiento educativo donde soy titular”.
En tanto negó que haya tenidos intenciones de dejar la escuela rural para ir la ciudad. “He dado clases en escuelas de la ciudad imagesy en la secundaria pero no quiero dejar un lugar que es maravilloso, la escuela es maravillosa, los niños también lo son. No puede ser que por unos pocos que quieren engordar sus bolsillos tengamos que dejar ese paraíso y tengamos que permitir que se perjudiquen muchos, porque con la ganancia de pocos se perjudica la salud de muchos”, sentenció.
Destacó que la escuela rural 66 Bartolito Mitre: “Es mi lugar en el mundo y no voy a permitir que sigan matando el lugar, porque al esparcir agroquímicos en avionetas y en los mosquitos no solo están afectando la salud de la gente, sino que están matando la vegetación y los animales. Lo ideal sería que se dediquen a la ganadería”, concretó.

(Análisis Digital /Paraná)