Escuela N° 15 «José B. Virué» de Larroque- La comunidad educativa de la institución alzó su voz por la extracción del árbol por parte del muncipio en Plaza San Martín

*La Nota fue recibida por medios del Dpto. y algunos medios locales

10426299_382049095327452_126398557565872452_n*La comunidad educativa de la Escuela Secundaria N° 15 “José Benedicto Virué” de Larroque remitió un escrito a los medios donde refleja una actitud desaprensiva por parte de la Municipalidad local.

El escrito textualmente expresa lo siguiente:

“La comunidad educativa de la Escuela Secundaria N° 15 José Benedicto Virué expresamos nuestro profundo pesar y descontento frente a la lapidación del cedro azul de Plaza San Martín, colocado por nuestros alumnos y docentes en el año 2000 en memoria de la Profesora María Olga Carnevale de González, a la que todos conocíamos por Mara, fallecida el 21 de marzo del mismo año.
“El hecho ocurrido bajo estricta responsabilidad de la Municipalidad de Larroque que se hizo público gracias a los medios periodísticos locales, nos llena de tristeza, de impotencia y por sobre todo nos incita a la reflexión colectiva sobre los actos, en los que se incurre en abusos en la toma de decisiones individuales, por parte de quienes tienen a cargo la conducción política de nuestra ciudad; desconociendo la historia que nos hace larroquenses, caminantes y constructores de la vida de nuestro pueblo, moradores de participación y convivencia sobre todas las cosas.

11011223_382049605327401_1136183180788835410_n“Este hecho, desolador para el espíritu, tristemente contrastante con el que los educadores, a diario, pretendemos contribuir a la edificación en valores para nuestros estudiantes, pone en evidencia prácticas que van en contra de la conducta ecológica que en ocasiones, hasta demagógicas, se pretende publicitar en épocas de campaña. Nos preguntamos ¿Molestan los viejos árboles? ¿No se condicen con una idea de moda? ¿No se corresponden con el diseño urbano con el que se pretende edificar una nueva ciudad?

“Es necesario recordar que nuestra escuela solicitó permiso por escrito a la Municipalidad de Larroque para colocar el cedro azul, que además se nos indicó el sitio respectivo, que dicho árbol llevaba una placa conmemorativa, que se recaudaron fondos de alumnos y docentes para la compra de dicho árbol y que muchos vecinos de la plaza se ocuparon de regarlo y cuidarlo para que creciera. Nos preguntamos ¿Cuesta mucho hacer una pregunta antes de actuar? ¿Ya no se puede trabajar en conjunto como estábamos acostumbradas las instituciones desde hacía tantos años?
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“Es necesario también decir que nuestra escuela, la primera de formación secundaria de Larroque, se forjó bajo una fuerte relación de comunidad en la que muchos hombres y mujeres dejaron su tiempo, su dinero y su trabajo para que nuestros jóvenes tuvieran un colegio. Muchas de esas personas que figuran en las páginas de la historia del colegio Virué, fueron también docentes que, más allá de dictar sus cátedras específicas, se caracterizaron por acercar la cultura a nuestros niños y jóvenes, por hacer que expresiones como el teatro, la escritura, la pintura, la danza, el canto, la ecología y el cuidado del medio ambiente a la vez que estrechar los lazos de amistad, de unión, de fuerza y gratitud tuvieran resonancias en los nuevos espíritus que cada año llegaban y egresaban de esta casa de estudios.

Esos valores fueron los que siempre nos han permitido recordar a cada uno de los docentes que ya no están físicamente con nosotros y lo hemos hecho con actos y con palabras, con prédicas y ejemplos, con placas, con discursos, con recuerdos y como en esta ocasión con un cedro azul, que entre muchos otros significados, fue elegido por representar el signo de la inmortalidad, la perdurabilidad, la dignidad y la pujanza.
“Nos duele, nos entristece, nos conmueve, nos hace sentir una gran impotencia.

Por todas estas razones es necesario expresarnos públicamente, porque nos mueve el compromiso que tenemos con las actuales generaciones de nuestras aulas, con los profesores nuevos y con los que vendrán, porque es necesario conocer quiénes somos, qué hemos hecho para forjar nuestra identidad; porque en las bases están los cimientos que sostienen el futuro, que sin darnos cuenta edificamos. No son estas acciones, como la de cortar un árbol que recordaba a un docente, en un espacio público y sin consulta, el ejemplo más ilustrativo que representa todo lo antes dicho.
“Frente a un daño que no tiene reparación, consideramos que esta es la mejor manera de expresar nuestro desagravio”.

*Comunidad educativa de la Escuela Secundaria N° 15 José Benedicto Virué*