En el Espinillo – La unidad de las luchas realizará un acto simbólico

*Homenaje a la revolución Artiguista. Nora Cortiñas, Damián Verzeñassi y Rafael Lajmanovich, sembraron Ceibos que serán plantados en «El Espinillo».
20/02/2019 – Los Ceibos que sembraron hace un año Nora Cortiñas, Damián Verzeñassi y Rafael Lajmanovich en Paraná serán plantados este viernes 22 en El Espinillo, en homenaje a la revolución artiguista. El encuentro será a las 18, en el puente sobre el arroyo Espinillo de la ruta nacional 18, junto al monolito que recuerda la Batalla del Espinillo.
Los manifestantes invitan al encuentro y destacan la unidad de los saberes y las luchas expresada en forma simbólica en la fecha y los árboles. Vecinas y vecinos entrerrianos plantarán dos ceibos este viernes 22 de Febrero junto al monolito que rinde homenaje a la Batalla del Espinillo, que dio a luz la autonomía entrerriana y el federalismo en 1814. Un texto enviado a «PORTAL Larroque», por el Centro de Estudios LA JUNTA ABYA YALA por los PUEBLOS LIBRES, a manera de invitación al Acto de este viernes, dice:
“En este sitio hicieron pata ancha los Gauchos Federales, Criollos, Charrúas, Afroamericanos, y le dieron la Victoria a la Revolución, enfrentando tropas que el centralismo monárquico había mandado para matar a JOSÉ ARTIGAS”.
Los manifestantes explicaron que los ceibos fueron sembrados el 22 de Abril de 2018 (Día de la Madre Tierra) por Nora Cortiñas, Damian Verzeñassi y Rafael Lajmanovich, en un acto en el que recibieron la distinción “Conciencia Abya yala 2018”, por sus contribuciones al pensamiento y las luchas ecologistas, y los derechos humanos y de la biodiversidad.
“El monolito erigido en la orilla del bello arroyo histórico fue construido en 2011 por estas mismas organizaciones, para recuperar la trascendencia de la unidad entrerriano oriental, y de todo el litoral, en la lucha por la libertad, la soberanía particular de los pueblos y la independencia inconclusa.
En ese año 2011 recordábamos también el Bicentenario del levantamiento revolucionario de las y los entrerrianos encabezados por Bartolomé Zapata, para combatir el atropello imperialista, recuperando las plazas de Gualeguay, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. Por esa coincidencia, con el mármol, las organizaciones plantaron árboles abonados con tierra traída desde Gualeguay, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Concordia y Montevideo, cuna de Artigas”, se lee.
“Un 22 de febrero de 1814 nació políticamente Entre Ríos en el campo de batalla, en El Espinillo, con un pueblo sostenido en los principios de las Instrucciones del año 13, de la revolución artiguista, y estribando en tres siglos de resistencia de nuestros pueblos antiguos y vigentes, a la invasión europea”.
“Un 22 de febrero se plantó el federalismo frente a la oligarquía, que ya quería cambiar al mandón de España por un mandón en Buenos Aires para que todo siguiera más o menos parecido. El monolito expresa la certeza de las organizaciones populares: ‘Aquí nuestros hermanos alumbraron con su sangre el federalismo libertario y la unidad de los pueblos. Aquí la oligarquía centralista mordió el polvo. Aquí renovamos nuestro compromiso por las grandes causas de Nuestra América. Combate del Espinillo. Lanza ayer, hoy camino. Artigas vuelve’, reza el mármol, que no reconoce autorías personales ni sectoriales, bajo un abandera federal en homenaje a la sangre derramada por la independencia”.
Las organizaciones sociales realizan en el lugar cabalgatas, mateadas, fogones, asambleas, peñas, “para recuperar la unidad de las luchas de ayer y de hoy, los saberes antiguos, las tradiciones, el monte, el río, las artes, los sueños. Aquí flamean cada año las plastilleras pintadas con frases repetidas, ‘Artigas ‘Vuelve’, ‘Fuera Monsanto’, ‘Federales, no siervos’. Las mateadas se realizan bajo los lemas artiguistas ‘Naide es más que naides’, ‘Que los más infelices sean los más privilegiados’, que molestan a los poderes de turno por la continuidad del régimen de privilegios y latrocinio, y la concentración de la propiedad de la tierra, que repulsan los principios de la Pachamama y del Reglamento de Tierras”.
“El Espinillo es un símbolo del Abya yala, donde se cruzan los conocimientos, los trinos, el sol, los árboles, las lanzas, los caminos. Aquí entran en sintonía los silencios y las melodías, y desafinan el capitalismo y los compartimentos estancos, propios de culturas que desembocan en el genocidio y el ecocidio”.
Al plantar los ceibos, los manifestantes también colocarán una placa con código QR para que los viajeros “puedan interiorizarse de la energía liberadora que emana de este paisaje”.

*PORTAL LARROQUE*
E-Mail: marhorac@arnet.com.ar