En una dura columna de opinión, el fiscal Marcelo Romero criticó la doctrina «abolicionista» del juez Zaffaroni. Consideró que la cárceles de nuestro país son «postgrados del delito». Aseguró que el sistema penal en Argentina «es una joda», arremetió contra el Poder Judicial por apoyar el «abolicionismo» del juez Eugenio Zaffaroni, y tildó de «postgrados del delito» a las cárceles de nuestro país.
En una dura columna de opinión titulada «El sistema penal es una joda», publicada por el portal bonaerense Tinta Judicial, el titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°6 afirmó que en la actualidad «cualquier poligrrilo arma un grupo de secuestradores» y «cualquier principiante forma una banda de narcotraficantes».
«Las leyes penales y procesales se modifican tanto como el pronóstico del tiempo. Se endurecen o se ablandan al ritmo de las encuestas de opinión y de los sondeos de imagen. ¿Política criminal seria y duradera? El día que las vacas vuelen y se acabe la inflación. Es una joda», escribió el fiscal, quien en los últimos días descartó ser candidato del PRO para gobernar la intendencia de La Plata, tal como era el deseo de Mauricio Macri.
En un mismo sentido, Romero añadió que «el Poder Judicial, más precisamente el Fuero Penal, ha abrazado mayoritariamente el abolicionismo de Eugenio Zaffaroni & discípulos. Cientos de magistrados enrolados en esa pseudo doctrina están enfrascados en comprobar la cuadratura del círculo, el sexo de los ángeles o la presión atmosférica en el verano boreal de Saturno».
Y añadió: «La cárcel, el último eslabón del aparato penal, es un postgrado del delito. Los clientes del sistema ingresan como ladrones y se gradúan como homicidas. Encima, con un poco de dinero, acceden a los pabellones business o first class«,
A continuación, el texto completo:
Cualquier poligrillo arma un grupo de secuestradores.
Cualquier principiante forma una banda de narcotraficantes.
Cualquier pelagato se dibuja -con tinta de birome- alguna estupidez en el cuerpo y se arroga el cartel de gran delincuente, aunque sólo sea un ladrón de mandarinas.
Cualquier psicópata organiza una toma de rehenes y se convierte en actor de televisión por algunas horas.
Cualquier criminal -medianamente conocido- da «consejos de vida» por los medios de difusión.
Cualquier semejanza con «Cambalache», es pura coincidencia.
Es una joda.
La Policía fue bastardeada hasta el hartazgo. Ser vigilante era lo mismo que ser Videla, Massera o Camps. Ahora, que las papas queman, quieren crear policías municipales, policías comunales, policías familiares, policías deportivos. En seis meses les dan un cursito y listo. Gorra, pistola y chapa.
Es una joda.
Las leyes penales y procesales se modifican tanto como el pronóstico del tiempo. Se endurecen o se ablandan al ritmo de las encuestas de opinión y de los sondeos de imagen. Política criminal seria y duradera? El día que las vacas vuelen y se acabe la inflación.
Es una joda.
El Poder Judicial, más precisamente el Fuero Penal, ha abrazado mayoritariamente el abolicionismo de Eugenio Zaffaroni & discípulos. Cientos de magistrados enrolados en esa pseudo doctrina están enfrascados en comprobar la cuadratura del círculo, el sexo de los ángeles o la presión atmosférica en el verano boreal de Saturno.
Es una joda.
La cárcel, el último eslabón del aparato penal, es un postgrado del delito. Los clientes del sistema ingresan como ladrones y se «gradúan» como homicidas. Encima, con un poco de dinero, acceden a los pabellones business o first class.
A título de ejemplo, el cura Grassi, condenado por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, tenía más privilegios que el Nuncio Apostólico!!!
Es una joda.
Mientras tanto, el elefante estatal se mueve -exclusivamente- cuando los problemas aparecen en la televisión. No sea cosa que «la gente» diga este país es una joda! (Infobae)