El 44 por ciento de las empleadas estatales, es obesa

Personal en oficinas....
Personal en oficinas….

01.04.2014
Provincia – El dato surge de un relevamiento realizado por la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), y además revela además que el 52 por ciento no realiza actividad física. La muestra comenzó a realizarse en Paraná en mayo del año pasado y luego se hizo extensiva a todas las delegaciones de la provincia.
Es creciente el porcentaje de la población -que por diferentes motivos- no dedica parte de su tiempo libre a poner el cuerpo en movimiento.

Según datos de la Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, efectuada en 2009 por el Ministerio de Salud de la Nación (es el último sondeo disponible), el 54,9 por ciento de la población adulta de nuestro país realiza un nivel bajo o nulo de actividad física, mientras que el 53,4 por ciento presenta exceso de peso (35,4 por ciento de sobrepeso y 18 por ciento de obesidad).
Una encuesta realizada por la secretaría de Igualdad de Oportunidades y Trato de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), seccional Entre Ríos, sacó a la luz índices preocupantes respecto del desconocimiento que las mujeres tienen del cuidado de su propia salud: el 44 por ciento de las consultadas en toda la provincia presenta obesidad. En el cuestionario, una de las preguntas está orientada a conocer el nivel de la actividad física que realizan las mujeres.
Ellas respondieron que casi no le dedican tiempo: el 52 por ciento se declaró sedentaria. «Es producto de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización», dice a modo de reflexión el portal del Ministerio de Salud de la Nación.
Los índices de sedentarismo que indefectiblemente conducen al sobrepeso reflejan valores que denotan un alarmante desinterés por mantener en armonía el cuerpo y la mente. En esa línea el muestreo encarado por el gremio entre trabajadoras estatales detectó un alto grado de obesidad, superando la media nacional, aunque también en la recolección de datos surgieron números que sorprenden: en el cinco por ciento de las encuestadas se detectó obesidad mórbida.
Los estilos de vida sedentarios constituyen una de las 10 causas de mortalidad, morbilidad y discapacidad, además de constituir el segundo factor de riesgo de una mala salud -después del tabaquismo-, ya que duplica el peligro de sufrir enfermedad cardiovascular, diabetes tipo II y obesidad. La falta de ejercicio físico, también aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial, osteoporosis y cáncer de mama y colon, entre otras enfermedades.
«No cuidamos nuestra salud, o porque no nos da el tiempo, o porque hay compañeras que tienen horarios cortados y que llegan a su casa y tienen que atender a sus maridos e hijos. Es una vida bastante sedentaria la que tiene la empleada pública», dijo la titular de la Secretaría de Igualdad de Oportunidades y Trato de UPCN, Teresa Figueroa.
Señal de alarma
Para clasificar la obesidad el equipo de trabajo del gremio se valió del Índice de Masa Corporal (IMC). Es un indicador simple de relación entre el peso y la talla, que se obtiene dividiendo el peso de la persona sobre su altura al cuadrado (en metros).

«Hemos detectado casos de obesidad mórbida. Esto demuestra que las compañeras están toda la mañana sentadas en su oficina y eso sucede generalmente en la administración central. Se levantan solamente para ir al baño», reconoció la dirigente de UPCN.
De hecho, lo que demuestra el sondeo es que la mujer reparte la mayor parte de su tiempo entre el trabajo y el hogar.
En una alta proporción esta situación suele agravarse en determinadas áreas de la administración pública. Por su experiencia como trabajadora de la salud, la dirigente gremial lo puede contar con conocimiento de causa. «Ni hablemos del sector enfermería, que trabajan ocho horas y que los horarios son rotativos. Y que cuando les toca trabajar de noche, duermen a la mañana y a la tarde comparten poco tiempo con la familia. Entonces no quedan ganas ni tiempo. Son muchos los factores que hacen que la mujer no pueda dedicar un tiempo para hacer actividad física», apuntó.
Al querer esbozar una evaluación del sondeo y los objetivos que se persiguen con el estudio indicó: «Cuando se conocieron los resultados comenzamos a hacer concientización, socialización de la problemática y hemos ofrecido actividades físicas desde nuestro sindicato».
La misma muestra que comenzó en Paraná en mayo del año pasado y que ahora se hizo extensiva a todas las delegaciones de la provincia, recogió la opinión de 850 mujeres que trabajan en distintas reparticiones públicas: jardines maternales municipales (en su mayoría), en el Consejo General de Educación, en el Ministerio de Salud, en comedores y el resto en la administración.
En la encuesta también se pudo conocer la opinión de las empleadas sobre diferentes temas: si saben lo que es un PAP, sus beneficios y si se lo habían hecho durante el último año.
Por lo general, en la administración pública entrerriana se trabajan entre seis y siete horas, aunque depende de la categoría del trabajador. Casi el 90 por ciento se desempeña en horario matutino. El 86 por ciento de las trabajadoras encuestadas se desempeña en un horario matutino, el nueve lo hace en un horario rotativo, mientras que el cinco por ciento trabaja durante la tarde.
El objetivo de esta actividad se propuso tratar de revertir algunas de las conductas mencionadas. Pese a que desde el sindicato se pusieron a disposición herramientas para cambiar este preocupante panorama -el más acabado ejemplo son los talleres gratuitos- no se ha notado un viraje en los hábitos de las mujeres.
Al referirse a la alta incidencia de la obesidad en la mujer, Figueroa contó a UNO que la mayor cantidad de casos se detectaron en la administración central de la capital entrerriana. «Son los que padecen en mayor medida el sedentarismo. ¿Sabés cuándo la mujer realmente toma conciencia y se asusta? Cuando le pasa algo», afirmó.
«Tenemos muchos casos de compañeras que sufren estrés. Nos comentan que la cabeza les va a explotar, que no dan más y tienen el colesterol por las nubes. Y no es por lo que comen, porque capaz que se trata de una persona delgada. Nuestro accionar apunta hacia la concientización, a través de nuestros delegados, muchos de los cuales muchos son enfermeros», enfatizó.
(Uno)