*Consumo de Drogas, en los adolescentes. Estadística preocupantes.
*Según una encuesta de la Sedronar, los adolescentes perciben que pueden acceder con facilidad a la marihuana; crece el número de quienes creen que consumirla no implica riesgos.
El consumo de drogas de los adolescentes casi se triplicó entre la encuesta nacional realizada en 2010 y el registro actualizado por primera vez el mes pasado. La estadística oficial puso en cifras algo que hasta ahora se trataba como sensación. Las percepciones sobre el aumento del uso de drogas quedaron expuestas durante varios años en informes elaborados por universidades.
En esos trabajos se hacía referencia a la presencia cada vez más cotidiana de puestos de ventas de estupefacientes en todos los barrios. También se consignaba el riesgo que esa situación presentaba para los jóvenes
Los datos que la Sedronar había tomado en 2010 señalaban que el 3% de los chicos de entre 12 y 17 años había consumido marihuana alguna vez en su vida. Siete años después, el mismo organismo registró un ascenso que alcanza al 8,4% de los menores.
Para los investigadores del Observatorio Argentino de Drogas, la dependencia de la Sedronar que se encarga de esos informes, resulta más importante establecer el porcentaje de adolescentes de entre 12 y 17 años que consumen porque eso permite estimar una proyección sobre el total de personas que toman drogas.
La cercanía de los puestos de venta de drogas aparece como un constante factor de riesgo. Cuatro de cada diez chicos de 15 a 17 años aseguraron que recibieron en el último año al menos una oferta para comprar marihuana o cocaína.
Varios factores influyen en el aumento del consumo de drogas por parte de los adolescentes. El contexto político-social establecido entre la medición informada en 2010 y la notificada el mes pasado por la Sedronar aparece representado en las respuestas sobre la percepción juvenil del riesgo provocado por el consumo de las diferentes sustancias psicoactivas.
En 2009 se conoció el llamado fallo Arriola, la sentencia de la Corte Suprema que determinó la inconstitucionalidad de castigar con prisión la tenencia de drogas para consumo personal. Los argumentos de los jueces hicieron referencia concreta a que se no trataba de una legalización de sustancias prohibidas ni un respaldo oficial a su utilización. Sin embargo, el mensaje parece haber sido decodificado en forma diferente por los adolescentes. Más a partir de la irrupción en la esfera pública de diversas posiciones favorables al uso de esa droga.
En este momento se duplicó el porcentaje de adolescentes que considera que fumar marihuana no ocasiona riesgo, dato consignado este año por el 21,3% , en relación con lo expuesto en 2010. Y casi la mitad de los jóvenes entre los 12 y 17 años estima a esa acción, en el peor de los casos, como un riesgo leve.
Otro índice confirma que la tolerancia social expande el mercado de drogas: sólo el 2,7 de los menores considera que no es arriesgado fumar tabaco, un producto de venta comercial que tuvo muchas restricciones en los últimos años.
Una de las preocupaciones más fuertes que dejó el análisis de la nueva estadística de la Sedronar se focalizó en la edad de inicio el consumo drogas. El 71,4% de los adolescentes que fuman marihuana comenzó a los 15 años o antes. Y el 53% de aquellos que probaron esa droga mantuvieron su consumo. Ese porcentaje de fidelidad a la marihuana es considerado alto por los investigadores.
Vínculos de dependencia
Una cifra concreta servirá para dar dimensión al problema: 10.000 adolescentes tienen síntomas de consumo riesgoso de marihuana. Entre ellos, unos 6000 directamente tienen dependencia al consumo de cannabis. Otros 3000 adolescentes tienen un vínculo de dependencia al uso de cocaína.
La prevalencia en vida del consumo de cocaína entre menores de 12 a 17 años es de 1,2%. También crecióen relación con los datos de 2010, cuando se había registrado el consumo por parte de sólo 0,4%.
«La iniciación del consumo a edades cada vez más tempranas, es una de las evidencias que nos hicieron poner en marcha programas de prevención para todas las escuelas del país, y por esto firmamos acuerdos con las provincias para implementar estrategias de prevención que incluyen trabajo en el aula desde educación inicial y primaria», explicó Roberto Canay, subsecretario de Prevención y Tratamiento de la Sedronar.
Y agregó: «La información del estudio nacional y otros relevamientos que estamos realizando nos permiten caracterizar detalladamente la problemática del consumo de sustancias. Queda claro que estamos ante un problema complejo y que por lo tanto no es un problema solo de ‘drogas’, sino que es un problema de personas, de familias y, especialmente es una problemática social y de salud pública. Tenemos que trabajar juntos gobiernos, organizaciones, toda la sociedad, obviamente con diferentes niveles de responsabilidad, pero integrados».
El 8,4% de los jóvenes de entre 12 y 17 años que reconocieron haber consumido marihuana implica que el mercado juvenil de esa droga abastece a poco más de 1.500.000 adolescentes.
Y las ganancias para las organizaciones narcos puede incluso aumentar en breve, ya que reconoció la curiosidad por probar drogas al menos el 14% de los adolescentes que no consumen actualmente sustancias prohibidas.
«Estamos incorporando progresivamente indicadores de calidad, para garantizar los tratamientos adecuados. Falta mucho por hacer, pero queremos dejar las bases para sostener estos ejes de trabajo», sostuvo Canay.
En la encuesta nacional realizada por el Observatorio Argentino de Drogas de la Sedronar, la mayoría de los jóvenes afirma que podría conseguir marihuana en menos de 24 horas. Ese pensamiento juvenil, que indirectamente señala la presencia narco en todo barrio, tiene similares reacciones cuando se examina esa respuesta en otras franjas etarias, como de 18 a 24 años y de 25 a 34 años. Esa situación refuerza con datos concretos la percepción social sobre una mayor circulación de las drogas en las calles argentinas.
(Fuente: La Nación /por Daniel Gallo)