*El caso financiero rural se conoció días atrás por medios provinciales y nacionales. Se conocen nuevos afectados por una maniobra de compradores de maquinaria agrícola que pagaron con «cheques que no tenían fondos.» El perjuicio superaría los 51 milones de pesos.
“Todo digitado para que la bomba explote a fin de julio”,dicen los damnificados. Como efecto dominó, la lista de productores agropecuarios que denuncian una presunta estafa de C&M Medical SRL, perteneciente a los hermanos Francisco y Diego Trombotto, se engrosó, a más de 20, y pareciera no tener fin. Y alertan que el perjuicio ya supera los $51 millones. A las primeras víctimas conocidas como Cecilia Doval, los Urquía de la zona pampeana de Riglos y una agencia de compraventa de maquinarias se sumaron muchos más.
Con el mismo modus operandi, los apuntados por los productores contactaban a quienes ofrecían sus maquinarias agrícolas en plataformas digitales. Luego, uno de ellos hacía una visita al campo con un mecánico para revisar el vehículo y se concretaba el negocio
Entregaban cheques diferidos electrónicos y rápidamente enviaban un carretón para retirar la maquinaria hacia una chacra alquilada en la zona entrerriana de Gualeguaychú, donde al tiempo se iban del lugar con rumbo desconocido. En este contexto, al unísono, a fin de julio y principios de agosto, todos los cheques dados fueron rechazados por carecer de fondos.
Una nueva víctima conocida fue Sergio Casar, productor agropecuario de la zona pampeana de Trenel. “Yo había publicado a principio de año mi tractor y a fin de mayo recibí una llamada telefónica. Se mostraron interesados en mi maquinaria. A los pocos días llegó Diego Trombotto y un supuesto mecánico en un auto ploteado con el nombre de la firma”, contó a LA NACION.
“Tras cerrar el negocio, llegó el carretón a buscar el tractor y me enviaron dos cheques electrónicos por el equivalente a US$20.000, a pagar a finales de julio. Todo parecía normal, averigüé el estado de la cuenta y estaba perfecta, hasta que me llamó el dueño del carretón que no había podido cobrar los viajes que había hecho. Ahí me di cuenta que yo era un estafado más también”, añadió.
Casar ya realizó la denuncia respectiva en la fiscalía en General Pico y aguarda que la investigación avance. “Es una banda delictiva que trabajó de manera organizada. Nos estafaron y se hicieron humo”, describió.
El caso del productor de General Alvear, Martin Gallo, es similar. Tras la publicación de su equipo, el llamado, visita al campo para la revisación, acuerdo comercial y retiro del tractor, los cheques por el equivalente a US$24.000 vinieron rechazados.
“Pedí un veraz y todo estaba bien. Todo indicaba que no había inconvenientes. Como con esa plata yo iba a comprar otro tractor, le pasé los números de cuenta a la agencia. Ellos revisaron las cuentas y aceptaron los cuatro cheques de la sociedad por un total de $2,4 millones que eran para cobrarse entre el 30 de julio y el 15 de agosto. Lamentablemente todos vinieron de vuelta. Me puse a investigar y el último día que usaron esos teléfonos de contacto fue el 28 julio pasado”, explicó. Gallo también hizo la denuncia en la fiscalía.
No solo la gente del campo fue víctima. María Ruiz es dueña de la estación de servicio que está ubicada sobre la ruta 136, en Gualeguaychú. “A mediados de julio, vinieron los Trombosso a pedir la apertura de una cuenta corriente para la carga de combustible de su firma y que cada 15 días iban a pagar. Es común en la zona abrir este tipo de cuentas a productores nuevos. Averiguamos antecedentes y sus referencias estaban impecables. A finales de julio nos entregaron dos cheques, uno físico y otro electrónico por un total de $105.000, que gastaron entre combustible y cosas de minimercado. Los dos vinieron de vuelta sin fondos. Todo digitado para que la bomba explote a finales de julio”, dijo.
Casar tiene pocas esperanzas en recuperar su tractor. “Ya pasó mucho tiempo pero aun confío que la policía algo pueda hacer. Nunca me pasó algo igual. Tengo mucha impotencia porque somos laburantes y no nos sentimos respaldados por las instituciones. Es muy triste que los bancos abran cuentas y dejen que delincuentes libren cheques por doquier”, finalizó.
*La Nación trató de comunicarse nuevamente con números de contacto de la empresa C &M Medical SRL y con los hermanos Trombotto, pero no tuvo respuestas positiva. *(Mariana Reinke / LaNación)