Cultura popular – Una historia; murió «Peperina», la del rock nacional

Murió «Peperina», la del rock nacional. Patricia Perea falleció en Córdoba. Siempre le pesó el personaje.
18/9/2016 – CÓRDOBA.- «Quiero contarles una buena historia, la de una chica que vivió la euforia de ser parte del rock, tomando té de peperina..». Charly García le dedicó esta canción a Patricia Perea, «Peperina», quien hoy murió en esta ciudad.
Cordobesa, escribía en la revista «Expreso Imaginario» sobre rock. Charly se enojó por una crítica a un show suyo en el Municipal de esta ciudad en septiembre de 1979. El rockero reaccionó y contó el romance que Perea tenía con Daniel Grinbank, mánager de Serú Girán.
En 1981 «Peperina» se alejó del rock. Hace unos años, en un reportaje a La Voz del Interior, comentó que «eran contradictorios, cantaban canciones de amor, pero no respetaban a la mujer. En el fondo, Peperina es una canción de un machista despechado».
«Peperina» llegó al cine protagonizada por Andrea del Boca y dirigida por quien entonces era su pareja, Raúl de La Torre.
Para Perea siempre fue «una cruz cargar» con el personaje «porque la gente creía que yo era la de la canción o la de la película, y nada que ver».
(Diario La Nación)
«Peperina»…
*Quiero contarles una buena historia
la de una chica que vivió la euforia
de ser parte del rock
tomando té de peperina.
Típicamente mente pueblerina
no tenía huevos para la oficina
subterráneo lugar de rutinaria ideología.
Romántica entonaba los poemas más brillantes
susurrándo al oído de mil representantes:
te amo, te odio, dame más.
Mirando al campo se olvidó del hombre
mirando al rico se vistió de pobre
para poder saber lo que chusmeaban las vecinas.
En su cabeza lleva una bandera
ella no quiere ser como cualquiera
ella adora mostrar la paja de la cara ajena. 
Y dentro de su cuento ella era Cenicienta,
su príncipe era un hippie de los años sesenta. 
Te amo, te odio, dame más.
Trabaja en los recitales,
vive escribiendo postales, 
duerme con los visitantes
y juega con los locales, 
su cuerpo tiene pegada grasa de las capitales.
Te amo, te odio, dame más. 
Te amo, te odio, dame más.
Te amo, te odio, dame más.