*Luego de casi siete años de recorrer el mundo en su bicicleta y de vivir miles de enriquecedoras experiencias, este último viernes a las 17.30 llegó a su ciudad de origen, Alta Gracia, el cordobés Francisco Cámara. Este joven de 32 años decidió concretar la travesía para aliviar el vacío que le provocó abandonar la práctica profesional del golf. Francisco, o «Fran» para sus familiares y amigos, arrancó su viaje en bicicleta en junio de 2008, desde Barcelona (España). Visitó 70 países de Europa, Asia, Oriente Medio y América, además de Australia. Asegura que recorrió 80 mil kilómetros en estos casi siete años desde que empezó a viajar. Sólo le falta recorrer Africa, proyecto que tiene previsto concretar en los próximos años.Luego de pasar por Grecia llegó a los países árabes, incluidos los que vienen siendo noticia mundial por los graves conflictos que los aquejan, como Irán y Pakistán, donde debió ser auxiliado por el consulado argentino.
Su gira en bicicleta continuó después por los gigantescos India y China, para luego arribar a Malasia e Indonesia. Por fin, llegó al también enorme Australia, donde pedaleó miles de kilómetros.Trasladado vía aérea hasta Alaska, en 2012 inició su periplo desde América del Norte, para luego ir pasando por los países de América Central y América del Sur. Excepto Brasil y Uruguay, recorrió los demás países sudamericanos.La red social Facebook le sirvió para estar comunicado con familiares y amigos, realizar pedidos de información puntuales, y contar anécdotas.
Búsqueda interior
«Cuando dejé de competir al golf hace ya varios años sentí un enorme vacío, que me llevó a planear este viaje, para tratar de reencontrarme a mí mismo; fue un peregrinaje espiritual, una búsqueda interna muy grande», comentó el jueves a La Voz del Interior, recién llegado a la ciudad de Córdoba.Aparte de su bici y de los escasos bártulos que lo acompañaron en estos últimos tiempos, Francisco lucía orgulloso una remera de la Selección argentina de fútbol. El martes, había vuelto a pisar suelo argentino luego de cruzar la frontera con Bolivia.Francisco salió de Córdoba en 2008 prácticamente sin dinero, apenas con 200 dólares. «Sobreviví con la ayuda de la gente, que me dio comida y un techo, es decir lo más importante de todo», cuenta.Además, elaboró y vendió artesanías para conseguir los fondos mínimos indispensables para vivir. «Hacía una bicicleta de alambre y la ofrecía a la gente», confesó.Otro aliado suyo fue un gran cartel arrollado que acarreó consigo en el que estaba resumido su viaje y algunos de los países que visitó.Grata impresiónCámara asegura que partió con algunos «miedos» desde Córdoba y que su viaje le permitió desmitificar lo que dicen los medios de comunicación sobre los conflictos mundiales. «Me llevé una impresión muy distinta de la que tenía; descubrí que el mundo es una maravilla», comentó.Agradece que, por suerte, tuvo «obstáculos menores» en su extensa y cansadora travesía, por ejemplo robos.Familiares de «Fran» ponderan que es «el primer cordobés» en realizar «la hazaña» de recorrer buena parte del mundo en su bicicleta.»Su mayor anhelo fue llevar a todos los lugares del planeta un mensaje de promoción de la paz, la unidad y la libertad», resaltó su tío, Javier Correa.Francisco planea ahora permanecer un tiempo con su familia y con sus amigos en Alta Gracia, a quienes hace años que no ve. «Necesito un poco de contención, así que me quedaré con ellos el tiempo que considere necesario», admitió el joven, hijo de Julio Cámara y María Luz Correa. Tiene tres hermanos: Pedro, Ignacio y Gonzalo.