Racing salió a jugar su último partido en la fase de grupos con el deber cumplido. Ya tenía el pasaje asegurado rumbo a los octavos de final y el escollo final, un Táchira ya eliminado, parecía ser solo un trámite de rutina para poner los sellos finales y quedar como líder del grupo 8.
Pero el trámite se complicó. Porque Racing salió apático y Táchira se empezó a soltar con el correr de los minutos. Videla, que suele ser un pulpo en la mitad de la cancha, tuvo una noche con muchas sombras. Y José Meza aprovechó los desacoples para facturar.
A los 30 minutos del primer tiempo, el delantero quedó mano a mano con Alvarado, que retrocedió mal y le facilitó las cosas. Meza definió con un zurdazo a colocar, contra el palo derecho de Saja y puso el sorpresivo 1-0. Enseguida tuvo su chance Racing con un pase en profundidad de Cerro para Bou, sacó un derechazo fuerte y cruzado, que alcanzó a manotear el arquero venezolano y dio en el palo.
En el arranque del segundo tiempo llegó el 2-0 en una jugada similar al primero. Otra vez quedó desacomodado el triángulo defensivo de Racing Alvarado-Nico Sánchez-Videla. Recibió Meza, Sánchez se resbaló cuando quiso ir al cruce, y el delantero sacó otro perfecto zurdazo al palo derecho de Saja.
La única buena noticia para Racing llegaba desde Lima, donde Sporting Cristal ponía el 1-1 ante Guaraní y le permitía a la Academia continuar en el primer lugar del grupo.
A los 13 de la segunda parte, en una de las primeras jugadas con tres pases en cadena, el equipo de Diego Cocca revivió. Alvarado tomó la lanza y mandó un pase largo para la corrida de Bou por izquierda. La Pantera la bajó con el pecho, controló y metió el centro punzante al corazón del área para que Diego Milito la empuje al 2-1.
El capitán, el símbolo, invitó a la remontada. Y para eso fue clave el aporte de Brian Fernández, como siempre picante, movedizo y con aportes diferentes de mitad hacia delante. Para ese entonces, Táchira ya había dado todo lo que tenía para dar. Y el gol del empate llegó por decantación.
Pudo haber sido de Brian Fernández, pero el pibe ex Defensa y Justicia seguía con mala suerte: su bombazo rebotó en el travesaño. Pero fue de Bou, uno que anda derecho con el arco, con un derechazo seco contra el primer palo del arquero visitante.
Y Racing siguió yendo. No brilló, es cierto. Dejó muchas dudas defensivas pero ratificó su potencial en ataque. Atacó hasta el final y lo terminó empujando al equipo venezolano. Así, a los empujones, llegó el gol del triunfo. Un premio para Brian Fernández que había acumulado muchas situaciones y pocos festejos. El pibe sacó un remate mordido al centro del arco, pero Contreras falló, no la pudo controlar y la Academia lo dio vuelta. Así aseguró el primer puesto en el grupo 8 y tiene un muy buen puntaje pensando en el cruce de octavos de final.
(Clarín)