El festejo de la selección: el desahogo por llegar a una nueva final. El grupo celebró el pasaje a la final, pero sin la euforia del partido ante Colombia
(Por Tomás Bence | canchallena.com)
El abrazo del alma. (Foto: AFP )
CONCEPCIÓN, Chile – El brasileño Sandro Ricci marcó el final del partido. El abrazo sentido de los jugadores argentinos fue la imagen del desahogo de este equipo que consiguió, en menos de un año, llegar a una nueva final. Sin dudas, no es lo mismo que el Mundial, pero la Copa América es el torneo más importante del continente. Claro que para ninguno será revancha de la perdida en Brasil, pero sí puede significar el primer título con la selección, una satisfacción que se le niega desde hace 22 años.
Los seis (6) goles que marcó la Argentina –Gerardo Martino– le dieron tranquilidad y el festejo final no tuvo la euforia del partido frente a Colombia, con esas corridas y abrazos a Carlos Tevez, pero no por eso esta fue menos sentida.
Se saludaron los 11 futbolistas que quedaron en el campo de juego. Se abrazaron Messi, Biglia, Zabaleta y Di María. En el banco, la alegría no fue menor. El Tata Martino levantó sus brazos en señal de victoria y, rápidamente, llegaron los festejos. Sus colaboradores se acercaron a celebrar con el Tata. Los que estaban afuera, tras algunos cantos y arengas, se fueron metiendo al campo de juego para sumarse al resto de sus compañeros.
Fueron saliendo de la cancha todos juntos, menos Messi, quien se quedó charlando con los medios. Los hinchas se aguantaron el frío para ovacionar a la Pulga cuando se metió en el pasillo camino a los vestuarios.
Pero en el vestuario siguieron los festejos. Los aplausos para Leo, uno de los pocos que faltaban ingresar. Luego, más cantos y sonrisas. Mascherano y Pastore fueron los últimos en sumarse, ya que ambos tuvieron que acudir al control antidoping.
Ya son habituales para este grupo los elogios y los saludos por medio de las redes sociales. «Qué gran equipo, qué partidazo, estamos en la final. ¡Vamos Argentina carajo!», publicóMarcos Rojo en su cuenta de Twitter. «Otra final para este maravilloso grupo, gracias por el aguante», dijo Pablo Zabaleta. «Feliz de ser parte de este grupo», escribió Nicolás Otamendi.
El grupo se muestra más unido que nunca. Hoy, con los minutos que jugó Fernando Gago, sólo queda Milton Casco como el único jugador de campo que no participó de este campeonato. Pero esta buena relación se muestra no sólo en la cancha, sino también en el día a día. Es tradicional 
ya su abrazo grupal antes de terminar el calentamiento previo al partido, una muestra de que todos tiran para el mismo lado. A la hora de festejar, nadie se queda al margen.
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(Canchallena / La Nación)
