Investigación del camión con 1600 kilos de marihuana.
21/12/2014- El relato de un testigo de identidad reservada y las comunicaciones con la red de emergencias 911 son algunas de las pruebas que el fiscal federal Walter Rodríguez ponderó en la investigación por un camión con 1.600 kilos de marihuana varado en Arroyo Leyes para imputar en la causa a doce policías, entre ellos, el jefe de la Unidad Regional I, Sergio Vergara y el subjefe, Sergio Fernández. El viernes, el juez federal Reinaldo Rodríguez ordenó la detención de tres de los imputados: Alejandro Agüero («el Aguja»), un sargento que operó en la sección Inteligencia de Drogas Peligrosas y -según el fiscal tenía «poder de disposición» del cargamento, pero lo dejaron ir y dos comisarios: el jefe de Orden Público, Cristian Hang y su colega de la 8º Zona de Inspección, Martín Díaz. Agüero es investigado por supuesto «tráfico de estupefacientes agravado» y los otros dos por presunto «encubrimiento agravado, violación de deberes, favorecimiento de evasión, falsificación de documento público y sustracción de elementos probatorios», dijeron fuentes judiciales.El gobierno ya había puesto en disponibilidad a Agüero y Díaz y ayer informó que Hang quedó en la misma situación. Los entendidos estimaron el costo del cargamento en unos 3 millones de pesos y según el testigo secreto, el hallazgo estaba destinado «a la política de la policía» (sic), es decir, a una «puesta en escena» para que la opinión pública valore «la supuesta labor desplegada por la fuerza», agregó el fiscal.
El «operativo falso» -como lo consideró Rodríguez ocurrió el 2 de noviembre. Era una madrugada lluviosa, en el final de la calle 62 al oeste de la ruta 1, en Arroyo Leyes, donde quedó varado el camión con la droga. Los vecinos alertaron por teléfono sobre la maniobra. Y el testigo de identidad reservada describió la escena: «Había un camión con un container rojo, otro camión chico blanco con cabina roja y unos bultos en su caja, un Peugeot Partner gris de vidrios polarizados, el móvil 5212 y una camioneta del Comando Radioeléctrico de la Costa que no recuerdo el número identificatorio. Y dos personas que no eran policías», relató. El camión chico y el utilitario se «retiraron del lugar» y quedaron los patrulleros.
Diálogos en la madrugada. En la denuncia, el fiscal mencionó, las comunicaciones «radiales y telefónicas» que se registraron en el servicio de emergencias 911. Un operador de turno que declaró en la causa identificó al móvil que lo había llamado. «Era el 5212. Me dice que estaban chequeando un camión cargado de precursores y tenían un personal policial detenido» (sic). «A esto lo escucharon también» otros dos policías: su compañero de tareas y el oficial al mando del 911. «Estábamos sentados los tres. El audio se escucha clarito», agregó.
El oficial a cargo del 911 coincidió: «El operador le consultó al móvil 5212 si había una persona aprehendida en el lugar» y «una voz masculina le manifestó desde el móvil 5212 que sí, se había aprehendido a una persona y era policía. Esto se escuchó claramente en la frecuencia radial», así que «cualquier móvil policial» que operaba en la zona «pudo escucharlo», dijo.
* «Una puesta en escena». El testigo secreto dijo: «Uno de los numerarios del móvil 5212 me manifestó que uno de los civiles se identificó como el «Aguja» Agüero, quien sería personal policial, circunstancia que puse en conocimiento del comisario Díaz, mediante mi teléfono celular. Con posterioridad, llegó el móvil 5620 en el que se trasladaba el comisario Díaz con el sargento (José) Murgia, que es su chofer y se abocaron a entrevistar a Agüero. En ese momento, le pregunto al comisario Díaz qué iba a hacer» y «me dice que los iba a detener a ambos, por lo que me comunico por frecuencia con el 911 para darle conocimiento que se había retenido a un posible empleado policial, circunstancia que fue puesta en conocimiento de personal de Drogas tambiénà». Posteriormente, «observo que Díaz se entrevistó con Agüero y éste último le pidió que liberen al camionero porque no tenía nada que ver, ya que supuestamente los que trajeron el camión se habían ido del lugar cuando vieron las balizas del móvil policial».
«Díaz -agregó el testigo se acercó a los camiones para observarlos y me pidió que fuera a buscar testigos y que inspeccione si las personas que se habían escapado no estaba en la zona. Ya a esa altura empezaron a llegar el resto de los móviles policiales y en un momento, me doy cuenta que Agüero y la otra persona ya no estaban en el lugar, como tampoco el utilitario y el camión color blanco con cabina roja, por lo que fui a preguntarle a Díaz por qué motivo los había liberado, sin que me contestara nada al respecto».
El testigo relató un cruce con Agüero. «En el medio del procedimiento, antes de que llegara Díaz», Agüero lo saludó. «Me dijo que estaba todo bien, que él estaba respaldado, que a mi me iba a alcanzar con el secuestro de la mercadería, que para `la política de la policía’ (sic), eso iba a alcanzar. Yo sé que a Agüero lo mencionan como un personal policial que se dedicaba a la distribución de droga en la zona de la costa», agregó, según da cuenta Rosario/12.
El fiscal se hizo eco de esa expresión del testigo secreto. «Los 1.682 kilos de marihuana `oficialmente’ (sic) incautados estarían destinados a la ‘política de la policía’, lo que se interpreta como una puesta en escena pública de la supuesta labor desplegada por la fuerza», dijo. Y mencionó las noticias que la prensa de Santa Fe publicó en las horas siguientes al operativo del 2 de noviembre.
* Un acta falsa. El fiscal dijo que «el acta del procedimiento no refleja la realidad de lo ocurrido». Porque «no hay ninguna constancia de la existencia de por lo menos dos personas aprehendidas, de su posterior liberación ni de la presencia de otros vehículos distintos al camión (que transportaba el container)», por lo tanto se incurrió «en graves omisiones y falsedades referidas a circunstancias de mayor trascendencia», concluyó. (Foto: Rosario/12.)