*Con una inversión de $ 500.000, el ingeniero Carlos Ptaschne impulsa el desarrollo del vehículo; ya tiene bocetos y espera construir el prototipo en tres años.
Quedó en la memoria de muchos en el país. Diseñado por dos ingenieros argentinos, y fabricado en el país entre 1952 y 1979, el Rastrojero supo conquistar caminos rurales y rutas como un vehículo económico y popular. Ahora, décadas después del fin de su producción, un grupo de empresarios intentan revivir el histórico modelo con elementos del siglo XXI.
El proyecto Nuevo Rastrojero, ideado por el ingeniero Carlos Ptaschne, acumula una inversión de $ 500.000 y más de cuatro años de trabajo con el apoyo de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y el INTI. El objetivo es desarrollar un nuevo vehículo cuyo diseño exterior se inspira en el rastrojero original, mantiene sus características funcionales pero utiliza un motor exclusivamente eléctrico.
El boceto del Nuevo Rastrojero…
El disparador de la iniciativa, cuenta Ptaschne, fue su diagnóstico sobre el parque automotor en el campo. «La Argentina tiene 1.200.000 vehículos livianos obsoletos. Son chatas que circulan por las rutas atadas con alambre, y es muy peligroso, pero los productores no tienen alternativas baratas para competir. Hay una necesidad muy grande ahí», sostiene el impulsor de la iniciativa, que convocó colaboradores y asistentes a través de Linkedin y Facebook.
«Queremos apuntar a ese segmento. Pequeños y medianos productores rurales, que tengan huertas o terrenos. La idea es ponerle el rótulo de vehículo regional para hacer cortas distancias y que sirva para darle soluciones a ese segmento», sostiene el director del proyecto, que piensa en los US$ 30.000 como precio de venta al público del vehículo. «Buscamos ser un factor de fomento económico para que el agricultor pueda desarrollarse con esa herramienta. Ese es el concepto con el cual el rastrojero se hizo popular, con un bajo costo operativo y mucha facilidad de compra», plantea.
El Nuevo Rastrojero aún se encuentra en una etapa preliminar. Junto a la UTN y a consultoras, trabajaron en estudios de mercado y en los bocetos preliminares del vehículo, aunque proyectan completar los primeros prototipos en un plazo de tres años. «Estamos en la etapa de la definición técnica, que es lo que más trabajo nos da, y con el tema de la localización geográfica de la línea de montaje, las validaciones y la búsqueda de proveedores», dice Ptaschne.
*El boceto del Nuevo Rastrojero…
Una vez concluida esa etapa, el plan es iniciar la producción a gran escala de los vehículos en un plazo de tres años. «Es necesario todo un proceso de set up de la línea de producción, los proveedores y la validación del producto», dice el fundador, que junto a su equipo ya tiene en mente adquirir terrenos en el Gran Rosario para instalar su planta.
Según el diseño en el que trabajaron Ptaschne y su equipo, el Nuevo Rastrojero será un vehículo de cabina simple y una caja trasera con una tonelada de capacidad de carga máxima, con un 60% de componentes nacionales. Estará equipado con cuatro motores eléctricos que le permitirá alcanzar una velocidad máxima de 115 km/h, y un sistema de conducción selectivo que permitirá al usuario configurar la conducción para camino de arena, tierra o asfalto.
El desarrollo de la tecnología eléctrica (motores y baterías), mientras tanto, es por ahora un limitante. «El objetivo es lanzarlo a la venta cuando lleguemos a una autonomía de 350 kilómetros», asegura Ptaschne. «No va a ser un vehículos pensado para todo el país. Cubriría zonas que están electrificadas, como la Pampa húmeda, Cuyo o pequeñas zonas del NOA. Queremos que sea un vehículo regional de logística cercana», concluye.
(Por *Esteban Lafuente
campo La Nación)