Jaime Stiuso, agente de los servicios autorizadoa declarar.
Su abogado estuvo con la fiscal Fein.
06/2/2015 – El gobierno relevó este jueves del secreto que protege la información de inteligencia al ex espía Antonio Jaime Stiuso, quien anunció que va a declarar como testigo en la causa que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman. Su abogado Santiago Blanco Bermúdez se presentó en tribunales ante la fiscal Viviana Fein, quien había citado al ex agente de Inteligencia porque un cruce de llamadas reveló que él había hablado con Nisman la tarde del día anterior a su muerte.
Blanco Bermúdez acordó con Fein, que cuando la declaración se concrete se dispondrá con la mayor reserva, tratando de que no trascienda cuándo ni dónde. Ayer, Blanco Bermúdez llegó temprano a la fiscalía de Viviana Fein. Ella había firmado anteayer la citación a Stiuso. Según el abogado, la notificación nunca llegó, pero se enteró por los diarios de que su cliente había sido llamado a declarar y antes de la hora prevista para la audiencia -Stiuso estaba citado para las 11- se reunió con la fiscal. De acuerdo con su relato, sin haber siquiera hablado con su cliente.
El último cargo de Stiuso fue de director general de Operaciones, pero el poder que tuvo en la Secretaría de Inteligencia durante el kirchnerismo lo ubicaba, en los hechos, en la cúpula de la organización. Con Nisman tuvo una relación estrecha; durante años trabajaron juntos en la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Según la presidenta Cristina Fernández, Stiuso le dirigió la investigación.
Blanco Bermúdez construyó una relación de confianza con Stiuso cuando trabajaba como abogado para la Side. También lo conocía a Nisman desde hacía muchos años; desde antes incluso que Stiuso. Se consideraba su amigo. Conocido en los tribunales como “el gallego”, Blanco Bermúdez era secretario del juzgado de Morón en el que Nisman empezó, como meritorio, su carrera judicial.
En un comunicado difundido ayer, Fein anunció que “el abogado no puso reparos en que su representado preste declaración testimonial” (en rigor, está obligado a presentarse) y dijo además que para fijar la nueva audiencia iba a esperar que “las autoridades de la Secretaría de Inteligencia (SI) eleven a la Fiscalía de manera expresa el relevamiento del secreto”. Horas antes, en el Congreso, el nuevo jefe de la SI, Oscar Parrilli, había anunciado: “Se relevará a Stiuso de guardar secreto de todo lo que sabe o hizo desde 1972 hasta el 5 de enero de 2015”.
Parrilli informó además que Stiuso se jubiló y ya no trabaja para el organismo. “La Presidenta quiere que se cuente todo”, dijo. Ayer por la tarde todavía no había llegado a la Fiscalía de Fein la notificación oficial del levantamiento del secreto.
Notificación fallida…
Blanco Bermúdez explicó que Stiuso no sabía de la citación porque no le había llegado la cédula con la convocatoria.
La fiscalía se la había enviado al domicilio legal de una sociedad que se le atribuye al ex espía, American Tape SRL, donde dijeron no conocerlo.
Además, el equipo de trabajo de Fein intentó ubicarlo en varios números de teléfono, pero tampoco así logró dar con él.
Ayer temprano, antes de reunirse con la fiscal, el abogado de Stiuso declaró: “Si no me llamó, estimo que no le habrá llegado ninguna citación”.
Justificó así la ausencia de su cliente. Sostuvo no obstante que Stiuso estaba a disposición de la Justicia. Recién por la tarde admitió que había hablado con él. El abogado dijo a La Nación que Stiuso le había asegurado que iba a ir a declarar y que contestaría las preguntas que le hicieran.
Qué alcance tendrá la decisión del gobierno de autorizarlo a hablar sobre asuntos de inteligencia es todavía un misterio. En principio, sería sólo a los efectos de que declare en esta causa.
Ayer, la Fiscalía anunció además que estaba avanzando en otras medidas de prueba. Una de ellas fue un allanamiento que se hizo por la mañana en una caja de seguridad que Nisman tenía a su nombre. Lo había ordenado la jueza Fabiana Palmaghini. Cuando llegaron los investigadores, en la caja ya no había nada. La cotitular es Sara Garfunkel, la madre de Nisman y según los registros del banco, ella había accedido a la caja a fines de enero. En la Fiscalía sospechan que la vació y es muy probable que la citen a declara para que informe qué sacó.
En cuanto a los peritajes pendientes, el toxicológico estará listo para el 18 de febrero y el que se hará sobre teléfonos y computadoras no tiene todavía fecha de inicio; primero las partes deberán proponer los “puntos de peritaje”.
Además, falta escuchar todavía a ex empleados y funcionarios de Nisman. Aunque en materia de testigos, desde ahora y hasta que finalmente testifique, la expectativa de los investigadores, y sobre todo del mundo de la política, estará puesta exclusivamente en Stiuso.
Un abogado con un pasado como fiscal federal
Santiago Blanco Bermúdez Abogado de Antonio Jaime Stiuso Profesión: abogado Edad: 57 años Origen: España
Trabajó 14 años como funcionario judicial. Fue secretario penal de un Juzgado de Instrucción del Departamento Judicial de Morón. Fue ahí donde conoció a Alberto Nisman, que comenzó su carrera como meritorio.
Blanco Bermúdez era fiscal federal de Morón cuando el Movimiento Todos por la Patria (MTP) atacó el Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada, en 1989.
Cuando dejó su cargo en la Justicia pasó a dedicarse a la profesión. Entre sus clientes estuvieron agentes de la Secretaría de Inteligencia (SI, ex Side).
Representa a la familia de Pedro Viale, más conocido como el Lauchón, el agente de inteligencia que fue asesinado a balazos por agentes de elite de la policía bonaerense en un procedimiento por una causa de droga. Viale tenía una estrecha relación con Jaime Stiuso.
“La familia de Viale está convencida de que lo fueron a matar. Él nunca se resistió al allanamiento, pensó que habían ingresado ladrones en su casa”, sostuvo tiempo atrás Blanco Bermúdez. Diez uniformados de la policía bonaerense fueron procesados por el juez federal de Morón por la muerte de Viale.
