Acto 40 años de la Gesta de Malvinas – Larroque conmemoró a los caídos en combate y a los veteranos de la guerra.  

*Larroque recordó en un Acto los 40 años de Malvinas, el cuál se desarrolló el pasado sábado 2 de Abril en la vía pública frente al Monolito ubicado en la céntrica 25 de Mayo, intersección con 9 de Julio.

*El emotivo Acto estuvo presidido por el intendente Leonardo Hassell, concejales, funcionarios, secretarios y las Banderas de Ceremonia representantes de instituciones educativas y público en general. En la tradicional esquina de la ciudad de rindió homenaje a los Veteranos y Caídos en la Guerra de las Islas del Atlántico Sur.

*El espacio protocolar incluyó la colocación de una ofrenda floral a la vez del descubrimiento de una Placa recordatoria de esta especial fecha. Al hacer uso de la palabra, el juez de Paz de Larroque, Ricardo Chaia, brindó un claro y emotivo mensaje y textualmente expresó:  

Hoy 2 de abril y con mucha justicia, se conmemora el Día del Veterano y de los caídos en la guerra, en la gesta de Malvinas.  

Este acto, no debe ser un simple trámite para cumplir formalidades meramente protocolares, si no que este encuentro público, debe servirnos para saltar algunas barreras provocadas por muchos años de negligencia en nuestra sociedad, de silencia, de mucha mirada para un costado, como bien dijera un ex combatiente: nos miran como bichos de otro pozo. Por eso debemos utilizar esta fecha para entender y comprender lo que pasó hace 40 años y sus consecuencias, porque sin dudas, que el 2 de abril es uno de los momentos más importantes de nuestra joven historia.  

Para que esto tenga sentido, les pido que me acompañen con algunas reflexiones para entender, para homenajear y para reafirmar.
Para entender que no hay guerras buenas, que las guerras se producen cuando fracasa el diálogo, la política, la diplomacia y que cuando llega solo trae muerte y desolación. 

Debemos entender que las guerras de los últimos 50 años en el mundo, son muchas veces potenciadas por ese negocio fenomenal que es la industria y venta de armas, que responden a intereses y que no les importa mucho el sufrimiento de la gente, que los que deciden no van al frente, que luego de utilizadas, esas armas en un país o región, viene otro negocio, el financiero, que es el de volver a construir lo que se destruyó a través de créditos o préstamos insostenibles, a los cuales, esos países o regiones les cuesta salir o en el peor de los casos, no salen jamás.  

Entendemos que las invasiones de un país a otro, independientemente de cualquier razón, son condenables, porque, en principio, violan el orden jurídico internacional, porque usan la fuerza y no la razón. Por eso hoy condenamos la invasión a de Rusia a Ucrania, pero también no debemos ser hipócritas y condenar todas las invasiones, en especial las que hacen otras potencias y que muchas veces aparecen con invasiones salvadoras.  

Que debemos entender que las guerras no se deben hacer contra las personas para aniquilar y desbastar, si no que la humanidad debe destinar ideas y esfuerzos para combatir otros enemigos: el hambre, la desigualdad, el cambio climático, entre otros.  

Dicho esto, debemos decir que ese 2 de abril de 1982, un gobierno militar en retirada, débil, no democrático, en forma equivocada, decide el camino de la guerra e invade Malvinas con el resultado negativo conocido por todos. A la luz del conflicto que teníamos por la soberanía, esto fue claramente un error fatal, un error político-militar-histórico que nos hizo retroceder en el legítimo reclamo que se venía sosteniendo en el campo diplomático poa la usurpación en 1833 por parte de Inglaterra y que hoy el tema de encuentra estancado.  

Pero, cuidado, no debemos confundirnos, debemos separar bien las cosas y saber diferenciar quienes equivocadamente decidieron esa guerra de los hombres y mujeres que fueron a la guerra, de los que combatieron, de los que pusieron el cuerpo y el corazón al frío, al hambre, a la angustia, al miedo, a la nostalgia, pero que con orgullo, sacrificio y patriotismo dieron todo. 649 de ellos dieron su vida, vaya nuestro más sentido homenaje a los que quedaron allá, en el sur, den la tierra y el mar, como a los que regresaron, hoy ex combatientes. Nuestro reconocimiento a los que luego no pudieron superar los traumas de la posguerra y perdieron también la vida. Nuestro respeto a los familiares que esperaron en soledad y con dolor un hijo, un esposo, un padre, que nunca volvió.  

Esta fecha debe convocarnos para volver a reafirmar los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, asentado en argumentos sólidos, en principios históricos, jurídicos, geográficos.
Las islas Malvinas, como Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondiente son parte inescindible del territorio argentino.  

Se debe insistir en el campo diplomático, por la vía pacífica a través del pedido de cumplimiento de numerosas resoluciones de la ONU en favor del principio de integridad territorial y de iniciar el diálogo entre las partes, aprovechar el acompañamiento de numerosas y sinceros países amigos que apoyan esta causa que desnuda una anacrónica situación de colonialismo.  

Malvinas, una causa que debe servir para unir a los argentinos, es una bandera común, un ideal para la Patria que anhelamos.
Por último, permítanme resumir los conceptos señalados. Así nos urge: –Recordar y reflexionar sobre lo que pasó a partir del 2 de abril de 1982.  

-Reafirmar nuestras convicciones malvineras, para que algún día dejemos de pensar en nuestras Malvinas como un sueño imposible, si no como un sueño cumplido.  

-Pero por sobre todas las cosas, rendir homenaje eterno a los veteranos y caídos en la guerra de Malvinas, nuestro respeto y reconocimiento hacia ellos. Tenemos prohibido olvidarnos, porque ellos, ellos son los verdaderos héroes de esta historia”.
*Ricardo P. Chaia – Juez de Paz Larroque