Después de la reaparición en Diputados… *Urribarri y la necesidad de una reivindicación.
12/01/2017 – «Como miembro del Superior Tribunal de Justicia (STJ), las afirmaciones del vocal (Carlos) Chiara Díaz no solo son absolutamente falsas, sino que sus palabras y las de la mayoría de los denunciantes son irresponsables, maliciosas, falaces y persiguen un solo objetivo, que desgraciadamente vengo soportando hace más de un año: mancillar la persona y las actuaciones de quienes pasamos por la administración de la provincia de Entre Ríos», se despachó Sergio Urribarri, anoche en el recinto de la Cámara de Diputados, cuando se debatía el caso de Claudia Mizawak.
Después de un año de asumido, reapareció el ex gobernador y dijo lo que dijo, como si en esta provincia no hubiera pasado nada.
– *Por Daniel Enz / Análisis Digital –
*Sergio Urribarri, nunca se enriqueció. No es millonario. No tiene propiedades millonarias. No tiene una mansión fastuosa en el lago de Salto Grande. Nunca tuvo empresas con sus hijos. Jamás se dedicó al negocio de la soja sin avisarle a nadie. Nunca puso esa empresa en Formosa, con créditos inconcebibles otorgados por el banco de Gildo Insfran. Es mentira que haya usado aviones privados ni el helicóptero policial como si fuera el remis de la esquina. Tampoco lo utilizaron sus hijos, sus novias o su esposa.
Urribarri, nunca viajó a Panamá, ni a España, ni usó cuantas veces fue necesario los aeropuertos de Montevideo para viajar al exterior y no quedar registrado en Migraciones de Argentina. Nunca tuvo valijeros; jamás tocó un peso de las campañas para enriquecerse ni desvió fondos públicos de gastos reservados. Su cuñado no tiene empresas; nunca hizo facturaciones millonarias con el Estado entrerriano. Tampoco es millonario ese cuñado.
Es mentira lo que dicen, de que ahora vive con su esposa en Buenos Aires y en Puerto Madero, en un costoso departamento acondicionado especialmente por gente de Concordia que se instaló allí para realizar las obras. Es más: prácticamente no sale de la provincia.
Es una farsa los que hablan de sus negocios con el fútbol. No tiene nada que ver. Tampoco con los negocios del juego en la provincia. Nunca tuvo testaferros. Por eso es que jamás recibió un Audi para moverse tanto él como su esposa, en Buenos Aires, perteneciente a uno de los empresarios del juego en Entre Ríos.
Su hijo ministro jamás se relacionó con nadie del narcotráfico. Todo una farsa. No existen escuchas telefónicas comprometedoras. No hay ningún chofer oficial preso por habérselo encontrado con 20 kilos de cocaína. Todo una mentira del periodismo y de los denunciantes. ¿Nadie en la justicia pensó en el archivo de todas esas actuaciones llenas de falsedades, para que esta gente pueda transitar en paz y como se merecen por las calles de Entre Ríos y el país?
Por eso, perdón ex gobernador y honorable diputado. No volverá a suceder. Disculpe el mal trago. Y vaya viendo en la provincia donde se puede instalar pronto algún monumento en homenaje a su noble tarea. Se lo merece. Y seguro le seguiremos debiendo de por vida todo lo que hizo y sigue haciendo.
(Análisis Digital /Pná.)